-La teología de la liberación, que el Papa Wojtyla excomulgó, estaba
bastante presente en América Latina.
-“Sí, muchos de sus exponentes eran argentinos”.
-¿Usted piensa que fue justo que el Papa la combatiese?
-“Ciertamente daban un seguimiento político a su teología, pero muchos de ellos eran creyentes y con
un alto concepto de humanidad”.
Como hábil político que es, Francisco elude astutamente la controversia
sobre un tema polémico por el cual le preguntan, pero destacando indirectamente
los valores positivos de quienes integraron –e integran- esa nefasta corriente
que subvirtió la Iglesia en el continente americano. Su encuentro con el
apóstata Gustavo Gutierrez y los elogios insistentes del apóstata Leonardo
Boff, más el apoyo cómplice del heretizante Cardenal Kasper, no hacen más que
confirmar el perfil y el plan en marcha de Bergoglio, para que aquello que se
aplicó entre nosotros –con exitosos resultados, aunque sin llegar a su
culminación en todo lo extenso de la Iglesia Establecida- se lleve a cabo a
nivel mundial, en mayor medida y profundidad, pero con más astucia y apoyo
mediático, por uno de sus velados representantes.
Uno de los personajes con los que Bergoglio ha tenido amistoso contacto
y del que puede decirse que sigue los lineamientos ha sido el escandaloso y
apóstata obispo Jerónimo Podestá, funesto personaje que se juntó (o “casó”) con
una mujer divorciada y feminista y terminó sus días siendo Presidente
de la “Federación Latinoamericana de Sacerdotes Casados”.
Profesor
de Teología en el Seminario de La Plata, Obispo de Avellaneda, en el Gran
Buenos Aires, participante del Vaticano II, Podestá se involucró en la política
brindando apoyo ideológico a militantes de organizaciones armadas subversivas,
y también tuvo participación activa en el retorno de Perón a la Argentina. Pero
quizás su rol más conocido sea el de propulsor de los “curas obreros” e
impulsor de lo que luego llegaría a ser el llamado “Movimiento de Sacerdotes
para el Tercer Mundo”, “versión argentina de la Iglesia Clandestina”, al decir
de Carlos Alberto Sacheri, en su libro “La
Iglesia Clandestina”, donde este neomodernismo progresista, a diferencia de
las herejías anteriores, intentó “transformar
la Iglesia desde su interior, negándose a abandonarla. Esta ‘herejía inmanente’
se ha convertido en una Iglesia paralela, subterránea, cuyos objetivos y
métodos se caracterizan por la clandestinidad propia de las sociedades secretas”.
Se
afirma que el haber descubierto en su libro la estructura clandestina de este
movimiento sacerdotal pro-marxista, entre otros servicios a Cristo Rey, fue lo
que hizo que Sacheri fuera asesinado por una banda terrorista al salir un
domingo de Misa, en tiempos en que las organizaciones castristas asolaban el
país con el terrorismo armado.
Pues
bien, hoy con Francisco, esa herejía de los pseudoprofetas progresistas ha
salido de la clandestinidad y ha ocupado el poder en Roma, dispuesta a acabar
con todo resto de verdadera Iglesia católica –desde luego que infructuosamente,
pues cuando parezca que el triunfo sea suyo, será el triunfo de Nuestro Señor
sobre sus enemigos.
Encuentro de dos herejes: Mons. Jerónimo Podestá y Mons. Helder Cámara. |
Destacamos
algunas declaraciones de este prelado revolucionario, que muestran, por un
lado, el grado de audacia de los herejes a la vez que la ignorancia y,
evidentemente, el pésimo nivel de los seminarios argentinos, que confirmaron en
su vocación a alguien que seguramente nunca tuvo fe o la perdió muy pronto, y
encima luego lo elevó al obispado, con los desastrosos resultados a la vista,
tratándose además no de un caso aislado, sino de uno más de un inmenso cardumen
de seguidores de la herejía.
Puede
decirse que muchas de las cosas que hace tiempo venía afirmando Podestá, son
las mismas que hoy dice Francisco en las entrevistas y sermones difundidos
masivamente. El discurso modernista, podría decirse, quiere renovarlo todo,
pero él mismo no se renueva. Cambian sus medios de comunicarlo, a la vez que disminuye
en general la recta doctrina en los cristianos, que entonces dejan de discernir
el lenguaje equívoco y modernista.
Mons.
Lefebvre (en “Le destronaron”) hace un recuento clarísimo de las orientaciones
que surgieron del espíritu liberal del concilio, a saber:
El
sacerdocio de los fieles.
Exaltación
de la conciencia por encima de la ley.
Definición
liberal de la verdad.
Confusiones
e incoherencias.
Tendencia
al indiferentismo religioso.
Tendencia
al naturalismo.
Sincretismo
religioso.
La
búsqueda.
El
diálogo.
Veremos
que algunas de estas ideas, muchas veces entremezcladas, se repiten tanto en el discurso liberal de
Podestá como de Francisco:
La
Iglesia debe renovarse en sus estructuras, pues estas la vuelven pecadora y le
impiden avanzar.
Podestá:
“La Iglesia misma se
halla inmersa en la situación de pecado. Esta no es privativa de la sociedad
humana, sino que afecta también a la estructura misma de la Iglesia. Cuando la
Iglesia denuncia al mundo, se denuncia a sí misma.
