Santo
Tomás nos enseña que el fin no justifica los medios. En el catecismo, nos han
enseñado que incluso para salvar una vida, un católico no puede apostatar de su
fe o cometer un pecado. Si alguien nos dice: Defienda la libertad
religiosa o lo mato, ¿qué debemos hacer? ¿Los santos no preferirían
morir antes que cometer un solo pecado venial voluntario? Y defender la
libertad religiosa cuando se ha comprendido la gravedad, ¿no es el equivalente
a una apostasía? ¿No es un pecado mortal? ¿Qué no dijo Nuestro Señor “Que
vuestro si sea sí, que vuestro no sea no, todo lo demás viene del demonio”?
Predicar
oficialmente la libertad religiosa, la libertad de expresión o asociación, va
directamente contra la doctrina de la Iglesia hasta Pío XII. La doctrina social
de la Iglesia tolera el error en ciertos casos y en cierta medida, pero ella
jamás le da la libertad, es decir, los mismos derechos
que a la verdad. Es imposible moralmente defender el principio de la libertad
religiosa o de la libertad de expresión o de asociación porque éstas llevan a
los peores desórdenes, tal como lo constatamos actualmente y además pierde las
almas por millones.
Predicar
la libertad religiosa, es luchar contra el Reinado Social de Nuestro Señor
Jesucristo. Incluso para tener las subvenciones para abrir un colegio, no se
puede cometer el pecado de escribir una apostasía en internet. Este dinero
ganado gracias a un pecado, Dios lo mira con horror. Es mejor una escuela pobre
fuera de reglamentación o incluso es mejor no tener escuela. En nuestra
opinión, este texto es un pecado mortal de la FSSPX. Dios pedirá cuentas
rigurosas. Nosotros le pedimos a Monseñor Tissier de Mallerais que actúe
públicamente sobre este escándalo y que pida que se cambie inmediatamente esta
página del sitio de la escuela. Si esto significa pasar la escuela a locales
más pequeños, que así sea. Es mejor ser pobre que cometer un pecado mortal, y
lo que es más, un pecado mortal que es un escándalo público. Tal acto es muy
grave y demuestra que la Fraternidad está perdida. Esto refuerza nuestra
posición de querer dejar la Fraternidad.