lunes, 16 de agosto de 2021

COMENTARIOS ELEISON - GOBIERNOS SIN DIOS II

 



14 de agosto de 2021

Número DCCXXXV (735)

Gobiernos sin Dios – II

Monseñor Williamson

 

La naturaleza está en desorden… ¡Iniquidad execrable!

¡Nunca hubiera nacido para castigarla! (Hamlet, fin del Acto 1)

 

Los lectores recordarán de estos «Comentarios» de la semana pasada el artículo de un patriota británico, Dennis Whiting, en el que denunciaba al Gobierno británico por organizar mentiras para dirigir el país, especialmente, pero no sólo, en relación con el disparate del Covid. Llamarlo «disparate Covid» no es, por supuesto, negar toda realidad del virus Covid (aunque nunca se haya aislado adecuadamente). Es decir que el fenómeno Covid, cuando se nos presenta como un problema médico por nuestros políticos y medios de comunicación, no tiene sentido. Sólo cuando se toma como un importante instrumento político para la esclavización de la humanidad tiene perfecto sentido, y entonces se ve que no sólo proviene de nuestros políticos y medios de comunicación títeres, sino de sus mucho más siniestros titiriteros, el poder judeo-masónico que ha creado el mundo moderno para luchar contra Dios. En esta línea va la prometida segunda mitad del artículo de Whiting –

La gestión de la «pandemia», al parecer, se ha apoderado de Gran Bretaña y de la mayor parte del mundo. Sin embargo, el Covid-19 es una nueva y desagradable especie de influenza, pero no es por nada una pandemia. No hay cadáveres en la calle. Los directores de las funerarias no están trabajando horas extras. Las tasas de mortalidad anuales globales no han aumentado significativamente, si es que lo han hecho. Más del 99% de las personas que contraen la enfermedad sobreviven, y la edad media de los que fallecen es de 82 años.

La “vacunación” masiva, el supuesto remedio para la crisis, no es un verdadero remedio sino un enorme crimen. La gente está siendo tratada como conejillos de indias para probar «vacunas» experimentales que causan muertes y síntomas muy graves a una escala horripilante. Los confinamientos están diseñados no para frenar la «pandemia» sino para destruir las pequeñas empresas y hacer que toda la sociedad dependa del gran gobierno y de los multimillonarios.

Lo que está ocurriendo hoy no ha aparecido de la nada. El plan de gobernanza mundial lleva más de un siglo madurando. Después de la Primera Guerra Mundial, su núcleo se trasladó del Imperio Británico a los Estados Unidos. Los financieros de Nueva York apoyaron tanto la revolución bolchevique como el ascenso de Hitler, con la intención de crear guerras y trastornos que sólo podrían resolverse con la formación de un gobierno mundial.

La maquinaria está ahora en marcha para dividir y desbaratar la sociedad. Aquellos cuyo objetivo es «reconstruir mejor» quieren derribar todo primero. El ataque de los neomarxistas y neoconservadores de Occidente a las creencias y prácticas cristianas ha sido implacable. Su objetivo es crear un nuevo tipo de ser humano, y necesitan borrar los antiguos puntos de referencia sobre cómo debemos comportarnos. (¡Nada menos! Énfasis de C. E.)

10. Todos tenemos que hacer lo que podamos para resistir este Nuevo Orden Mundial que amenaza con arrastrarnos a la esclavitud. Hamlet -esa figura de Everyman creada por Shakespeare en los albores de la era moderna- no estaba dispuesto a aceptar el reto, pero sabía que no podía eludirlo:

La naturaleza está en desorden . . . ¡Iniquidad execrable! ¡

Nunca hubiera nacido para castigarla! (Hamlet, fin del Acto 1)

Cuando Whiting escribe sobre el fenómeno Covid como «un enorme crimen» con «muertes y síntomas muy graves a una escala terrorífica», no exagera en absoluto, como atestigua una gran cantidad de material en Internet, por ejemplo, el admirable trabajo que están realizando el abogado alemán Reiner Fuellmich y su equipo. Es optimista él, pero hay que temer que el castigo de Dios siga su curso, de lo contrario sólo volveremos a nuestra vida sin Dios, vida verdaderamente digna de ser vomitada.

Kyrie eleison.

(Ninguna copla de los C. E. – no pueden competir con Shakespeare)