viernes, 20 de septiembre de 2013

COMENTARIOS ELEISON - HORRIBLE CAÍDA III



Número CCCXXIII (323)
21 de Septiembre de 2013

HORRIBLE CAIDA III

Mons. Williamson


El pasado Junio se les prometió a los lectores de estos “Comentarios” un tercer artículo sobre la horrible caída de la Fraternidad San Pío X para considerar qué es lo que puede hacerse. Justo recientemente apareció en el sitio web “Avec l’Immaculée” un artículo con algunas buenas respuestas a esta cuestión, comenzando con la cuestión sobre si los católicos pueden continuar asistiendo a las Misas de la Fraternidad. Resumo y adapto:

En 1984 un Indulto de parte de Roma permitió que la Misa Tridentina fuera celebrada, bajo ciertas condiciones, dentro del marco de la Iglesia oficial. Preguntado sobre si los católicos podían asistir a estas Misas, Monseñor Lefebvre respondió poco después que ellos no deberían asistir porque el tal reingreso en el marco de la Iglesia oficial bajo esas condiciones era equivalente a aceptar al Vaticano II y las reformas subsiguientes. Los Sacerdotes que dicen las Misas del Indulto no podrían hablar libremente y, por aceptar con el Indulto implícitamente a la Nueva Misa arriesgarían deslizarse hacia la nueva religión Conciliar y llevar a sus feligreses con ellos.

En el 2012, Monseñor Fellay declaró que la Nueva Misa fue legítimamente promulgada lo cual es equivalente a decir que ella es legítima. El sofoca a las críticas del Vaticano II y, mientras que tanto como le sea posible todavía mantiene en la oscuridad a los sacerdotes y a la gente en cuanto a lo que él realmente está urdiendo, él sostenidamente promueve las ideas de su Declaración pro-Conciliar de Abril de 2012. Por consiguiente, así como Monseñor Lefebvre descartó asistir a las Misas del Indulto, del mismo modo ahora, como regla general, asistir a la Misas de la FSPX debería ser descartado porque aún si esta Misa particular es celebrada todavía de acuerdo con la Tradición, la FSPX está siendo remodelada en general como un marco dentro del cual la nueva religión Conciliar está menos y menos desaprobada, por lo que hay más y más peligro de asistir a sus Misas.

Sin embargo, Sacerdotes particulares de la FSPX varían desde lo genuinamente Tradicional a lo virtualmente Conciliar. Obviamente, hay menos peligro en asistir a las Misas de los primeros que de los segundos, pero si el Sacerdote en cuestión sea que defiende y aprueba la nueva dirección impuesta por el Cuartel General de la FSPX, sea que persigue y excluye de los Sacramentos a cualquiera que tenga alguna parte en la Resistencia, estos son dos signos de que sus Misas deberían ser evitadas, especialmente si hay la Misa de un Sacerdote resistente no muy lejos. Pero las circunstancias también entran en juego, así que, por ejemplo, si el hijo de uno arriesga ser expulsado de lo que todavía es una escuela decente de la FSPX, eso puede justificar asistir todavía a la Misa local de la FSPX. Cuando el tronco de un árbol se está pudriendo, puede haber ramas que aún llevan hojas verdes.

Sin embargo el tronco de la FSPX está mortalmente herido, sin esperanza de recuperación, humanamente hablando. Como la Sinagoga entre la muerte de Nuestro Señor en la Cruz y la destrucción de Jerusalén en el 70 A.D., lleva la muerte consigo pero todavía no está muerta. Los Apóstoles predicaban allí y buenos Judíos todavía asistían, pero todos fueron perseguidos y eventualmente expulsados. Si un católico puede ver hoy en día que en todo el cuerpo de la FSPX, desde la cabeza para abajo, el virus mortal de una mentalidad Conciliar disfrazada se está propagando, debe tomar acción para ayudar a rescatar tantas almas como sea posible antes que ellas hagan naufragio en la Fe con el bote salvavidas que se hunde.

Que ellos, para forjar sus propias convicciones, lean todo lo que puedan echar a mano, comenzando con el intercambio de cartas entre los tres Obispos y Monseñor Fellay en Abril de 2012. Que ellos hablen a sacerdotes y compañeros parroquianos para coordinar, por ejemplo, el preparar refugios para sacerdotes que de otra manera no reaccionarían. Hay mucho por hacer, sin embargo hay pocos, al menos por el momento, para hacerlo. Dios está con estos pocos.


Kyrie eleison.