lunes, 29 de septiembre de 2014

BERGOGLIO RENIEGA DE CRISTO


Habiendo realizado varias y paulatinas innovaciones en las férulas que portaba, ahora Bergoglio ha eliminado directamente la cruz de su férula, durante una “misa” realizada en el aniversario de una fundación jesuita. Habrá que cambiar la definición. de la férula papal, ya que esta no lleva ni cruz ni crucifijo, sino el olivo de la paz. ¿O mejor llamarla férula sinagogal? Francisco, el Destructor, se apura. Los anticristos saben que les queda poco tiempo.

Fuentes:










P.D.: En la FSSPX dicen que debemos ser reconocidos por este hombre  que se despoja de la cruz para sentirnos verdaderamente católicos. Que no convivir con estos modernistas es volverse cismáticos. Que se debe dialogar con quienes destruyen la Religión católica. Que debemos ser tolerados –y tolerar a cambio esto que vemos que pasa. Reconciliarse con los enemigos de Cristo, con quienes se avergüenzan de ser católicos, con quienes apostatan. Viene bien recordar una vez más estas palabras que a los necios, pusilánimes y cobardes los saca de quicio:

“No puedo hablar mucho del futuro, ya que el mío está detrás de mí. Pero si vivo un poco aún y suponiendo que de aquí a un determinado tiempo Roma haga un llamado, que quiera volver a vernos, reanudar el diálogo, en ese momento sería yo quien impondría las condiciones. No aceptaré más estar en la situación en la que nos encontramos durante los coloquios. Esto se terminó.Plantearía la cuestión a nivel doctrinal: “¿Están de acuerdo con las grandes encíclicas de todos los papas que los precedieron? ¿Están de acuerdo con Quanta Cura de Pío IX, Immortale Dei, Libertas de León XIII, Pascendi de Pío X, Quas Primas de Pío XI, Humani Generis de Pío XII? ¿Están en plena comunión con estos papas y con sus afirmaciones? ¿Aceptan aún el juramento antimodernista? ¿Están a favor del reinado social de Nuestro Señor Jesucristo?”Si no aceptan la doctrina de sus antecesores, es inútil hablar. Mientras no hayan aceptado reformar el Concilio considerando la doctrina de estos papas que los precedieron, no hay diálogo posible. Es inútil.”


Mons. Marcel Lefebvre, entrevista concedida a la revista Fideliter Nº 66, 1988.

EL PAPA DE LA SINAGOGA


El Papa dona 100 mil euros al Museo de Auschwitz

  

AUSCHWITZ

La Fundación Auschwitz-Birkenau se ocupa de la gestión del Museo del mayor campo de concentración alemán, al sur de Polonia

REDACCIÓN
ROMA

Papa Francisco donó 100 mil euros a la Fundación Auschwitz-Birkenau, que se ocupa de la gestión del Museo del mayor campo de concentración alemán, que se encuentra en Oswiecim, al sur de Polonia. Según el director del Museo, Piotr M.A. Cywinskiil, el apoyo de la Santa Sede es «una señal importante», porque reconoce «el papel fundamental de la memoria para el hombre contemporáneo».

«La suma no es grande, porque nuestras posibilidades son limitadas, pero con ella queremos expresar nuestro absoluto apoyo al proyecto realizado por la Fundación», escribió el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, en la carta que acompaña la donación.

El Vaticano es el trigésimo primer país que aporta al fondo perpetuo de 120 millones de euros que ha creado la Fundación Auschwitz-Birkenau con la finalidad de resolver el problema de los costes para mantener el Museo. Entre los países donadores destaca Alemania, que ha donado la suma más elevada (60 millones de euros). Después están los Estados Unidos y Polonia. En la lista, publicada por el Museo, no figura Italia.

Auschwitz-Birkenau, símbolo del Holocausto, fue el campo de concentración nazi más grande y en él fueron asesinados más de un millón de prisioneros, sobre todo judíos.

Papa Francisco, en el reciente viaje a Tierra Santa, se reunió con un grupo de sobrevivientes de los campos de concentración en el Memorial Yad Vashem de Jerusalén; en esa ocasión llevó a cabo un gesto inédito, pues besó las manos a cada uno de ellos.

