jueves, 3 de noviembre de 2016

AYUDA PARA EL SEMINARIO SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT - MENSAJE DE MONS. FAURE





El seminario San Luis-María Grignion de Montfort va por su segundo año: Los seminaristas son una docena. La casa que rentamos se ha vuelto demasiado pequeña. Hemos encontrado una propiedad que nos convendría la cual tiene una cantidad de cuartos que podría convenirnos durante varios años. Sin embargo, además de los fondos de los cuales ya disponemos, necesitamos reunir rápidamente otros 250.000 euros.

Gracias a Dios, el primer año del seminario ha pasado con felicidad, sin demasiadas limitaciones materiales, y sobre todo con el apoyo de los Padres del Convento de Avrillé que proporcionan una parte importante de la enseñanza con gran seriedad doctrinal y pedagógica,  Sin embargo la afluencia de nuevos candidatos nos obliga a prever algo más grande.

¿Por qué razón, estimados fieles, nos hemos lanzado en esta obra?

La presente crisis de la tradición viene de una lamentable tentación: la de querer obtener de la Roma modernista un « reconocimiento ». Sin embargo, no pasa un día sin que esta Roma sea una ocasión de escándalo, destruyendo la doctrina y la moral de manera irreversible del punto de vista humano. Como lo decía Monseñor Lefebvre, aun reconociendo la legitimidad de las autoridades romanas y diocesanas, ponernos bajo su autoridad directa o indirecta va en contra de nuestra fe.

Pero por otra parte, jóvenes piensan en la vocación y piden ser sacerdotes de Jesucristo a pesar de los numerosos obstáculos que deben cruzar. 

Para continuar el combate de Monseñor Lefebvre, Monseñor Williamson ha tomado la valiente decisión de consagrar dos obispos. ¿Pero cuál es la finalidad de un obispo si no la de formar y ordenar buenos sacerdotes? ¡Deseábamos tener seminaristas, he aquí que son una docena!

El mejor remedio para la descristianización de las almas y de las naciones reside en la creación, el mantenimiento, y el desarrollo de un seminario auténticamente católico.

 ¡Ayúdenos a continuar el combate de Monseñor Lefebvre!

¡Que Dios los bendiga!

Mons. Jean Michel Faure