Porque no sólo falta diálogo,
justicia, solidaridad y amor entre los hombres sino que también hay injusticia
y opresión en las propias estructuras de la Iglesia. Si hacen falta en el mundo
profundos cambios de estructura e innovaciones audaces, profundamente
renovadoras, en primer lugar hacen falta en las propias estructuras de la
Iglesia porque también ella debe favorecer la plena liberación.”
Francisco:
"En
la vida cristiana y en la Iglesia también hay estructuras antiguas y frágiles.
Debemos renovarlas". "No debemos tener miedo de abandonar las
estructuras frágiles que nos encorsetan"
(El papa Francisco quiere renovar las
estructuras "antiguas y frágiles" de la Iglesia, La Nación,
6/7/13).
“Prefiero
mil veces una Iglesia accidentada que enferma".
(Francisco, a los obispos argentinos:
"Prefiero mil veces una Iglesia accidentada que enferma". La
Nación, 17/4/13)
No
hacer proselitismo sino dialogar con los demás, la Iglesia debe igualarse con
la gente, hacerse desde abajo hacia arriba.
Podestá:
“Bueno, el estilo que
impusimos [en las villas] fue el siguiente: ‘No vamos a empezar construyendo
una capilla poniendo una cruz encima con una campanita para que la gente venga.
¡No! La Iglesia hay que construirla de otra manera. Van a ir de a tres a un
barrio, van a alquilar una casita y van a vivir ahí; y van a empezar a tomar
contacto con la gente y van a ir a la Biblioteca Popular, a la Sociedad de
Fomento, van a empezar por detectar las instituciones del barrio. Y van a ir y
se van a presentar a colaborar y después de un tiempo…la gente se empieza a
preguntar:’¿Quiénes son éstos?’. Van a ubicar dónde viven, cómo viven, no
empiecen porque sino la gente les va a pedir misas, funerales, primeras
comuniones, bautismos, y ustedes tienen que entrar con la gente, a convivir con
la gente’. Bueno ése era mi sistema, que inicié yo y que por desgracia no lo
han seguido.
Era distinto, la Iglesia desde abajo, desde el pueblo,
desde la realidad humana. Digamos que fueron las dos cosas revolucionarias
que yo hice. Y la tercera, el testimonio de mi vida”.
Francisco:
“El
proselitismo es una solemne tontería, no tiene sentido. Es necesario conocerse,
escucharse y hacer crecer el conocimiento del mundo que nos rodea. A mí
me pasa que después de un encuentro quiero tener otro porque nacen nuevas ideas
y se descubren nuevas necesidades. Esto es importante, conocerse, escuchar,
ampliar el cerco de los pensamientos. El mundo está lleno de caminos que se
acercan y alejan, pero lo importante es que lleven hacia el “Bien”.
Aplicar
el Concilio Vaticano II y propiciar la colegialidad para evitar una Iglesia
autoritaria.
Podestá:
“El Concilio empezó en
el sesenta y dos.
Un día invitaron a uno
de los teólogos más famosos de la primera mitad del siglo, que es el alemán
Karl Rahner. Trajo este tema de la colegialidad y lo fundamentaba, incluso, en
el Evangelio, diciendo que Jesucristo había reunido doce primeros
organizadores, así se los llamó:’El colegio de los doce apóstoles’. Entonces él
empezó a explicar cómo del autoritarismo vertical quería pasar a una
organización más horizontal, que aún no se ha logrado. Y lo extendió a la
diócesis misma. El obispo debe reunir a sus sacerdotes, escucharlos, pedirles
su opinión, cosa que no se hace para nada. Y este señor Rahner hizo una
exposición fantástica. Pero la mayoría de los grandes arzobispos de entonces
dijeron:’Pero este señor nos quiere imponer cosas…’ ¡No entendieron nada!”.
Francisco:
“El
Vaticano II, inspirado por el papa Juan y por Pablo VI, decidió mirar al futuro
con espíritu moderno y abrirse a la cultura moderna. Los padres conciliares
sabían que abrirse a la cultura moderna significaba ecumenismo religioso y
diálogo con los no creyentes. Después de entonces, se hizo muy poco en esa
dirección. Yo tengo la humildad y la ambición de querer hacerlo”.
"Encontremos
el camino para la coordinación entre el sínodo y el obispo de Roma”. “Se
trata de un desafío. ¡Adelante, con libertad! ¡Necesito el aporte de los
sínodos. Sin miedo!"
(Francisco quiere que haya más colegialidad
en la Iglesia, 13/06/13, Cadena3.com)
“Los
católicos pueden aprender la sinodalidad de los hermanos ortodoxos”
(Francisco da muestras de querer mayor
sinodalidad en la Iglesia, Codex vaticanum, 28/06/13).
La
Iglesia de antes no comprendió a los judíos. Ahora es tiempo de amistad con
ellos. La Iglesia debe combatir activamente el antisemitismo.
Podestá:
“Que yo recuerde hablé
yo, una vez [durante el concilio]. ¿Para qué? Para decir que la Iglesia llevaba
encima un pecado grave, que la iglesia católica había fomentado desde la Edad
media, el antisemitismo y la persecución a los judíos, que eso debía terminar.
Empezando por quitar una oraciones vejatorias que se leían entonces y (después
se quitaron) el Viernes Santo llamando a los judíos ‘el pueblo deicida’ (el
pueblo que mató a Dios). (…) Bueno, en el Concilio yo hice esa intervención”.