Sus predecesores, Juan Pablo II (el 7 de junio de 1979) y Benedicto XVI (el 28 de mayo de 2006, en ambos casos a poco más de un año de haber sido elegidos al trono Pontificio) visitaron el campo de concentración. Karol Wojtyla, antes de convertirse en Papa, visitó en varias ocasiones Oswiecim (Auschwitz en alemán), que se encuentra a unos 70 kilómetros de su Cracovia.

La visita de Papa Ratzinger permanecerá impresa en la memoria por las fuertes palabras que pronunció: «¿Dónde estaba Dios en esos días? ¿Por qué calló? ¿Cómo pudo tolerar este exceso de destrucción, este triunfo del mal?».


FRANCISCO Y “KOBA”






Según los sovietólogos -tuve la fortuna de contar con la generosa amistad del maestro Alberto Falcionelli- de toda la runfla bolvechique el más vengativo era Stalin, a quien le gustaba que lo llamasen “Koba”, un personaje de la literatura georgiana émulo de Robin Hood. (Recomiendo la lectura de Koba el temible de Martin Amis).

No se sabe cuántas víctimas causó el terror estalinista, pero los estudiosos las estiman en unas diez millones, por parte baja (Robert Conquest en El gran terror afirma que fueron el doble). Pero Stalin era del jefe de una banda sanguinaria y perversa, para quienes la venganza era una forma de vida habitual: sin ella no se podía subsistir.

Lamento escandalizar a los espíritus débiles si digo que Francisco se parece a “Koba” por su afición a la venganza, experimentada por muchos sacerdotes y fieles que padecieron su desastrosa actuación como Cardenal Primado y Arzobispo de Buenos Aires. Como decimos los criollos, Bergoglio era de “los que perdonaban una”. Y como Papa no ha cambiado. Me bastan tres ejemplos:

1) La sañuda persecución a los Franciscanos y Franciscanas de la Inmaculada cuyo único “delito” era la celebración de la liturgia tradicional.

2) La remoción del Cardenal Burke, que pasó de ser Prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica al cargo meramente honorífico de Patrono de la Orden de Malta. El Cardenal era un firme antiabortista y defensor de esos Franciscanos.

3) El “golpe de estado” en Ciudad del Este contra monseñor Livieres, “criminal de lesa humanidad” por tener un seminario con 200 vocaciones y permitir la celebración de la Misa tridentina. (La inquina de Bergoglio contra Livieres es de vieja data, porque el obispo acogió a un seminarista sancionado por el director del seminario porteño de Villa Devoto, una cueva modernista) (Ver http://pagina-catolica.blogspot.com.ar/ yhttp://fratresinunum.com/2012/01/02/a-mafia-argentina-do-cardeal-bergoglio/)

Desde luego, el pobre monseñor Livieres ha quedado a merced de la jauría bergogliana de cagatintas y está soportando infames acusaciones.

Seguramente Francisco esté disfrutando con sus “hazañas”. Santo Tomás enseñaba que “gozarse del mal de otro es odio, opuesto a la caridad con que debemos amar a todos los hombres”. (Suma Teológica, II-II, cuestión 158).

Me cuesta creer que Francisco tenga caridad alguna. Su “misericordina” es de exclusivo consumo de la borregada.




R.P. TRINCADO - SERMÓN EN LA FIESTA DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL





