Francisco
recorrió la Plaza de San Pedro con un casco de bombero
El
Papa volvió a hacer gala de su estilo desenfadado y
se colocó en la cabeza el regalo de uno de los miles de fieles que se acercaron
a su tradicional audiencia de los miércoles. En ella, el Sumo Pontífice aseguró
que "una Iglesia que se cierra en sí misma y en el pasado
traiciona la propia identidad"
El
papa Francisco volvió a hacer gala esta mañana de su estilo desenfadado y
cercano a la gente, cuando recibió un casco de bomberos de parte de uno de los
miles de fieles que se acercan a escuchar su alocución, se lo colocó en
la cabeza y recorrió con él la Plaza San Pedro antes de encabezar su
tradicional audiencia general de los miércoles.
Las
miles de personas que se encontraban en el Vaticano para presenciar la
catequesis semanal del Santo Padre se sorprendieron, le sacaron fotos y se
preguntaban por qué el Papa usaba un casco en su ya clásico baño de multitudes,
hasta que descubrieron que había sido el regalo de uno de los asistentes a
la audiencia, quien aprovechó la cercanía con Francisco para entregarle un
objeto personal.
No
es la primera vez que se lo ve al Papa haciendo gala de elementos que, a
priori, nada tienen que ver con el Santo Padre. En septiembre último, cuando
visitó una mina en la isla de Cerdeña, también se puso un casco, en ese caso
amarillo y con una linterna al frente, que le había regalado un trabajador.
"Una
Iglesia que se cierra en sí misma y en el pasado traiciona la propia identidad",
advirtió Francisco en su catequesis de esta mañana, cuyo tema fue "La
Iglesia es apostólica".
"La
Iglesia, que continúa en la historia la tarea de llevar el Evangelio a todo el
mundo, tiene sus raíces en la enseñanza de los Apóstoles, pero mira hacia el
futuro, tiene la firme conciencia de ser enviada, de ser misionera", dijo
el pontífice.
Además, Francisco
calificó hoy de "escándalo" que exista el hambre y la malnutrición en
el mundo y criticó "el consumismo, el desperdicio y el despilfarro de
alimento" en un mensaje enviado al director de la FAO, José
Graziano da Silva, en ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación.
En
su mensaje, que fue leído hoy durante la celebración de esta jornada en la
sede, en Roma, de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura
(FAO), el pontífice consideró que uno "de los desafíos más serios para la
humanidad es el de la trágica condición en la que viven todavía
millones de personas hambrientas y malnutridas, entre ellas muchos niños".
El
ex arzobispo Jorge Bergoglio hizo notar la paradoja de cómo la globalización
permite conocer las situaciones de necesidad de las personas en todo el mundo,
pero sin embargo "crece la tendencia al individualismo" y a "la
indiferencia tanto a nivel personal como de las instituciones y de los estados,
respecto a quien muere de hambre o padece malnutrición".
Para
el Papa, es necesario "hoy más que nunca, educar a la solidaridad,
redescubrir el valor y el significado de esta palabra tan incómoda, y muy
frecuentemente dejada de lado, y hacer que se convierta en actitud de fondo en
las decisiones en el plano político, económico y financiero, en las relaciones
entre las personas, entre los pueblos y entre las naciones".
"Sólo
superando visiones egoístas e intereses de parte, también se podrá lograr
finalmente el objetivo de eliminar las formas de indigencia determinadas por la
carencia de alimentos", agregó.
El papa Francisco llamó a "no
bajar la guardia contra el antisemitismo"
En
el aniversario de la deportación de los judíos romanos, el pontífice envió una
carta al rabino jefe de Roma.
El
papa Francisco paseó con un casco de bombero por la plaza San Pedro. (EFE)
16/10/13
- 11:49
El
papa Francisco envió hoy una carta al rabino jefe de Roma, Riccardi di Segni,
en ocasión del 70 aniversario de la deportación de los judíos romanos,
afirmando que es preciso "no olvidarlos" y "no
bajar la guardia contra el antisemitismo".
"Es
nuestro deber tener presente ante nuestros ojos el destino de aquellos
deportados, percibir su miedo, su dolor, su desesperación, para no
olvidarlos, para mantenerlos vivos, en nuestro recuerdo y en nuestra plegaria,
junto con sus familias, parientes y amigos, que lloraron su pérdida y quedaron
abatidos frente a la barbarie que puede alcanzar el ser humano", agregó la
carta del Papa, leída en la sinagoga y difundida por el Vaticano.
Conmemorar
la deportación es "un llamado a las nuevas generaciones para no
aplastar su propia existencia, a no dejarse arrastrar por las ideologías, a
no justificar nunca el mal que encontramos, a no bajar la guardia contra el
antisemitismo y el racismo", sostuvo.
El
beato Juan Pablo II -indicó Francisco- escribía que la memoria está llamada a
desempeñar un papel necesario "en el proceso de construcción de un futuro
en el cual la indecible iniquidad de la Shoah nunca más sea posible".
Fuente: Agencias