sábado, 26 de enero de 2013

LOS MASONES Y EL VATICANO II


El elogio de los masones al Concilio:
"Nos enseñó el valor del diálogo”
Vatican Insider
10/12/2012

El símbolo de la Masonería
Las relaciones con la Iglesia siguen siendo difíciles: “Hoy, ese gran impulso ha sido sustituido con una conducta dogmática”
GIACOMO GALEAZZI
Ciudad DEL VATICANO
El elogio de los masones al Concilio. “El Vaticano II enseñó a los creyentes el valor del diálogo como método que hace posible el encuentro entre los hombres, más allá de cualquier credo o pertenencia; a sentirse parte de una comunidad en movimiento. A nosotros los laicos, nos enseñó a reconocer la humanidad de la Iglesia. Después de 50 años, este mensaje de paz, de concordia y de fraternidad entre todos los hombres está más vivo que nunca y es necesario para reaccionar a la crisis de valores que amenaza a nuestro mundo moderno”, dijo Gustavo Raffi, gran maestro del Gran Oriente de Italia, al recordar el aniversario de la apertura de los trabajos del Concilio Ecuménico Vaticano II. “El Concilio -indicó- obligó a los hombres de Iglesia a afrontar a la sociedad en el momento en el que se estaba abriendo a la modernidad. Entre los resultados, una nueva concepción de una institución que corría el riesgo de permanecer encerrada en la torre de marfil de la doctrina y que en cambio decidió abrir las puertas a los hombres. Es triste tener que constatar que en estos días este gran impulso hacia una visión más humana de la Iglesia haya sido sustituida con un enroque dogmático, con una actitud cerrada”, subrayó. “La Masonería, desde hace ya siglos, enseña a ver más allá de los horizontes de los dogmas y de las diferencias -explicó Raffi-, abriendo el corazón al encuentro con el otro, con una nueva disposición de conocimiento y de respeto. Esperamos que la Iglesia vuelva a abrirse al mundo, inspirándose justamente en esa breve y valiente primavera que representa el Concilio Vaticano y en el ejemplo, a menudo olvidado, del Papa Montini, para que acepte dialogar, sin prejuicios, con todos los hombres de buena voluntad”. La historia de las relaciones entre la Iglesia y la masonería está marcada por momentos de enorme cerrazón, fases de apertura y de diálogo. El problema se encuentra en las cuestiones más delicadas que afectan a la Iglesia. Se trata de una historia poco conocida, llena de condenas pontificias (sobre todo en los siglos XVIII y XIX), pero también con momentos contradictorios en el siglo XX. El primer pronunciamiento papal sobre la masonería se debe a Clemente XII, que el 28 de abril de 1738 (a 21 años del nacimiento oficial de este grupo), promulgó la bula “In eminenti”, con la cual indicó la incompatibilidad entre la Iglesia y la masonería. A partir de entonces se ha venido desarrollando un recorrido muy problemático a lo largo de la historia.


Gustavo Raffi