En 1918, poco después de terminada la Primera Guerra Mundial, el Cardenal Mercier dijo: “En nombre del Evangelio y a la luz de las Encíclicas de los cuatro últimos Papas, Gregorio XVI, Pío IX, León XIII y Pío X, yo no vacilo en afirmar que esta indiferencia hacia las religiones, que coloca en el mismo nivel la religión de origen divino y las religiones inventadas por los hombres a fin de incluirlas en el mismo escepticismo, es la blasfemia que atrae el castigo sobre la sociedad, mucho más que los pecados de los individuos y de las familias.” Lo que no sabía el Cardenal era que, antes de cincuenta años, la blasfemia masónica de la libertad religiosa sería bautizada por un concilio que envolvería a toda la Iglesia Católica en un estado de desorientación diabólica. Desde entonces la blasfema libertad religiosa, junto con muchas otras herejías, es coreada conjuntamente por los enemigos de la Iglesia y por la Jerarquía de la Iglesia, cosa nunca vista en la historia. Muchas ideas que antes fueron inconcebibles o se juzgaron sacrílegas, heréticas y blasfemas, hoy son predicadas desde los púlpitos bajo el rótulo de “magisterio eclesial”. Desorientación diabólica. Los Padres conciliares hicieron lo que nuestro Señor dijo que nunca hacen los padres naturales con sus hijos: ¿qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da la serpiente? Y los Padres conciliares nos dieron las serpientes de las palabras poco rectas, calculada y astutamente ambiguas. ¿O, si le pide un huevo, le da el escorpión? Y los Padres conciliares nos dieron esos textos que envenenan las almas con muchos errores. ¿O, si le pide pan le da una piedra? Y los Padres conciliares nos dieron, en lugar del pan de la verdad, las piedras pesadas de las herejías que hunden a las almas en el infierno.

Nada podrían los enemigos de Cristo, si entre los hombres de Iglesia no abundaran los cobardes y los traidores. Los hijos del diablo hacen grandes avances por causa de la complicidad, la ceguera y la cobardía de muchísimos católicos que deberían estar dispuestos a dar la vida en defensa de la Verdad, como dignos hijos de Dios. Acabamos de ver una prueba de ello en esa reunión del martes en el Vaticano, en ese encuentro “cordial” entre las autoridades modernistas y el supuesto líder de lo que queda de enteramente católico en la Iglesia. Dios nos libre de ser cordiales con los destructores de la Iglesia, con esos ministros del diablo. Pero no sólo se dio esa cordialidad entre dos prelados de “sensibilidades” opuestas pero liberales al fin y al cabo, sino que ambos acordaron -lo que es mucho más grave todavía y que prueba que la desorientación diabólica ha entrado en la FSSPX desde la cabeza- “superar gradualmente las dificultades y llegar a la reconciliación plena”. Dicho más claramente: se acordó que la Fraternidad hará gradualmente las concesiones necesarias para ser aprobada por Roma. ¡Pero ser aprobados por Roma apóstata equivale a ser reprobados por Dios! Porque nos advierte San Pablo: No os unáis en yugo desigual con los infieles, pues ¿qué tienen de común la justicia y la iniquidad? ¿O qué sociedad puede existir entre la luz y las tinieblas? ¿O qué acuerdo puede haber ente Cristo y Belial? (2 Cor 6 14-15). Por tanto, la reunión del pasado martes en el Vaticano fue un gran paso en la auto demolición de la obra de Mons. Lefebvre, y la actitud de las autoridades de la Fraternidad tiene un solo calificativo: traición.

Estas defecciones, cobardías y rendiciones de los católicos son la principal causa de la progresiva extensión del reinado del demonio sobre el mundo. Satanás se va haciendo rey de los individuos, de las familias y de los Estados en la misma medida que Cristo va siendo expulsado del trono que le pertenece en todos los corazones, en todos los hogares y en todas las sociedades.

¿Cómo se ha podido llegar a este increíble estado de cosas? La respuesta se relaciona con esta fiesta de San Miguel Arcángel. El 13 de octubre de 1884, el Papa León XIII, después de haber celebrado la misa, asistió a una segunda misa, según acostumbraba. Hacia el final, se le vio levantar la cabeza de repente y mirar fijamente hacia el altar, encima del tabernáculo. El Papa palideció y se le vio tenso. Acabada la misa, se levantó y, todavía conmocionado, se dirigió hacia su despacho y se encerró en él. Luego hizo llamar a un secretario, a quien dio una hoja que debía ser impresa y enviada a los obispos de todo el mundo. La hoja contenía el exorcismo del arcángel San Miguel, compuesto por el mismo Pontífice; el mismo que recitamos después de cada misa rezada. León XIII relataría más tarde que durante la segunda misa había visto una nube de demonios que se lanzaban contra Roma para atacarla. «Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él podía destruir la Iglesia y llevar a todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás le pidió permiso a Dios de tener 100 años para influir en el mundo como nunca antes había podido hacerlo». Pero el Papa pudo ver también aparecer a San Miguel, que lanzaba a Satanás con sus legiones al abismo del infierno. De ahí su decisión de recurrir a San Miguel Arcángel y a las milicias del cielo para defender a la Iglesia contra los ejércitos diabólicos en esta gran ofensiva.