Francisco:
“Un
cristiano no puede ser antisemita”
(Francisco:
"Un cristiano no puede ser antisemita". Rome Reports, 11/10/13).
"Un
cristiano no puede ser antisemita porque debe conocer su raíz judía y reconocer
a sus hermanos". "Debemos trabajar conjuntamente con la consigna de
diálogo, diálogo y más diálogo hasta que alcancemos el entendimiento".
(Papa Francisco: "un cristiano no puede
ser antisemita porque debe conocer su raíz judía". Terra, 2/09/13)
“Ese
santo (San Agustín) pasó por muchas cosas en su vida y cambió muchas veces su
posición doctrinal. Tuvo también palabras fuertes contra los judíos, que nunca
compartí”.
Horizontalización
de la Iglesia. Des-clericalismo. Apertura a la diversidad sexual. Mayor
protagonismo de la mujer. Libertad de obrar según la propia conciencia sin
“coacciones”.
Podestá:
“Las conclusiones del Concilio
las viví con mucha alegría. Porque vi que había una renovación. Lo que todavía
estamos propiciando es que se cumplan, que se hagan efectivas, que se
transforme la Iglesia. Y ahora las ha tomado un movimiento que empezó en Austria,
Alemania, España, Estados Unidos, Bélgica, Francia y hasta en Brasil, que se
llama el Movimiento de la Iglesia de Base. Literalmente, en Austria lo llaman
la Iglesia de Base. Y piden tres o cuatro cosas muy elementales: 1. Que la Iglesia sea horizontal. 2. Que se desclericalice, que se acaben
los estratos clérigos y laicos. 3. Que
se reconozca que lo más importante en la Iglesia no es el sacerdocio sino el
bautismo. El bautismo es el que adhiere al ideal propuesto por Jesús en el
Evangelio, el Reino de Dios, la fraternidad humana. La fraternidad universal.
Democratización u horizontalización de la Iglesia. Liquidar los estratos verticales de la iglesia. Que en la conducción de la iglesia
participen todos. Que se termine con la división entre la Iglesia que manda y
la Iglesia que obedece, la Iglesia que enseña y la Iglesia que simplemente
acata. 4. Después, piden que la
Iglesia termine con la visión negativa del sexo. “Todo es pecado”. Es
cierto que hay pecado en el sexo, como lo hay en todo, en el uso del dinero, en
la compra venta, en todo puede haber fallas pero no hay que culpar al sexo y
hay que valorar al sexo y por eso piden que haya libertad de opción entre el
celibato y el que no lo elija. No hacer ostentación, y mucho menos se le dé
importancia y de esa manera valorar la riqueza de la afectividad humana. Y la
última cosa que yo diría que piden: 5. Es
la integración de la mujer. La Iglesia es una de las organizaciones más
grandes mundialmente. Pero es la única organización en que la mujer no toma decisiones.
Que colabore, que sea monjita, que ayude, pero que aspiren no. Entonces la
valoración y la integración de la mujer en la conducción de la iglesia.
Fíjense qué sencillo pero ¡qué
programa!
A esto apuntaba el Concilio.
Podríamos poner dos o tres agregados. El Concilio abrió el camino a una actitud
(el Papa acaba de comentarla pero no dice los caminos. Porque si no se barren
los obstáculos no se puede hacer nada): la integración de las iglesias
cristianas. El principal obstáculo lo pone la Iglesia católica cuando exige
estar ella arriba de todos. La Iglesia católica se opuso a integrar el Consejo
Mundial de Iglesias que organizaban los protestantes. No quiso.
El Concilio no resolvió este
dilema, pero sí instó al ecumenismo religioso, es decir a poner todas las
Iglesias unidas. Se ha andado un poco en el terreno del concepto, pero no en la
práctica. Además, el Concilio insistió en la unión y la valoración de todas las
Iglesias de todas las religiones, y establecer vínculos de relación cordial de
colaboración. Hasta ahora, la Iglesia católica dice “yo soy la religión
verdadera”.
Jesús vino hace veinte siglos,
pero antes de Jesús hubo cinco mil años de historia, casi otros cinco mil de
prehistoria. ¿Y qué hacía Dios? ¿Recién empezó a instruir ahora? ¿Y a los otros
qué? ¡No! Los otros tenían el saber religioso de su propia cultura. Entonces,
acogida, relación cordial y fraterna y hay otros dos puntos más que quiero
señalar del Concilio. Una declaración muy cortita y sabia que propiciaron los
obispos franceses y la lograron, la
norma inmediata y suprema de obrar por propia conciencia.
Si creo en Dios, yo tengo que decir: Dios me habla aquí
adentro, es mi conciencia, y además promueve la
originalidad del ser humano y la dignidad del ser humano, que es ser persona,
entre libre y autónoma. Esto hay que enseñarlo a la gente y esto lo dijo el
Concilio de una manera muy simple: la
norma definitiva y primera del obrar es la propia conciencia. Es una de las
definiciones más chicas y más importantes. Después otra, que todavía va a tener
que aplicarse fue el último tema que trató el Concilio y fue: la relación de la
Iglesia y el mundo.
