NON POSSUMUS
El
Carmelo de San José
Y
La
Fraternidad San Pío X
Una breve
presentación de los eventos de la primavera de 2013
El Carmelo de
San José en Brilon-Wald ha existido desde el 2 de febrero de 1984. Fue fundado
por el Carmelo de Quiévrain el cual a su vez fue fundado por la hermana carnal
de Monseñor Marcel Lefebvre. En este momento, el Carmelo está constituido por 6
hermanas profesas y una novicia, todas ellas viviendo en reclusión.
Autoridad Suministrada
Autoridad Suministrada
Con el fin de
estar protegido del Modernismo de la Iglesia conciliar, la cual destruye a las
religiosas y a la vida religiosa, el Carmelo de Brilon Wald, como Monasterio
madre, confió a Monseñor Lefebvre y su Fraternidad San Pío X su cuidado
espiritual. Monseñor Lefebvre ejerció una “autoridad suministrada” sobre este y
otros monasterios, donde fue más un “padre, consejero y amigo que autoridad
jurídica”, si usamos las palabras del entonces Superior General de la
Fraternidad, Padre Franz Schmidberger en una carta circular a todas las
comunidades religiosas aliadas el 28 de mayo de 1991.
Después de la
muerte de Monseñor Lefebvre, esta “autoridad suministrada” fue entregada a
Monseñor Fellay y después de su elección como Superior General de la
Fraternidad en 1994, a Monseñor de Galarreta. Él ejercita este oficio en
espíritu de servicio, de acuerdo al Padre Schmidberger, no como miembro de la
FSSPX sino como Obispo Católico, y cada congregación religiosa “era
absolutamente libre de tornarse hacia él o no”. “Ni él ni la Fraternidad tienen
la mínima intención de apoderarse de las otras comunidades de ningún modo. Es
importante ver en sus acciones una jurisdicción extraordinaria y no ordinaria,
hasta el día en que las cosas vuelvan en la Iglesia de Dios al orden dado por
Dios”. Esto fue lo que se dijo en la carta del Superior General en 1991.
Nuevos y extraños caminos y una decisión necesaria.
Desde el año 2000, la FSSPX, dirigida por su Superior General Monseñor Fellay, tomó un nuevo camino (lo que por cierto fue admitido por el Primer Asistente el Padre Niklaus Pfluger en una junta de sacerdotes del Distrito de Alemania en Stuttgart en Septiembre de 2011) el cual cada vez estaba más claramente dirigido a una “regularización canónica” y un “acuerdo canónico” con la Roma conciliar. Esto fue llenando de inquietud a las Carmelitas de Brilon-Wald ya que se habían confiado a la FSSPX para estar protegidas precisamente de esta Roma conciliar. ¿Serían entregadas a ellos por sus propios protectores?
Los acontecimientos turbulentos especialmente dentro de la propia Fraternidad desde el otoño de 2011 en adelante, no ayudaron a disipar estas preocupaciones para tranquilizarlas. Particularmente, el Carmelo contempla a su responsable, Monseñor de Galarreta. Él inicialmente parecía dar razones de esperanza cuando habló claramente en sus “Reflexiones” con ocasión de la junta de los Superiores de la Fraternidad en Albano el 7 de Octubre de 2011, y más claramente aún en la carta conjunta con Monseñor Williamson y Monseñor Tissier de Mallerais al Consejo General de la Fraternidad en abril del 2012, en contra de un “acuerdo canónico”.
Después del Capítulo General de la FSSPX en el Verano de 2012 con sus lamentables “seis condiciones” para una “rendición honorable”; después de la exclusión de Monseñor Williamson primero del Capítulo General y luego de la Fraternidad, sin que sus hermanos obispos acudieran en su ayuda; en particular después de la plática de Monseñor de Galarreta en Villepreux en Octubre de 2012 en el cual él cambió de ser Pablo a ser Saulo, significando que de ser un oponente al acuerdo, se convirtió en su partidario; luego de todos estos eventos no quedó nada de la esperanza inicial. Ya no podían tener confianza de ser protegidas por las autoridades de la FSSPX del modernismo de la Roma conciliar.
Nuevos y extraños caminos y una decisión necesaria.