Todo indica que estamos dentro de esos 100 espantosos y terribles años y, sin embargo, en la misa nueva no se reza la oración a San Miguel. Fue suprimida por los ministros del demonio en la destructora “reforma litúrgica” iniciada en su concilio, el Vaticano II, el mismo que se negó -por las maquinaciones del clero servidor del infierno, masón, liberal, modernista y filo marxista- a hacer definiciones acerca de la S.V. María, el mismo que oficializó la herejía ecumenista, el mismo que enseñó que el hombre tiene derecho a no creer en Jesucristo, el mismo que destronó a Cristo y dio inicio a la entronización de diablo en el lugar santo.

¡San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla!
¡Ave María Purísima!



EL HOMBRE MEDIOCRE – POR ERNEST HELLO






“Al mediocre le agradan los escritores que no dicen ni sí ni no, sobre ningún tema, que nada afirman y que tratan con respeto todas las opiniones contradictorias.

Toda afirmación les parece insolente, pues excluye la proposición contraria. Pero si alguien es un poco amigo y un poco enemigo de todas las cosas, el mediocre lo considerará sabio y reservado, admirará su delicadeza de pensamiento y elogiará el talento de las transiciones y de los matices.

Para escapar a la censura de intolerante, hecha por el mediocre a todos los que piensan sólidamente, sería necesario refugiarse en la duda absoluta; y aún en tal caso, sería preciso no llamar a la duda por su nombre. Es necesario formularla en términos de opinión modesta, que reserva los derechos de la opinión opuesta, toma aires de decir alguna cosa y no dice nada. Es preciso añadir a cada frase una perífrasis azucarada: “parece que”, “osaría decir que”, “si es lícito expresarse así”.

Al activista de la mediocridad le queda al actuar una preocupación: es el miedo a comprometerse. Así, expresa algunos pensamientos robados a Perogrullo (”Monsieur de la Palisse”, en el original francés), con la reserva, la timidez y la prudencia de un hombre receloso de que sus palabras, por demás osadas, estremezcan al mundo.

Al juzgar un libro, la primera palabra de un hombre mediocre se refiere siempre a un pormenor, habitualmente un pormenor de estilo. “Está bien escrito”, dice él, cuando el estilo es corriente, incoloro, tímido. “Está mal escrito”, afirma él, cuando la vida circula en una obra, cuando el autor va creando para sí un lenguaje a medida que habla, cuando expresa sus pensamientos con ese desembarazo osado que es la franqueza de un escritor.

El mediocre detesta los libros que obligan a reflexionar. Le agradan los libros parecidos a todos los otros, los que se ajustan a sus hábitos, que no hacen romper su molde, que caben en su ambiente, que los conoce de memoria antes de haberlos leído, porque tales libros se parecen a todos los otros que él leyó desde que aprendió a leer.

El hombre mediocre dice que hay algo de bueno y de malo en todas las cosas, que es preciso no ser absoluto en su juicio, etc.

Si alguien afirma categóricamente la verdad, el mediocre lo acusará de exceso de confianza en sí mismo. Él, que tiene tanto orgullo, no sabe qué es el orgullo. Es modesto y orgulloso, dócil frente a Marx y rebelde contra la Iglesia. Su lema es el grito de Joab: “Soy audaz solamente contra Dios”.

El mediocre, en su temor de las cosas superiores, afirma amar ante todo el sentido común; sin embargo no sabe qué es el sentido común. Pues por esas palabras entiende la negación de todo cuanto es grande.