En el catolicismo hubo un período
muy funesto, muy importante y muy largo en que el catolicismo se presentaba
como una actitud religiosa de despreciar el mundo para ganar el cielo, no
importaba el más acá. El más acá era un período de prueba para pegar el salto
al más allá. ¡Qué concepción! Además de eso, había una actitud negativa con
respecto a la mayoría de las cosas del más acá: el trabajo, la cultura, la
educación, la economía. Fue una visión, bueno, de evadirse del mundo. Para ser
buen cristiano había que ser santo, evadirse del mundo. El ascetismo, la
negación de los valores humanos, de las satisfacciones humanas, del placer,
había que negarse para conquistar el cielo. Todo eso dominado por una visión
terrible del pecado. El querer actuar, el querer gozar en el mundo era pecar o
arriesgarse a pecar. El ideal del santo era el que se retiraba del mundo y se
dedicaba a la oración. Bueno, a esto el Concilio le dedicó un documento para
hablar de la relación entre la Iglesia y el mundo, viendo la importancia. Pero
todavía no se han desarrollado todas las consecuencias. Hay mucho por hacer
todavía. Pero, por lo menos se rompió esa relación de negativismo, que el mundo
es malo, que todo es pecado…”.
Francisco:
1 “Este es el inicio de esa
Iglesia con una organización no vertical sino horizontal”.
2 “Me pasa a mí también, cuando
tengo enfrente a un clerical, me convierto en anticlerical de repente. El
clericalismo no tiene nada que ver con el cristianismo. San Pablo fue el
primero en hablarle a los Gentiles, a los paganos, a los creyentes de otras
religiones, fue el primero que nos lo enseñó”. “Los jefes de la Iglesia a menudo
han sido narcisistas, halagados y exaltados por sus cortesanos… La corte es la
lepra del papado”. “La propuesta de los grupos bíblicos, de las comunidades
eclesiales de base y de los Consejos pastorales va en la línea de superación
del clericalismo y de un crecimiento de la responsabilidad laical”.
(Discurso al Comité de
coordinación del CELAM, 28/7/13).
3 “El pueblo es sujeto. Y la
Iglesia es el pueblo de Dios en camino a través de la historia, con gozos y
dolores. Sentir con la Iglesia, por tanto, para mí quiere decir estar en este
pueblo Y el conjunto de los fieles es infalible cuando cree, y manifiesta esta infalibilidad
suya al creer, mediante el sentido sobrenatural de la fe de todo el pueblo que
camina. Esta es mi manera de entender el sentir con la Iglesia de que habla San
Ignacio. Cuando el diálogo entre la gente y los obispos y el papa sigue esta
línea y es leal, está asistido por el espíritu Santo. No se trata, por tanto,
de un sentir referido a los teólogos”.
4 “En Buenos Aires recibía cartas
de personas homosexuales que son verdaderos ’heridos sociales‘, porque me dicen
que sienten que la Iglesia siempre les ha condenado. Pero la Iglesia no quiere
hacer eso. Durante el vuelo en que regresaba de Río de Janeiro dije que si una
persona homosexual tiene buena voluntad y busca a Dios, yo no soy quién para
juzgarla. Al decir esto he dicho lo que dice el Catecismo. La religión tiene
derecho de expresar sus propias opiniones al servicio de las personas, pero
Dios en la creación nos ha hecho libres: no es posible una injerencia
espiritual en la vida personal. Una vez una persona, para provocarme, me
preguntó si yo aprobaba la homosexualidad. Yo entonces le respondí con otra
pregunta: ‘Dime, Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su
existencia con afecto o la rechaza y la condena?’. Hay que tener siempre en
cuenta a la persona. Y aquí entramos en el misterio del ser humano. En esta
vida Dios acompaña a las personas y es nuestro deber acompañarlas a partir de
su condición. Hay que acompañar con misericordia”.
5 “Es necesario ampliar los
espacios para una presencia femenina más incisiva en la Iglesia. Temo la
solución del ‘machismo con faldas’, porque la mujer tiene una estructura
diferente del varón. Pero los discursos que oigo sobre el rol de la mujer a
menudo se inspiran en una ideología machista. Las mujeres están formulando
cuestiones profundas que debemos afrontar. La Iglesia no puede ser ella misma
sin la mujer y el papel que esta desempeña. La mujer es imprescindible para la
Iglesia. María, una mujer, es más importante que los obispos. Digo esto porque
no hay que confundir la función con la dignidad. Es preciso, por tanto, profundizar
más en la figura de la mujer en la Iglesia. Hay que trabajar más hasta elaborar
una teología profunda de la mujer”.
Usted, Santidad, ya lo escribió en la carta que me mandó.
La conciencia es autónoma, dijo, y cada uno debe obedecer a la propia conciencia.
Creo que esta es una de las frases más valientes dichas por un Papa.
“Y lo repito. Cada uno tiene su
propia idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal
como él lo concibe. Bastaría eso para cambiar el mundo”.
Mirar hacia adelante sin volver al pasado. La Iglesia
evoluciona.
Podestá:
“Primera cosa, lo que yo les decía a mis alumnos del seminario:
‘Mirá, en el seminario quieren enseñarles a ustedes que ser cura es lo más
grande, sublime…Es una idiotez, ser cura es un riesgo de la gran siete, porque
te van a pedir que representes a Jesucristo y vos en el mejor de los casos no
vas a ser más que una caricatura de él. Entonces, tené cuidado.
Segundo, que no te vengan con la
sublimidad del sacerdocio, porque sacerdocio son todos, tu mamá vivió en
sacerdocio, tu papá, tu maestra, el buen político –hay pocos pero hay algunos
(risas)- es un sacerdocio, el médico, pero no te creas, sacerdocio…’ Hubo un
período de mi vida en que yo descubrí a San Agustín y aprendí de él algunas cosas.
