viernes, 15 de marzo de 2013

MONSEÑOR TONDI, ESPÍA COMUNISTA Y AMIGO DE PAULO VI


Publicado en  http://lavoznacionalista.blogia.com


 Alighiero Tondi, italiano, era miembro del Partido Comunista; ingresó en el Instituto de los Jesuitas por orden del Partido. En el año 1943 fue ordenado sacerdote.

Publicamos fragmentos que corresponden a una nota del conocido Abbé Henri Mouraux -fallecido en 1995- publicada en su revista "Bonum Certamen" del número de Mayo-Junio de 1981:

Me encontraba yo en Roma, cuando el murmullo de un acontecimiento se extendía entre los habitantes de la Ciudad. En efecto, se había visto salir del Vaticano a un hombre esposado, al que un coche celular se lo había llevado. Este hombre despojado de su sotana por orden de Pío XII, no era otro que Mons. Alighiero Tondi, jesuita, secretario particular de Mons. Juan Bautista Montini, éste a su vez, Prosecretario de Estado de Pío XII.

He tratado este asunto en dos números de Bonum Certamen. Pero como ha producido un revuelo escandaloso, debo resumir los hechos.

Pío XII, envió detrás del Telón de Hierro, sacerdotes disfrazados de viajantes para proporcionar los sacramentos a los Católicos, así como a Obispos, para realizar ordenaciones. Estos desgraciados fueron arrestados y después fusilados en la URSS. En vano Pío XII buscaba explicar este drama, cuando el Arzobispo de Riga, le reveló que un espía vivía en el Vaticano. Entonces lo hizo vigilar por agentes de policía disfrazados de prelados. (Encomendó la operación a un agente francés especializado en contraespionaje).

El resultado no tardó en producirse: Mons. A. Tondi fue sorprendido en el momento en que estaba fotocopiando documentos secretos. Interrogado, declaró que era agente de la KGB, formado en Moscú y que transmitía a sus jefes de la URSS, los documentos que podía robar a Pío XII. Los documentos eran dirigidos a Moscú por mediación de Togliatti (Secretario General del Partido Comunista Italiano), amigo de infancia de Juan Bautista Montini. Ante esta revelación, Pío XII cayó enfermo; tras destituir a aquél, trasladó a Milán a Mons. Montini. 


En cuanto a Mons. Tondi, fue condenado a dos años de prisión, donde se casó con su querida, Carmen Zanti, militante del Partido Comunista. Terminada la condena, Mons. A Tondi y su concubina, se trasladaron a la Alemania del Este. A aquél, le fue dado el cargo de Secretario de Walther Hulbrich, hombre fuerte del comunismo alemán. Fue también profesor de Ateísmo en la Universidad Marxista Leninista. (Por cuenta del Partido Comunista hizo muchos viajes. Pronunció innumerables discursos, y escribió libros contra la Iglesia).

Al advenimiento de Paulo VI, Mons. Tondi y su concubina, volvieron a Roma; él se instaló en el Vaticano en calidad de empleado civil; ella fue elevada a muy altas funciones del Partido Comunista. Pronto, Paulo VI, sin ninguna retractación ni reparación, y confesando Tondi que aún guardaba la Cédula del Partido Comunista, legitimó su matrimonio civil por "sanatio in rádice", es decir, sin necesidad de tener que presentarse ante ningún sacerdote. (C.F. "Aurore", del 12 de Marzo de 1965).

¿Había abjurado de su ateísmo la ex secretaria de Togliatti? Para nada. Cuando murió, en 1979, su sepelio dio lugar a una enorme manifestación del Partido Comunista, como si se tratase del mismísimo Togliatti o de Enrico Berlinguer...

Un religioso amigo, bien enterado de lo que pasa en el Vaticano, me aseguró que Mons. A. Tondi, colocado por Paulo VI en un puesto muy secundario, era en realidad su Embajador Personal en sus contactos con la URSS".

 Sobrevenido Juan Pablo II, se perdió por un tiempo el rastro de este individuo, cuando súbitamente, aparece en el primer plano de las noticias religiosas. La prensa italiana hace saber que Mons. A. Tondi, pide al Cardenal Seper, en Octubre de 1980, ser reintegrado al sacerdocio. Y, en diciembre de 1980, Juan Pablo II, lo reintegró al Sacerdocio sin condiciones. Y quizá para honrar su anterior actividad como profesor de ateísmo, fue designado prelado de honor... No abundan los espías conocidos en la historia de la Santa Sede; seguramente ninguno de ellos tuvo la insólita fortuna de Alighiero Tondi.

Con gran estupor, han visto católicos a Mons. A. Tondi decir misa en público, la misa del Ordo-Bugnini, claro está; pero sin casulla y adornado con mil caprichos...