El hombre inteligente eleva su frente para admirar y para adorar; el mediocre eleva la frente para bromear; le parece ridículo todo lo que está encima de él, y el infinito le parece el vacío”.


sábado, 27 de septiembre de 2014

COMENTARIOS ELEISON - CASTIGO APROXIMÁNDOSE





Número CCCLXXVI (376)
27 de septiembre de 2014

CASTIGO APROXIMÁNDOSE

Mons. Williamson




El Padre Constant Louis Marie PEL (1876–1966) no es un nombre muy conocido entre las almas dotadas por Dios con un conocimiento de cómo Dios va a enderezar el mundo de hoy en día, pero, para aquellos que lo conocieron, él era un sacerdote muy cercano a Dios. Doctor en teología, profesor de seminario, fundador de un convento para mujeres y de un seminario para hombres, con una gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Corazón Inmaculado de la Virgen María, él era un amigo personal del Padre Pío quien dijo sobre él a algunos peregrinos franceses en San Giovanni Rotondo, “¿Por qué vienen a verme a mí cuando ustedes tienen tan gran Santo en Francia?”.

El Padre Pel pasaba noches de pie en la iglesia con su frente apoyada en el Tabernáculo conversando con Dios en un éxtasis permanente. Murió en un accidente automovilístico justo después del Vaticano II pero no antes que un seminarista, uno de sus hijos espirituales, hubiese podido anotar una profecía de él que data de 1945 concerniente al castigo que azotará a Francia en particular. Aquí está, citada o abreviada:

“Mi hijo”, dijo el Padre Pel, “sabe que con los pecados del mundo aumentando en horror a medida que esta época se desgasta, grandes castigos de Dios descenderán sobre el mundo y ningún continente se escapará a la Ira de Dios. Francia, siendo culpable de apostasía y negando su vocación, será severamente castigada. Al este de una línea que se extiende desde Burdeos en el sudoeste hasta Lille en el noreste, todo será arrasado e incendiado por personas invadiendo desde el este y también por meteoritos en llamas cayendo como lluvia de fuego sobre toda la tierra y especialmente sobre estas regiones. Revolución, guerra, epidemias, plagas, gases químicos venenosos, violentos terremotos y el re-despertar de los volcanes extinguidos de Francia destruirán todo. . .”

“Francia, al oeste de esa línea, será menos afectada. . . debido a la fe enraizada en la Vandea y en Bretaña . . . pero cualquiera de los peores enemigos de Dios buscando allí refugio del cataclismo mundial será hallado, donde sea que ellos se escondan, y ejecutados por los demonios porque la Ira del Señor es justa y santa. Densa oscuridad causada por la guerra, fuegos gigantescos y fragmentos de estrellas ardientes cayendo por tres días y noches causarán la desaparición del sol y solamente velas bendecidas en Candelaria (2 de Febrero) darán luz en las manos de los creyentes, pero los sin Dios no verán esta luz milagrosa porque tienen oscuridad en sus almas”.

“De esta manera, mi hijo, tres cuartas partes de la humanidad serán destruidas y en ciertas partes de Francia los sobrevivientes tendrán que ir 100 kilómetros para encontrar otro ser humano viviente  . . . Varias naciones desaparecerán completamente de la faz del mapa  . . . Una Francia así purificada devendrá la renovada “Hija Primogénita de la Iglesia” porque todos los Caines y los Judases habrán desaparecido durante este ‘Juicio sobre las Naciones’”. Este Juicio no es todavía el fin de los tiempos pero tan grande es el castigo debido a los pecados de las naciones que Nuestro Señor le dijo al Padre Pel que la desolación al final del mundo será menor.

Queridos lectores, ¿qué concluimos? Que cada uno de nosotros se esfuerce a más no poder y con la ayuda de los sacramentos católicos que nos son dados por Dios para tal fin, para vivir en la gracia de Dios y no en estado de pecado, y haga completo uso del tiempo que El nos da entre ahora y la Hora de Su Justicia para rezar porque el mayor número posible de pecadores se arrepientan y salven sus almas para la eternidad cuando el Castigo se cierre sobre nosotros. Dios, ten misericordia. Virgen María, socorro.

