“Bienaventurados los
limpios de corazón, porque ellos verán a Dios; bienaventurados los
pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios; bienaventurados los que
padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”.
(Comunión,
Mat. V – Fiesta de Todos los Santos)