Y habla con respecto al sacerdocio. Dice Agustín en una frase que es casi como
una exclamación, una oración, hablando de Jesús, porque Jesús, hablando a Dios
Padre, fue sacerdote y sacrificio ante todo, ante Dios. Pero fue sacerdote
precisamente por su condición de sacrificio. Ser sacerdote serás en la medida
en que seas capaz de entregar tu vida, en lo que sea, en lo que te toque. Ahora
si querés ser sacerdote vas a tener…y le explicaría lo que acabo de explicar a
ustedes cómo la Iglesia está atrasada,
desenfocada, cómo tiene que ser reajustada. Pero que él siga a Jesús y lo
va a encontrar, lo demás…lo demás es cartón pintado”.
Francisco:
“Aquel que hoy buscase siempre
soluciones disciplinares, el que tienda a la ‘seguridad’ doctrinal de modo exagerado,
el que busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, posee una visión
estática e involutiva. Y así la fe se convierte en una ideología entre tantas
otras”.
Otras declaraciones pintan al apóstata y amigo de Bergoglio de cuerpo
entero:
“Hay un hecho que define para
América y es producto de esta gran figura, inmensa, gigantesca, que se llama
Helder Cámara. Propició la reunión de Medellín. Y ver allí cómo los
pronunciamientos de la Iglesia se han ido superando desde ese fabuloso,
increíble y horroroso documento que se llamó el “Syllabus” de Pío IX “Contra
los errores modernos” y tira mierda contra la democracia, los progresos
humanos. Una mente alienada”.
“Para mí el Che es un fenómeno,
fíjense, yo quisiera que alguien usando los métodos de análisis sociopolíticos,
sociológicos y también psicológicos, me explicara por qué el Che Guevara tiene
el enorme, el increíble prestigio que tiene en toda Latinoamérica, él encarnó
un ideal y después no me digan que ese prestigio surge falsamente, no, no,
surge de la gente.”
“Ahora…hay algunas cosas, acabo
de leer un artículo, interesante, un poco difícil, pero que de alguna manera
retoma una visión de un gran teólogo, filósofo y profeta que se llamó Teilhard
de Chardin, un jesuita, de principios de siglo, ¡que la Iglesia termine de
denostar a la carne!, espiritualicemos la materia pero no reneguemos de nuestra
realidad carnal. Entonces, tiene que haber una conversión, así como con
relación al pecado, con relación al sexo. Que sea una Iglesia mucho más positiva,
más constructiva y mucho más solidaria y fraterna”.
“La Iglesia de los sueños en
cuanto a la estructura formal no me atrevo a decir, porque no sé cómo van a
evolucionar las formas del mundo. Pero sí los valores, sí. La Iglesia tiene que
borrarse la opresión del pecado. No hablen más del pecado, hablen de lo que
está bien y de lo que está mal. Pero no para sobrecargar a la gente. No se
puede construir un futuro sobre la noción de pecado. Hay que construirlo sobre
la noción del bien, del amor, de la libertad”.
“Yo
soy un tipo absolutamente fracasado en todo. Fracasé en todo lo que inicié. Me
inicié en la Facultad de Medicina, fracasé. Quise estudiar Sagradas Escrituras,
me troncharon. Estudié Derecho Canónico, no me sirvió para nada. Sí me sirvió
para una cosa, como tenía título tenía un punto más a favor para que me
eligieran obispo, por tener el título de Doctor en Derecho Canónico. Después me
hicieron obispo: fracasé como obispo. Ah. No…hay una cosa en la que no fracasé:
que es en el amor. En eso sí no fracasé: ahí triunfé. Y triunfé quizás no por
mérito mío, sino por mérito de Clelia”.
Por su parte, la mujerona que terminó de hacer caer al
obispo Podestá, refiere algunas cosas interesantes de la relación de éste con
Bergoglio:
Libro de cartas de
la pareja, prologado por Boff y presentado por los agentes de la subversión
marxista Eugenio Zaffaroni (Juez de la Corte Suprema) y Estela de Carlotto (de
Abuelas de Plaza de Mayo).
"Jorge
Bergoglio se portó muy bien con los sacerdotes que se casaron"
La
ex compañera del obispo que impulsó las Comunidades de Base contó que cuando su
marido estaba enfermo, Bergoglio lo acompañó. Asegura que Francisco "fue
siempre peronista" y augura que será un "muy buen Papa".
–¿Cuándo
lo conoció a Bergoglio?
–Lo
conocí cuando Jerónimo estaba enfermo. Ninguno de la Iglesia se acercó, pero
cuando Bergoglio se enteró que estaba internado le habló por teléfono. Y cuando
lo trasladaron a terapia, Bergoglio estaba en una audiencia, largó todo y se
acercó a llevarle la unción de los enfermos –que no es lo mismo que la
extremaunción–. Sé lo que debe haber significado para Jerónimo, después de
tantos golpes que le dio la institución, que un cardenal lo acompañara y
estuviera rezando con él.
–¿Y
después de ese episodio se volvieron a comunicar?
–Me
llamaba todos los domingos. Desde que murió Jerónimo, hace 12 años, estuvo
siempre atento.
–¿De
qué hablaban?
–De
la Iglesia y de política. Bergoglio fue siempre peronista. Pasa que tanto él
como Jerónimo en la época que fue obispo de Avellaneda, son obispos de todos.