Kyrie eleison.



viernes, 26 de septiembre de 2014

LA IGLESIA DE FRANCISCO: UNA DIVERSIDAD TOLERADA Y RECONCILIADA


TOLERANCIA MASÓNICA, TOLERANCIA LIBERAL, TOLERANCIA QUE 
MENDIGA MONS. FELLAY Y SU BANDA DE ASALTANTES A QUIENES OFENDEN A DIOS, A QUIENES DESTRUYEN Y RIDICULIZAN LA SANTA MADRE IGLESIA

(Con el silencio cómplice de los Superiores de Distrito, los Priores, los Sacerdotes y gran parte de la feligresía)


TOLERANCIA PARA TODO MENOS PARA LA VERDAD













TOLERANCIA Y MASONERIA
LA TOLERANCIA EN EL MUNDO MASÓNICO

EL HOMBRE CORRECTO, EL CABALLERO Y EL «DANDY» - IGNACIO B. ANZOÁTEGUI





Un hombre correcto es un personaje cuyo primer pecado consiste en crearse un tipo. No su primer error — porque un determinado hombre correcto puede, efectivamente, ser el tipo del hombre correcto—, sino su primer pecado: un pecado de orgullo que, como todos los pecados de esta clase, es un pecado de decadencia.
Así como no conviene que el hombre esté solo, tampoco conviene que esté acompañado de sí mismo, porque corre el riesgo de conten­tarse consigo mismo, que es el más seguro camino de la tontería. El conocerse es el no conformarse; el contemplarse —que es lo que ha­ce el hombre correcto — es el complacerse. El «conócete a ti mismo» de Sócrates es el «avergüénzate de tu miseria» que nos enseña el Cristianismo. Conocerse es prepararse para intentar la reconquista y no contentarse con festejar una mentida conquista. Es no acicalarse, sino rehacerse; rehacer la humanidad para liberarse de la inhumani­dad; hacer para volver a ser, para ser lo que se tiene la insobornable obligación de ser, y no para conformarse con seguir siendo.
Dejar hacer, dejar pasar. Tal es la actitud del hombre correcto. Dejar que los demás hagan y pasen, sin complicarse y sin compro­meterse en su hacer y en su pasar. Dejar que los demás se jueguen su vida entre las nubes doradas de la virtud gozosa o entre los anu­barrados gozos de la virtud doliente; dejar que los demás se jueguen su muerte entre la podredumbre de una alegría comprada o entre la podredumbre de una tristeza que ni siquiera tiene los medios para comprar un poco de alegría podrida. Dejar y siempre dejar. El hombre correcto es el perfecto extranjero en su propia patria. No el extranjero que se azora con su extranjeridad, sino el que la adopta y se aferra a ella como quien adopta y se aferra a un empaque de superioridad. Y, en realidad, la única superioridad del hombre correcto es su aislamiento: un aislamiento grotescamente suficiente, que le autoriza a arrogarse un título de hombre correcto por el mero hecho de respetar ciertas restricciones impuestas por la sociedad de los hombres correctos, desde la prohibición de expedir cheques sin provisión de fondos hasta la prohibición de salir en camisón a la calle durante un ataque de sonambulismo.
El hombre correcto es hombre correcto sólo porque es un hombre vegetativamente conforme con su propio ser: el producto más acabado de una sociedad que —por vegetativa y conformista— condena necesariamente a sus miembros al aislamiento; el producto de una sociedad que se conforma con la moral y, elevando su moral a la categoría de dogma, vive vegetativamente feliz en su dogma vegetal. Una sociedad que funda toda su paz y toda su confianza en la burocratización del hombre necesitado de un orden, de un orden pequeñamente burgués —y, por pequeño y por burgués, anticristiano—, que permite al hombre refugiarse en la corrección para desentenderse de la santidad; de ese mínimum de santidad que nos reclama constantemente y que constantemente nos perdona, que nos recuerda nuestra obligación de escuchar su llamada y nos consuela de la desesperación de no haberla seguido; ese mínimum de santidad que sólo puede comprender quien ha intentado llegar al máximum y quien no ha alcanzado a llegar al mínimum.

