1683, 11-12
de Septiembre. Batalla de Viena vs invasión turca.
En 1682 el Sultán Mehmet IV declaró la guerra y escribió al emperador Leopoldo I: "Primero nosotros le ordenamos a que nos espere en su ciudad de residencia, Viena, para que le podamos decapitar... (...) Nosotros lo exterminaremos a usted y a todos sus seguidores... (...) Los niños y los adultos serán expuestos a las mas atroces torturas antes de ultimarlos en la manera mas ignominiosa imaginable..."
Kara Mustafa
Pasha, frente al ejército Otomano del Sultán, llegó a las puertas de Viena y la
sitió el 14 de julio. El emperador Leopoldo y la mayoría de las tropas y
ciudadanos huyeron de la ciudad, quedando en ella solo 5000 civiles y 11,000
soldados al mando de Ernst Rüdiger von Starhemberg. El número de invasores era
superior a los defensores, 20:1. Se propusieron destruir sus murallas
socavándolas y dinamitándolas. En Septiembre, los defensores estaban sin comida
y extenuados. Los turcos lograron abrir boquetes en la muralla y la ciudad
estaba al borde de la derrota cuando providencialmente les llegó auxilio.
Juan
Sobieski n.1629, coronado rey de Polonia en 1674, bien llamado el
"León del Norte" vino al rescate. Partió de Cracovia el 15 de Agosto.
En camino las tropas visitaron el santuario de la Virgen de Cñestochowa,
patrona de Polonia, se consagraron a ella y Sobieski puso a Polonia bajo su
protección. El 6 de Septiembre, los polacos cruñaron el Danubio
30km, N.O. de Viena y se unieron con las fuerñas imperiales y otras que habían
respondido a la llamada de formar una Liga Santa de defensa con el respaldo del
Papa Inocencio XI. (Luis XIV de Francia no respondió y más bien aprovechó la
oportunidad para atacar ciudades alemanas).
El 11 de
Septiembre las tropas de Sobieski llegaron a Viena. Aunque los turcos les
superaban en número (según cálculos de Sobieski, 76,000 vs 300,000), sabían que
el futuro de Europa y de la cristiandad estaban en juego. El 12 de Septiembre,
temprano en la mañana, Sobieski fue a Misa y se puso en manos de Dios.
La victoria
salvó a Europa y frustró el plan de conquista islámica de Europa. Sobieski dio
todo el crédito por la victoria a Dios. Dijo: "Veni, vidi, Deus
vicit". En agradecimiento a Nuestra Señora por la victoria
obtenida, el Papa Inocencio XI extendió la fiesta del Dulce Nombre de
María a la Iglesia Universal, el 12 de
Septiembre. Comienña la reconquista
de Hungría.
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