Jerónimo tampoco pronunció nunca públicamente su opinión política. Venían y le
preguntaban: "Usted, ¿a quién apoya?", y él contestaba: "A
Racing y a Independiente", como para dar una idea de que era obispo de
toda la diócesis.
–¿Qué
cree que pasará con este Papa?
–Va
a dar un vuelco como Juan XXIII. Ya empezó dando gestos. El primero, que
impactó a los que lo captaron, fue que salió con su capita blanca al balcón y
dijo: "Antes de darles la bendición, les voy a pedir que ustedes me la den
a mí." Dio un vuelco, puso al pueblo antes del poder. Eso estaba en el
Concilio Vaticano II.
–¿Y
en lo que respecta a su lucha de toda la vida, el celibato?
–El
problema del celibato es que para la Iglesia es un problema cultural. La
Iglesia funcionó como una madre posesiva, que no quiere que el hijo se case
porque cuando se casa empieza a ser un hombre libre. La Iglesia sabe que le
costaría mucho manejar a un grupo de hombres libres y, durante muchos años,
hubo quienes tenían miedo de abandonar el celibato porque era parte de la
cultura de la Iglesia Católica; pero ese problema cultural, hoy no está: hoy no
se escandalizaría nadie por el hecho de que los sacerdotes se casen. Al revés,
la gente de hoy no entiende por qué no pueden ser como todo el mundo.
–¿Cree
que Bergoglio va a plantear el tema?
–Creo
que se le va a hacer muy difícil, aunque sé muy bien lo que piensa y lo que
quiere, porque ha hablado mucho conmigo, le mandé mucho material de los
sacerdotes casados y sé perfectamente que él se comporta muy bien con sus
sacerdotes casados: los ayuda a encontrar trabajo, a tener casa, cosa que la
institución no hace, los manda al medio de la calle.
–¿Por
qué cree que lo eligieron Papa?
–Él
no quería quedarse allá. Tanto es así que tenía pasaje de ida y vuelta. Pensaba
regresar el 23 y ya había pedido ir a misionar a un hogar de ancianos. A él le
gustaba estar con la gente, no el poder. Pero cuando vi que hubo cuatro días de
humo negro, me dije: "Va a tener que aceptar porque, si no, no van a
ponerse de acuerdo nunca." Y se ve que aceptó como una crucifixión, como
una nueva entrega. Por eso tiene ese rostro de serenidad, casi contenta, de
alegría por sentir que está cumpliendo con la voluntad de Dios.
–¿Usted
cree que va a ser un buen Papa?
–Un
muy buen Papa. No sé si fue el rayo que cayó en el Vaticano, la paloma que
salió volando o los signos que hubo, pero es el Papa que necesitamos.
Clelia Luro recibida y festejada por la Presidente
Cristina Kirchner.
Esta
abominable mujer, abanderada de la rebeldía feminista, parece haber tenido un
dominio importante sobre aquel desquiciado hombre sin fe pero elevado al
obispado, siendo esta probable agente de su total caída en la herejía: “La verdad es que yo lo ayudaba a Jerónimo a
liberarse y para él yo era su fuerza”.
¿Acaso
algo parecido pudo haber ocurrido con el joven Bergoglio, según esta confesión
de Francisco: “Tuve una profesora de la
que aprendí el respeto y la amistad, era una comunista ferviente. A menudo me
leía o me daba a leer textos del Partido Comunista”?
Mencionamos
este tema porque esta clase de factores personales, antes que los ideológicos,
parecen ser muchas veces importantes para quienes se dejan intoxicar de
ideologías que los alejan de la verdadera fe, ideologías que aparecen
encarnadas en determinadas personas que por diversos motivos logran cautivar y
atrapar a personajes débiles o difusos en su personalidad y que creen encontrar
en otra persona –generalmente del sexo opuesto- la chispa que libera ese afán
oculto de preeminencia y entrega que suscita en algunos la revolución.
La
Sra. Clelia Luro, que se dice amiga de Francisco, afirma en otra entrevista
cosas tan estúpidas como la que sigue:
“Y ahí también me di cuenta que el
problema no pasaba sólo por si Jerónimo me amaba o no, sino que el tema central
era por la influencia de lo femenino dentro de la Iglesia.
—Es verdad. Las mujeres siguen muy postergadas incluso dentro de la liturgia: sólo como diáconos distribuyendo la comunión etc., pero no oficiando misa, por ejemplo.
(…) Mirá, fundamentalmente te diría que la causa es el machismo. El miedo a lo femenino dentro de la Iglesia a pesar de que Dios creó a un hombre y a una mujer. No creó al hombre solo. Ahora bien, si un muchacho que ha vivido con su mamá, resuelve casarse ¿qué le pasa? Se va de la casa, se libera también de su madre. Por supuesto que la sigue queriendo, pero ya no depende de la madre. Entonces, para la Iglesia manejar a un grupo de curas libres, le resulta muy difícil. Lo debe tener bajo su control y entonces, los curas que no se casan, en cierto sentido no terminan de madurar. No se liberan. Son obedientes”.
—Es verdad. Las mujeres siguen muy postergadas incluso dentro de la liturgia: sólo como diáconos distribuyendo la comunión etc., pero no oficiando misa, por ejemplo.