A PROPÓSITO DE BLOGS, RADIOS Y OTRAS YERBAS NOCIVAS





“Decidí evitarlo. El hablar con un hombre de mente prejuiciada, torcida o tortuosa, o simplemente necio, si uno debe callar y no puede disputar, siempre hace daño; porque o bien uno se contamina de sus errores y tontunas, o bien tiene después la pena de refutarlas para sí interiormente. ¿Para qué perder tiempo? Hay que hablar solamente con los hombres inteligentes, o por lo menos, derechos. “Responde al necio conforme a su necedad”-dice la Escritura. O sea, no le respondas nada”.



P. Castellani, Los papeles de Benjamín Benavides, Pág. 103.

jueves, 25 de septiembre de 2014

LOS FRANCISCANOS DE LA INMACULADA, EL P. VOLPI Y LA "CUESTIÓN LEFEBVRIANA"


El Padre Fidenzio Volpi y la "cuestión lefebvriana" 


El P. Volpi con Francisco.


Nota: Non Possumus ha denunciado reiteradamente el intento de Mons. Fellay de conseguir un "reconocimiento de tolerancia" por parte de Roma, lo cual equivale a una cobarde y sacrílega rendición. Este artículo confirma la veracidad de nuestras denuncias. Asimismo, hemos dicho muchas veces que el Papa Francisco es capaz de conceder a la Neo-FSSPX el indigno "rincón seguro de libertad" que ella está mendigando desde hace unos años. Los hechos recientes nos dan también la razón. 
Hemos destacado ciertos pasajes en color rojo.

Si el Papa Francisco no deseara la reconciliación entre Roma y la Fraternidad San Pío X, ningún eclesiástico se habría atrevido a invitar al Vaticano a Mons. Bernard Fellay. El Papa sabía que el 23 de septiembre el obispo suizo vendría a Roma, por ​​lo que unos pocos días antes de la reunión ha querido llamar a conversar a Mons. Guido Pozzo (secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei) para darle la línea a seguir en las tratativas con los lefebvristas. Así que el Papa en persona ha querido la reconciliación y dar las directivas, y en el Vaticano todos saben que cuando Francisco quiere una cosa, ningún prelado se atreve a poner el bastón en la rueda. 

Actualmente la situación es la siguiente: Roma quiere conceder el estatuto canónico FSSPX elevándola a una "prelatura personal" para los fieles de rito antiguo. En lugar Mons. Fellay y el Estado Mayor General de la Fraternidad prefieren obtener un simple "reconocimiento de la tolerancia", esto es, una declaración de la Santa Sede que permita a los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X administrar los sacramentos en todo el mundo católico, a la espera de que en el futuro maduren los tiempos para llegar a una reconciliación plena. 

P. BARTHE: COMPRENDIENDO EL COMUNICADO DE ROMA - LA FSSPX YA ESTÁ EN "PLENA COMUNIÓN" Y AHORA SÓLO FALTA QUE ESTÉ EN "PLENA RECONCILIACIÓN"


LA FRATERNIDAD SAN PÍO X EN ESTADO DE “RECONCILIACIÓN IMPERFECTA”







Nota del blog: este artículo es de interés porque el P. Barthe es miembro del GREC, y está muy bien relacionado en Roma. Es muy cercano al Cardenal francés Paul Poupard, así como a los Padres Aulagnier y Laguerie del IBP. Sigue un extracto del artículo del P. Barthe (destacamos en rojo algunas frases):

¿Hacia el reconocimiento canónico?

(...) ayer, martes 23 de septiembre (...) tuvo lugar la entrevista (...) entre el Cardenal Müller (...) y Monseñor Fellay (...) El reconocimiento canónico de la FSSPX, si sucediera en un futuro próximo, ya no tendría el aspecto y el interés de un terremoto que ella habría tenido en el interior de la Iglesia al final del pontificado de Benedicto XVI. Por el contrario, paradójicamente es mucho más fácil de realizar pues el papa actual -lo menos que se puede decir- no tiene la reputación de tradicionalismo que tenía su sucesor.

Algunos comentarios pueden hacerse:

- Notamos la especie de solemnidad que le fue dada al encuentro por parte de la Santa Sede que, después de haber conservado herméticamente el secreto del día del suceso, lo hizo seguir de un comunicado oficial por parte de la Sala de Prensa, en forma de documento diplomático con sus términos debidamente calculados.

