sábado, 9 de marzo de 2013

LOS DEFENSORES DEL EMBUSTE




Nos enteramos que un blog llamado “Hacia la verdadera Cristiandad”, dedicado a hacer su aporte a la defensa de la Fraternidad -blog no desprovisto de una intrépida estulticia- arroja groseramente a la consideración del pobre lector un vilipendio ponzoñoso y torpe dirigido al Padre Faure, valiéndose de una antigua fotografía. El obtuso señalador de “desertores” que llena ese blog (algo así como el Simón Wiesenthal de la Fraternidad), haciendo uso de sus agudas facultades reflexivas, aprovecha también para atribuirle a Monseñor Lefebvre una infalibilidad casi divina. Su caletre concibe, a partir de la foto que se muestra arriba, una especie de razonamiento, que dice así:


“MIREMOS LA FOTO.
A UNO LO CONSAGRÓ OBISPO Y AL OTRO NO.
EL OBISPO PERMANECE FIEL, EL OTRO DESERTÓ.
MONSEÑOR LEFEBVRE TENÍA RAZÓN.”

 Pasmados nos quedamos viendo que, lejos de hacer un sesudo ensayo, artículo o investigación para esclarecer al lector sobre por qué el Padre Faure es un “desertor” de la obra de Monseñor Lefebvre, y por qué sus razones son inválidas, incoherentes o falsas, el culpable del blog resulta ser mucho más práctico e instantáneo para hacernos comprender el meollo del problema. Nada de análisis o refutaciones. No hay tiempo para ello. ¿Por qué mejor no señalar a un “desertor” contando con la ayuda de Monseñor Lefebvre, que previendo o sospechando lo que iba a ocurrir en el Año del Señor 2013, evitó consagrar obispo a un futuro desertor? ¡Oh, pero hay un obispo que “desertó”! Bueno, bueno…esa foto no la conseguimos. “Es lo que hay”, como suele decirse.

Nosotros quisiéramos probar a deslizarnos tan fácilmente por un razonamiento semejante, para lo cual facilitamos las fotos y las conclusiones posibles:


“MIREMOS LA FOTO.
A UNO MONS. LEFEBVRE NO LO CONSAGRÓ OBISPO (YA LO ERA).
AL OTRO SÍ. ÉSTE DESERTÓ.
MONSEÑOR LEFEBVRE SE EQUIVOCÓ.”

 O también podríamos llevar agua para nuestro molino, y así valiéndonos de esa foto hacerle decir a ésta:

“MIREMOS LA FOTO.
LOS HOMBRES DE MAYOR CONFIANZA DE MONS. LEFEBVRE ESTÁN MÁS CERCA SUYO EN LA FOTO. EL LOS QUISO A SU LADO. SON MONS. DE CASTRO MAYER Y MONS. WILLIAMSON. UNO FUE “EXPULSADO” DE LA IGLESIA POR SER FIEL A LEFEBVRE. EL OTRO FUE “EXPULSADO” DE LA FRATERNIDAD POR SER FIEL A LEFEBVRE.
MONS. LEFEBVRE TENÍA RAZÓN”.

También podríamos –ya que estamos ¡animémonos!- usar la foto siguiente para decir:


“MIREMOS LA FOTO.
LOS HOMBRES DE MÁS CONFIANZA DE MONS. LEFEBVRE ESTÁN JUNTO A ÉL. LOS HOMBRES EN QUIEN MENOS CONFIABA, MÁS LEJOS. MONS. WILLIAMSON ESTÁ A SU LADO.
MONS. FELLAY EN UN EXTREMO.
MONS. LEFEBVRE TENÍA RAZÓN EN MANTENER A MONS. FELLAY LEJOS SUYO”.

Podríamos por supuesto agregar infinidad de fotografías para seguir elucubrando conclusiones antojadizas y evitar así tener que perder el tiempo en investigar, cotejar y reflexionar. Desde luego que una fotografía puede decir muchas cosas y en ocasiones “vale más que mil palabras”, como dice el refranero popular. Pero hacer uso de una imagen para extraer una conclusión que le es completamente ajena y ni siquiera sugerida por la misma, muestra que los “defensores” de la Fraternidad – del liberalismo de la Fraternidad, entiéndase- están desprovistos de toda razón y no les queda más que, o el asalto torpe y calumniador, o la afirmación ilusoria y alfonsínica de que “la casa está en orden”. No puede esperarse otra cosa de quienes sueñan con el aflujo de una muchedumbre bulliciosa congregada en la Plaza San Pedro batiendo palmas por Monseñor Lefebvre: ese sería para ellos su triunfo. ¡Ah, pero esa fue precisamente la gran victoria de Monseñor Lefebvre, no haber sido un Escrivá de Balaguer canonizado por la Iglesia modernista, sino haber muerto en la cruz del desprecio oficial del fariseísmo como N.S. Jesucristo, para ir a recibir su premio glorioso allí donde otra multitud, ésta angélica, entregase su admiración gozosa ante el Campeón de la Resistencia Católica!

¿Cómo no recordar, al toparnos con tal infundio, la Sabiduría bíblica, como cuando dice:

“El que discurre con sofisterías,
se hace odioso;
quedará defraudado en todas las cosas.
No le ha dado el Señor gracia;
porque carece de todo saber”
(Eclesiástico 37, 23-24)?

Pero porque sabemos también que

“Con el necio no hables mucho
(…)
Desvíate de él,
y tendrás sosiego,
y no recibirás tedio por su necedad”
(Eclesiástico 22, 16)

pero también

“No te avergüences de corregir a los insensatos,
y a los necios”
(Ecl. 42, 8)

sólo queremos constatar que ese es uno de los grandes problemas actuales de la Fraternidad: la obsecuencia servil, la perezosa irreflexión, el silencio temeroso, el iluso optimismo, el oportunismo barato y un desprecio mayúsculo por la inteligencia.

Dios nos libre de no amar la Sabiduría, porque sólo por ella seremos capaces de obrar la caridad.