(…) Mirá, fundamentalmente te diría que la causa es el machismo. El miedo a lo femenino dentro de la Iglesia a pesar de que Dios creó a un hombre y a una mujer. No creó al hombre solo. Ahora bien, si un muchacho que ha vivido con su mamá, resuelve casarse ¿qué le pasa? Se va de la casa, se libera también de su madre. Por supuesto que la sigue queriendo, pero ya no depende de la madre. Entonces, para la Iglesia manejar a un grupo de curas libres, le resulta muy difícil. Lo debe tener bajo su control y entonces, los curas que no se casan, en cierto sentido no terminan de madurar. No se liberan. Son obedientes”.
De
manera que según esta mujerona Santo Tomás de Aquino, San Agustín, San Pablo,
San Luis María Grignion de Montfort, San Ignacio, San Juan Bosco, San Bernardo,
etc, etc, etc, han sido hombres inmaduros y no del todo libres, debido a que no
encontraron una mujer como ella que los liberara de la opresiva y posesiva
Iglesia. ¡Altísima teología, sin dudas!
Pero
coincide esta “teóloga” en algunas de sus afirmaciones con Francisco, por
ejemplo en su definición de la Iglesia, de acuerdo al Concilio (Lumen Gentium):
“Yo amo a la Iglesia. Me duele lo que pasa en
la Iglesia, pero para mí, la Iglesia es el pueblo de Dios en marcha. Es la
jerarquía la que está fallando”.
(Clelia
Luro)
“La Iglesia es o debe volver a ser una
comunidad del Pueblo de Dios y los presbíteros, los párrocos, los obispos que
tienen a su cargo muchas almas, están al servicio del Pueblo de Dios”. “El
pueblo es sujeto. Y la Iglesia es el pueblo de Dios en camino a través de la
historia, con gozos y dolores. Sentir con la Iglesia, por tanto, para mí quiere
decir estar en este pueblo”
(Francisco.
Entrevista con La Civiltá cattolica)
El
conocimiento de estos personajes y el estropicio que han realizado a su
alrededor, como excrecencias de la Caja de Pandora abierta por el Vaticano II,
nos es útil para entender mejor quién y qué es Francisco, sus relaciones y
cuáles han de ser sus pasos y aquello que debemos enfrentar.
Citas:
salvo indicación, las citas de Francisco están tomadas de las entrevistas dadas
al Padre Antonio Spadaro, S.J., la cual fue publicada en La
Civiltá Cattolica el 19 de septiembre de 2013 y al director del periódico La Repubblica, Eugenio Scalfari, el
01-10-2013
Las citas de Jerónimo Podestá están tomadas del libro “Monseñor Jerónimo Podestá. La Revolución en la Iglesia” de Lidia
González y Luis I. García Conde, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos
Aires, 2000.
ANEXOS:
"Fue
un profeta anticipador de un futuro que vendrá"
Diario
Tiempo Argentino
08.08.2013
| Leonardo Boff recuerda a Jerónimo Podestá
A
93 años del natalicio del obispo Jerónimo Podestá, figura central del
Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y de la lucha contra el celibato
en la Iglesia Católica, su compañera de toda la vida, Clelia Luro de Podestá,
llevó adelante una misa para recordarlo, en su casa de Caballito, junto a
familiares y amigos y un grupo de sacerdotes casados y sus esposas, miembros de
la Federación Latinoamericana para la Renovación de los Ministerios, fundada
por Podestá.
Entre
los amigos de Jerónimo y Clelia que no pudieron asistir pero enviaron una nota
para ser leída durante el encuentro, se contó el teólogo brasileño Leonardo Boff, cuyo mensaje reproduce
Tiempo Argentino: "Lo que siempre admiré en Jerónimo las veces que lo
encontré, sea en mi apartamento en Río o en la reunión de sacerdotes casados en
Brasilia, es que fue una persona que nunca dejó de ser obispo. Un obispo que se
enriqueció asumiendo a Clelia como pareja, inspiradora, interlocutora y
coeducadora. Siempre dijo que Clelia le ayudó a ser más ser humano, más
espiritual y más ministerial. "Unía en su vida las dos dimensiones que yo
creo son las que verdaderamente construyen la personalidad humana porque
representan la presencia de lo femenino y, simultáneamente, de lo masculino: la
ternura y el vigor. "Jerónimo era una persona extremadamente tierna, con
gran espíritu de finesse y dulce. Y a la vez tenía vigor en todas las
cuestiones concernientes a la dignidad humana, a los derechos pisoteados, a la
resistencia a la dictadura de los militares y tambien a la inflexibilidad de la
institución de la Iglesia jerárquica. Esta combinación de polos opuestos le han
conferido una personalidad de gran irradiación y capacidad de covencimiento.
Para mí, Jerónimo, siempre pensado junto con Clelia, es un profeta anticipador
de un futuro que vendrá para la Iglesia: que los ministros de la Palabra y del
Sacramento puedan vivir como parejas y juntos servir a la comunidad y caminar
hacia Dios. Esa idea es verdadera y necesaria. Y como decía Chateaubriand:
"Nada es más fuerte que una idea cuando llegó el tiempo de su
maduración." Creo que nos acercamos a este tiempo. Ciertamente hay
dificultades, pero lo que debe ser tiene intrínsecamente fuerza en sí mismo. Y
va a imponerse. Quiero unirme a su familia y sus amigos que en este momento
están celebrando la bienaventurada memoria de Jerónimo en la casa de Clelia y
de sus hijas. Estaré ahí con mi espíritu y con el entusiasmo que el Papa Francisco nos legó en Brasil. Mis
mejores saludos y plegarias delante del Señor, de mi parte y de mi compañera,
Marcia Miranda."