- El segundo es el regreso a escena de la pequeña Comisión Ecclesia Dei y de su Secretario Monseñor Pozzo. Con las filtraciones que dieron a conocer la breve entrevista de Monseñor Fellay con el Papa en la casa Santa Marta hace más de seis meses, los observadores concluyeron que las discusiones que apuntaban a darle un estatus canónico a la FSSPX, interrumpidas en junio de 2012, se establecieron nuevamente. 
El muy ratzingeriano Monseñor Pozzo se mostró como el eficaz arquitecto que no dudó, se dice, en pagar cara su audacia en ciertas ocasiones.

El contenido del comunicado de hoy retoma casi palabra por palabra el de 2005. En 2005: “El encuentro se desarrolló en un clima de amor por la Iglesia y el deseo de llegar a la comunión perfecta. Si bien conscientes de las dificultades, se manifestó la voluntad de proceder gradualmente, por etapas, en un tiempo razonable". Hoy: “se ha acordado proceder gradualmente y dentro de un tiempo razonable para superar las dificultades y alcanzar la deseada reconciliación plena." Notamos la diferencia: la calificación del estatus teológico de la FSSPX es objeto de un concepto elaborado para la ocasión. Ya no se habla, para la FSSPX, de llegar a la “plena comunión", asimilándola de hecho, más o menos, a las comunidades separadas a las cuales se les reserva la expresión (equivocadamente, pues la comunión no es por grados) de “comunión imperfecta”. Pero el comunicado dice que la FSSPX debe reencontrar la “plena reconciliación"La FSSPX, ya en plena comunión, todavía no está en plena reconciliación.

- Respecto a esto, recordamos que el cardenal Castrillón, cuando estaba a cargo del expediente, afirmaba que la FSSPX de ningún modo era cismática. Podemos aventurar la hipótesis, conociendo el modo de funcionamiento del gobierno del papa Francisco, que le gusta añadir a los canales oficiales de información de la Curia los suyos propios, que el largo reporte oral hecho por el cardenal Castrillón sobre este asunto ante él, en octubre de 2013, tuvo un gran peso.

- El aspecto más importante develado por el comunicado de este día es « político ». Está claro que Monseñor Pozzo no pudo actuar, en esta nueva fase hasta hoy muy discreta, más que con el aval expreso del Papa. Según la costumbre de la Santa Sede, y bajo el papa Francisco más que nunca, un comunicado de esta naturaleza recibe su aprobación personal antes de su publicación. Si añadimos que, durante una reciente reunión « secreta » de la Conferencia episcopal italiana (CEI) presidida por el Papa, es decir, una de las reuniones de la CEI que no dan informaciones a la prensa, el papa, en respuesta a una cuestión episcopal, afirmó que la reglamentación concerniente al Motu proprio Summorum Pontificum (la carta apostólica y la instrucción de aplicación) permanecía en vigor, se puede decir que nos encontramos en presencia de la parte de “continuidad” del presente pontificado con el de Benedicto XVI. A Francisco el “progresista” no le molestaría tener éxito donde fracasó  Benedicto el “integrista”.

- Solo queda el punto mayor que continúa envuelto en un profundo misterio, desconocido de todos, comprendiendo sin duda los más cercanos: ¿Qué desea hacer Monseñor Fellay o, lo que es lo mismo, ¿En qué posición estima estar?
  


miércoles, 24 de septiembre de 2014

MONS. FELLAY: CORDIAL CON LA HEREJÍA



El encuentro de Mons. Fellay y el Card. Müller se dio, según el comunicado oficial de la FSSPX: ..."en una entrevista cordial"... y según el comunicado oficial de Roma: ..."en un clima de cordialidad"...

¿Cómo fue posible? Simplemente porque ambos son liberales: uno más que otro; uno hasta la herejía explícita y otro bajo apariencias tradicionalistas. Los liberales creen que deben ser cordiales con todo el mundo, que benevolencia y caridad se identifican.




 Herejías famosas y nunca retractadas del Card Müller: