viernes, 6 de septiembre de 2013

LOS GRANDES EJEMPLOS



“No conozco páginas más bellas en la historia que aquellas donde veo una gran causa en apariencia vencida, y que encuentra a su servicio hombres tan arrojados que no se entregan a la desesperanza. He ahí los grandes ejemplos que conviene proponer a la generación de nuestro tiempo, para inclinarla a que pongan al servicio de la religión y de la patria un coraje que no se deje quebrar por las derrotas pasajeras del derecho y de la verdad...
Pero cualesquiera sean las alternativas de reveses o de éxitos que el futuro les reserve, la recomendación que yo querría darles es que jamás se entreguen al desaliento. Porque Dios, de quien somos y para quien vivimos, no nos manda vencer sino combatir. El honor de una vida, así como su verdadero mérito, consisten en poder repetir hasta el fin aquellas palabras del divino Maestro: "Lo que debimos hacer, lo hicimos" (Lc 17,10). El resto hay que dejarlo en manos de Dios, que da la victoria o que permite la derrota, y que hace contribuir a una y a otra al cumplimiento de sus eternos e impenetrables designios.”

Monseñor Charles Émile Freppel (1827-1891), obispo de Angers (Francia).