lunes, 14 de octubre de 2013

VERDADES OPORTUNAS QUE SE OPONEN A LOS ERRORES CONTEMPORÁNEOS


COMPENDIO DE VERDADES OPORTUNAS QUE SE
OPONEN A LOS ERRORES CONTEMPORÁNEOS

Mons. Antonio de Castro Mayer



Sobre métodos de apostolado


36

FALSO               
La disputa entre católicos o con acatólicos perjudica necesariamente la caridad; es siempre un mal. Los que polemizan, si no son herejes de la verdad, lo son de la caridad.

VERDADERO
La polémica justa y oportuna es uno de los medios para fomentar la caridad, contribuyendo a unir los espíritus en la verdad. No discutir puede, en algunos casos, constituir lo que llaman herejía contra la caridad.



Explanación
La sentencia impugnada supone que las divergencias de orden dogmático deben ser despreciadas, ya que estas divergencias son las que dan lugar a las polémicas. Esta actitud mental, característicamente "irenista", puede conducir a un interconfesionalismo teórico, con funestas repercusiones en el orden práctico, pues su consecuencia natural es el indiferentismo religioso. Está ella condenada implícitamente en la anatematización de la sentencia 94 de Quesnell, como vimos arriba, ya que esta proposición recrimina la firmeza de la Santa Iglesia, y se trataba, como consta por la Historia, de la firmeza en la fe, aunque los Jansenistas tildasen a la Santa Sede de exagerada en sus exigencias.
Si la sentencia impugnada fuese verdadera, sería imposible la lucha contra los enemigos externos que, cubiertos con piel de oveja, procuran diezmar la Iglesia, y sobre todo contra sus enemigos internos, el rebaño. El Bienaventurado Pío X en carta al Eminentísimo Cardenal Ferrari, Arzobispo de Milán, enseña cuan nociva puede ser a la Iglesia tal línea de conducta "...aquellos que recogieron en sus escritos todos los errores del modernismo, que fingieron una sumisión exterior para permanecer en el redil y extender con más seguridad sus errores, que continúan su nefasta obra con lecturas y reuniones secretas, que, en una palabra traicionan a la Iglesia, fingiéndose amigos... ¿Quién no ve la impresión triste y el escándalo que produce en las almas el considerar como católicos a estos miserables, a quienes, para obedecer al Apóstol San Juan, deberíamos nosotros negar hasta el mismo saludo?"(Estudio histórico en el Proceso de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Pío X, pág. 144, apud "La Pensée Catholique", núm. 23, pág. 80) [4].