viernes, 3 de abril de 2015

DIOS ES AMOR





“Muéstrasenos Jesucristo pendiente de una cruz, atravesado con tres clavos, arroyado en sangre todo su sacratísimo Cuerpo, y agonizando en medio de un piélago de dolores. Y yo pregunto: ¿Por qué el Dios Humanado se ofrece a nuestras miradas en un estado tan conmovedor? ¿Es sólo para excitar nuestra compasión? No, por cierto: si quiso reducirse a tan lastimoso estado, no fue tanto para enternecernos con sus padecimientos, como para que le amásemos. Harto nos había obligado a amarle al declararnos que nos ama desde toda la eternidad. Te amé-dice a cada uno de nosotros- con eterno amor (Jr. 31, 3). Mas, al ver que esto no bastaba para arrancarnos de nuestra tibieza, y con el fin de inducirnos a amarle como El lo deseaba, quiso probarnos de una manera práctica y con hechos el amor que nos tenía; y, para ello, se presentó a nuestra vista cubierto de heridas y acabado de dolores en las agonías de la muerte por nuestro bien y remedio, a fin de hacernos comprender el tierno e inmenso amor en que por nosotros se abrasa su Corazón. Que es, cabalmente, lo que por admirable manera expresa San Pablo al decir: Cristo Jesús nos amó, y se entregó a Sí mismo por nosotros (Ef. 5,2).”


San Alfonso María de Ligorio, “Dios es amor”.