Número CCXCVII
(297)
23 de Marzo de
2013
“¡ELEGID!”
Monseñor
Williamson
¡Qué confusión reina en la Iglesia y en el mundo!
Vemos a los mejores hombres uno después de otro, tal vez con las mejores de las
intenciones, abandonar el combate y tomar la decisión de dejar de resistir,
dejarse llevar por la mayoría, seguir la corriente, hacer lo que todos los
otros hacen. Sin embargo, esta mayoría sigue desafiando a Dios y está condenada
por Dios sin apelación, porque Dios no cambia. No hay duda que ahora mismo, Él
está apelando al nuevo Papa para que haga lo que debe hacer, cueste lo que
cueste.
Entre 1966 y 1975, Él parece haber pedido a una
mujer en Francia que logre que un prelado francés ponga en las propias manos de
Paulo VI una serie de mensajes divinos pidiendo que el Papa encabece
peregrinaciones masivas de penitencia a la famosa basílica de Vézelay en Francia
(y desde 1972, para que el Papa restablezca el uso de la Misa Tridentina). Los
mensajes recibieron el título del Cántico de Cuaresma Parce, Domine, Populo Tuo
(Perdona, Señor, a Tu Pueblo). Ellos vienen sin autorización oficial pero
corresponden bien a la Semana Santa. Los lectores que tengan a bien leer estos
cortos extractos pueden juzgar por sí mismos si parecen auténticos:
16-X-65: El mundo está al borde de la catástrofe.
Sin embargo, cree firmemente que la oración suplicante de unas pocas almas
humildes tiene un gran poder sobre mi corazón.
3-III-68: Di al Santo Padre que implore al Señor con
el Cántico del Parce, Domine levantando sus brazos en Cruz, frente a las
muchedumbres que él reunirá en Vézelay.
2-III-70: Si mi llamado no es escuchado, las aguas
de mi ira anegarán todo ¡Cuántas lágrimas y gemidos habrá entonces! Pero será
demasiado tarde.
13-II-71: Di a los sacerdotes que llamen a la
oración y a la penitencia en medio de la Cristiandad que colapsa y que ellos
mismos den el ejemplo. De otra manera habrá masacres sobre el suelo de Francia.
Si vosotros rehusáis elevar a mi Padre los gritos de una oración humilde y
arrepentida, a la fuerza elevareis gritos de terror ¡Elegid!
25-III-71: Hijitos, si no queréis procesiones de
amor, tendréis procesiones de odio. Ya están en marcha ¿Qué más necesitáis para
creer en mi llamado a favor vuestro?
28-IV-72: ¡Si ellos no quieren arrodillarse delante
del Santísimo Sacramento, se arrodillarán esclavizados en las minas de sal!
10-VII-72: Si el Papa no hace lo que le pedí, la
Justicia divina caerá con todo su peso sobre el mundo y tendréis que atravesar
por tales sufrimientos que si conociereis sus detalles ahora, vosotros
quedaríais helados de espanto.
15-VII-72: Llamo a mis hijos fieles ¿Acaso no
encontraré más que desertores? Si supiereis, hijos míos, lo que os espera, cómo
os apresuraríais a satisfacer mis deseos. Pero la justicia se hará pronto.
Vosotros clamaréis a Mi inmersos en vuestro terror, pero será muy tarde.
6-XI-72: Si Yo les mostrara lo que les está
esperando, se pasarían noches enteras en oración a mis pies para alejar el
tremendo castigo.
13-VII-73: Los fieles son actualmente la esperanza
de la Iglesia. Rezad por vuestros pastores incrédulos.
2-V-75: En los tiempos malos que se avecinan, las
familias Cristianas tendrán que reunirse y organizarse para cuidar a mis
sacerdotes fieles que deberán ejercer un ministerio clandestino. Es la vuelta a
las catacumbas. No queda otro camino.
Parce, Domine.