domingo, 2 de febrero de 2014

FRANCISCO Y LA ESCUELA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL



El mundialmente famoso Francisco encabeza la promoción de un proyecto educativo global llamado Red Mundial de Escuelas para el Encuentro o Scholas Ocurrentes, para inocular en los infantes lo que sería la “cultura del encuentro”, esto es, una “diversidad reconciliada” como gusta decir a Bergoglio, siguiendo cada niño “sus convicciones” para lograr así la inclusión de los niños a la gran aldea global, más allá de las religiones, razas o ideologías políticas.

Sus objetivos, según su página web, son:

Impulsar la formación de una Red de alcance mundial con Escuelas de todos los niveles educativos que compartan los siguientes ideales:

-La necesidad de construir a través de la educación una sociedad inclusiva en la que todos dispongan de lo necesario para desarrollar su proyecto de vida acorde con su cultura y convicciones.
-Una perspectiva trascendente abierta al encuentro con el otro de manera que el mundo, sin dejar de ser diverso, esté cada vez más integrado.
-Concebir la educación como camino para que cada uno ponga en juego lo mejor de sí.
-Promover la participación de los alumnos en los asuntos relacionados con la política entendiendo la misma como búsqueda del bien común.
-Valorar la cooperación por encima de la competencia.
-La búsqueda de estrategias para que los alumnos aprendan cada vez mejor asumiendo las posibilidades que brinda la tecnología actual.
-La promoción de la conciencia ambiental.

Para ello, “en diciembre pasado, altos ejecutivos de Google, Oracle y Telefónica (entre ellos el CEO de esta última, José María Álvarez Pallete) se dieron cita por primera vez en El Vaticano, convocados por Francisco "para hablar acerca de cómo colaborarán en hacer realidad técnicamente a nivel mundial las Scholas Occurrentes", el nombre en latín de esta red de Escuelas para el Encuentro, que impulsa el Papa argentino a través de la Pontificia Academia de Ciencias de la Santa Sede” (más información aquí).

Puede verse un video institucional donde el supuesto Papa aparece encabezando un proyecto que no menciona en absoluto a Cristo nuestro único Salvador, pues desde luego no se trata de darles a los niños una educación cristiana. ¿Quién es Francisco para exigir eso? Recordemos sus palabras en una entrevista en Brasil: “Si la educación de un chico se la dan los católicos, los protestantes, los ortodoxos o los judíos, a mí no me interesa. A mí me interesa que lo eduquen y que le quiten el hambre. En eso tenemos que ponernos de acuerdo”. Y se han puesto de acuerdo, sin duda. Pero no en salvar las almas de los niños haciendo de ellos buenos cristianos, sino en "incluirlos" como un rebaño abatido e indiferente en el Nuevo Orden Mundial anticristano.



Uno de los elementos simbólicos presentes en este proyecto de las grandes multinacionales (iglesia conciliar, Google, Telefónica, etc) es el olivo. Inevitable recordar las profecías de San Malaquías, que algunos vieron desestimadas cuando la abdicación de Benedicto, a quien según estas profecías le correspondía el lema “de la gloria del olivo”. Interesante porque Francisco pareciera retomarla para la gloria de este gran proyecto, con la mirada del “papa emérito” muy cerca suyo. ¿O es un pontificado que no concluyó, sino que cambió simplemente de ejecutante principal? Es un detalle interesante de esta gran movida globalista que mediante invocaciones a la paz y muchas sonrisas, desestiman de darles a los niños el verdadero alimento de la caridad que traerá la paz: a Cristo y la santa y verdadera doctrina de la Iglesia Católica, la única verdaderamente inclusiva para todas las almas de buena voluntad.  


“Una red mundial de amor”. ¿Y Dios, dónde queda Dios, el Dios que nos ha dado a su único Hijo, a la verdadera religión, a la Santa Iglesia Católica? No, eso sería intolerancia y discriminación, y Francisco quiere una escuela “inclusiva”.  


Educación en la Revolución. Este video es uno de los inspiradores de este proyecto, incluido en su sitio web. Personajes infames como Dalai Lama y Nelson Mandela son invocados como garantes de este proyecto de educación global.