Nicolás Gómez Dávila
“Ocuparse intensamente de la condición del
prójimo le permite al cristiano disimularse sus dudas sobre la divinidad de
Cristo y la existencia de Dios. La caridad puede ser la forma más sutil de la
apostasía.”
“La Iglesia contemporánea practica
preferencialmente un catolicismo electoral. Prefiere el entusiasmo de las
grandes muchedumbres a las conversiones individuales”.
“El clero moderno, para salvar la institución,
trata de desembarazarse del mensaje”.
“La herejía que amenaza a la Iglesia en
nuestro tiempo es el ‘terrenismo’”.
“Lo que importa en el cristianismo es su
verdad, no los servicios que le puede prestar al mundo profano (el apologista
vulgar lo olvida)”.
“Sólo los profetas honestos son linchados”.
“A toda la argumentación del mundo el
cristianismo opone una promesa”.
“Ante la Iglesia actual
(clero-liturgias-teología) el católico viejo se indigna primero, se asusta
después, finalmente revienta de risa”.
“Cuando el católico se defiende mejor contra
los vicios que contra la herejía, ya es poco el cristianismo que queda en su
cabeza”.
“El papel del cristiano en el mundo es la
mayor preocupación del nuevo teólogo. Singular preocupación, puesto que el
cristianismo enseña que el cristiano no tiene papel en el mundo”.
“El cristiano actual no se conduele de que los
demás no estén de acuerdo con él, sino de no estar de acuerdo con los demás”.
“El sucesor de los apóstoles proclama urbi et orbi desde el solio pontificio,
que encabezará el progreso de los pueblos hacia un paraíso suburbano”.
“La palabra ‘humanidad’ en boca del católico
es signo de apostasía, en boca del incrédulo presagio de matanzas”.
“El amor al prójimo ha sido patentado como la
mejor disculpa para apostatar”.
“Mejor una Iglesia pequeña, pero de católicos,
que multitudinaria, pero de rotarios”.
“No es imposible que en los batallones
clericales al servicio del hombre todavía se infiltren algunos
quintacolumnistas de Dios”.
“El problema religioso se agrava cada día
porque los fieles no son teólogos y los teólogos no son fieles”.
“El respeto a todas las religiones es irreligioso.
Quien cree no reverencia ídolos”.
“Nadie es más respetuoso de las creencias
ajenas que el demonio”.
“El canónigo corpulento y lujurioso que cree
en Dios es más indiscutiblemente cristiano que el pastor austero y macilento
que cree en el hombre”.