¿Teología del pueblo o
Teología de la Liberación?
El cura villero Padre Pepe Di Paola junto al Cardenal Bergoglio: la excusa del amor a los pobres les sirve de excusa para "miserabilizar" la fe. |
Hay
quienes intentan despegar a Bergoglio de la corriente marxistoide de la Teología
de la Liberación, afirmando, para distinguirlo de ella, que forma parte de algo
llamado “Teología de la Liberación” (como afirman los curas villeros de Buenos
Aires) o “Teología popular de la liberación”, como afirma el profesor peronista
Alberto Buela.
Así
los primeros, en una entrevista del liberal y hoy francisquista diario La Nación, los “curas villeros” explican
que “la Teología del Pueblo se basa en la
sabiduría popular, no en categorías o diagnósticos que se imponen desde arriba.
Se la puede pensar, dicen los sacerdotes, como una hermenéutica del pueblo
pobre, escaso de riqueza pero no de saber”.
Buela,
por su parte, no se eleva más que los anteriores al intentar hacer una defensa
de Francisco –cayendo en la papolatría y tal vez influido por la anterior
adscripción de Bergoglio al Peronismo-, queriéndolo hacer pasar por un
representante de la sabiduría popular que se opone a la Ilustración o el
Iluminismo que hoy aparece como un totalitarismo democrático. “La teología popular, que no es populismo,
otorga la productividad de sentido al pueblo como sujeto de la historia, en
contraposición a la teología marxista de la liberación que reserva ese
privilegio a una clase social: el proletariado”, dice en un artículo. ¿Acaso
haya que recordarles la confesión de fe de Pedro (Mt. 16, 13-23) cuando Nuestro Señor le responde: “Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha
revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos”? ¿De
qué teología del pueblo vienen a hablar estos señores? Lo que simplemente están
pretendiendo es acabar con el orden jerárquico –con la excusa del “clericalismo”
que es otra cosa de lo que ellos afirman- para hacer de la Iglesia una
institución horizontal y, al fin, democrática. Todo esto viene en algunos porque no creen en la reyecía de Cristo, y aceptan la "soberanía" popular.
Y
en otro lugar, cosas absurdas afirma este profesor y filósofo, como por ejemplo,
que Argentina para resurgir tiene que contar con estos tres apoyos: el pueblo
argentino, la dirigencia argentina, y…la dirigencia de la colectividad judía
(sic). “Ellos tienen que saber que
también tienen un Papa en Roma”. Pues los únicos que lo tienen –y lo saben
bien- son los judíos. La Iglesia católica está ocupada por un modernista que
destruye todo a su paso y que, contra las quejas de Buela porque en la tierra
del Papa se profana la Iglesia más antigua –y no sólo ella-, el Card. Bergoglio
nunca movió un dedo para luchar contra ello, sino que se aplicó a combatir la
Tradición católica y la Misa tradicional, dejando como fruto de su arzobispado
una iglesia sentimental y populachera incapaz de reaccionar contra sus enemigos
externos. Contra las afirmaciones buelistas de que Francisco encarna esa tan
buena “teología popular de la liberación” bajo “la dirección del insigne Lucio Gera”
(sic), un teólogo conciliar modernista, están las mismas actitudes y
afirmaciones de Francisco, por ejemplo: “El
Vaticano II, inspirado por el papa Juan y por Pablo VI, decidió mirar al futuro
con espíritu moderno y abrirse a la cultura moderna. Los padres conciliares sabían
que abrirse a la cultura moderna significaba ecumenismo religioso y diálogo con
los no creyentes. Después de entonces, se hizo muy poco en esa dirección. Yo
tengo la humildad y la ambición de querer hacerlo” (de la reciente
entrevista con La Reppubblica). Pero es que este querer oponerse al marxismo o al
iluminismo ilustrado desde el populismo que se funda en la soberanía y
sabiduría popular es dar vueltas sobre lo mismo y reducir lo teológico al campo
de lo socio-político (aunque lo llamen “metapolítica”), para caer en una visión
reduccionista, al igual que hace el marxismo. “Un hombre genuinamente católico” dice Buela de Francisco en otro
lugar, y no discute su estrecha relación con los judíos -pues tal vez piensa
que los convierta, como Pío XII al rabino de Roma- e incluso llega a creer que
Francisco va a pelear contra los evangélicos y demás protestantes(¡!). En
definitiva, se trata de una visión reducida y sumergida por la política, y por
lo tanto que no comprende en absoluto lo que realmente sucede en la Iglesia.
El Padre Pepe instruyéndose con el Che Guevara: "Teología Popular". |
Se
aparece entonces esta “Teología del pueblo” como una versión mitigada y
aggiornada de la Teología de la liberación. Es la revolución con formato
“reformista” y en busca de consensos y diálogo antes que enfrentamientos. El
hábil político que ha sido Bergoglio no se ha muerto al nacer Francisco. Su
pastoral populachera revestirá al modernismo de aquello que no podían darle ni
Juan Pablo II ni Benedicto XVI. Por lo cual su estilo demagógico y mediático
hará avanzar la caída de la Iglesia de manera acelerada –aunque controlada-
como lo soñaron sus antecesores en la Teología de la Liberación y en la Teología
del Pueblo, ninguna de las cuales es la Teología de la Iglesia de Dios.