Desde el año 2000, la FSSPX, dirigida por su Superior General Monseñor Fellay, tomó un nuevo camino (lo que por cierto fue admitido por el Primer Asistente el Padre Niklaus Pfluger en una junta de sacerdotes del Distrito de Alemania en Stuttgart en Septiembre de 2011) el cual cada vez estaba más claramente dirigido a una “regularización canónica” y un “acuerdo canónico” con la Roma conciliar. Esto fue llenando de inquietud a las Carmelitas de Brilon-Wald ya que se habían confiado a la FSSPX para estar protegidas precisamente de esta Roma conciliar. ¿Serían entregadas a ellos por sus propios protectores?
Los acontecimientos turbulentos especialmente dentro de la propia Fraternidad desde el otoño de 2011 en adelante, no ayudaron a disipar estas preocupaciones para tranquilizarlas. Particularmente, el Carmelo contempla a su responsable, Monseñor de Galarreta. Él inicialmente parecía dar razones de esperanza cuando habló claramente en sus “Reflexiones” con ocasión de la junta de los Superiores de la Fraternidad en Albano el 7 de Octubre de 2011, y más claramente aún en la carta conjunta con Monseñor Williamson y Monseñor Tissier de Mallerais al Consejo General de la Fraternidad en abril del 2012, en contra de un “acuerdo canónico”.
Después del Capítulo General de la FSSPX en el Verano de 2012 con sus lamentables “seis condiciones” para una “rendición honorable”; después de la exclusión de Monseñor Williamson primero del Capítulo General y luego de la Fraternidad, sin que sus hermanos obispos acudieran en su ayuda; en particular después de la plática de Monseñor de Galarreta en Villepreux en Octubre de 2012 en el cual él cambió de ser Pablo a ser Saulo, significando que de ser un oponente al acuerdo, se convirtió en su partidario; luego de todos estos eventos no quedó nada de la esperanza inicial. Ya no podían tener confianza de ser protegidas por las autoridades de la FSSPX del modernismo de la Roma conciliar.
Todo quedó
aclarado después de leer el libro del Padre Lelong acerca del GREC, titulado
“Por la necesaria Reconciliación”, lo que expuso abiertamente desde cuándo y
con qué métodos algunos habían estado trabajando dentro de la Fraternidad para
llegar a la unión con Roma conciliar, esto es, hasta qué punto la FSSPX había
sido infectada y minada y cuán profundamente el mal había enraizado.
En el invierno de 2012/2013, las Carmelitas de Brilon-Wald llegaron a la conclusión que sería necesario terminar sus conexiones con la FSSPX para permanecer fieles a la Fe Católica y no ser llevadas a la Roma conciliar. Cuando en marzo de 2013 había un prospecto de visita de Monseñor de Galarreta el cual estaba en Alemania en ese momento, le comunicaron el 25 de febrero su decisión de que ellas ya no se servirían de su “autoridad suministrada” y que por lo tanto su visita ya no era necesaria. Este paso llegó luego de intensos estudios, meditación, oraciones y consejos y tenían pleno derecho de tomarlo ya que de acuerdo a lo escrito por el Superior General en 1991, las comunidades religiosas estaban libres de contactar a Monseñor de Galarreta o no.
Maniobra para capturar la fortaleza.
El antiguo Superior General y actual Superior de Distrito de Alemania, Padre Franz Schmidberger, parecía haber olvidado completamente su carta de 1991. En el mismo día, 25 de febrero, cuando recibió el mensaje de Monseñor de Galarreta y antes siquiera de pensar o considerar –estando en la casa de retiros de la Fraternidad en la Selva Negra predicando un retiro- envió inmediatamente un fax al sacerdote encargado de las Carmelitas de Brilon-Wald, en el cual le ordenó dejar el monasterio en los próximos tres días, el 28 de febrero a las 8:00 PM (es interesante observar que se trata del mismo momento de la abdicación de Benedicto XVI) y que tomara residencia en la Casa de Distrito en Stuttgart. Como justificación mencionó que las Carmelitas querían separarse por el “supuesto liberalismo” en la FSSPX y que incluso se negaban a hablar con su “superior eclesiástico”, siendo que incluso el Primer Asistente de la FSSPX no hace mucho tiempo declaró en una entrevista con el consentimiento tanto del Superior de Distrito como de la Casa General, que la FSSPX sufre de “irregularidad canónica”. El clero irregular no puede ser “superior eclesiástico”…
Ya que el Capellán no estaba presente en Brilon-Wald durante los días 25-28 de febrero, no pudo cumplir esta orden. Cuando regresó, la situación ya había cambiado. En primer lugar, algunos sacerdotes bien intencionados hicieron lo que uno esperaría del Superior de Distrito y persuadieron a las hermanas Carmelitas a tomar un respiro previo a la separación final de la Fraternidad y que se hiciera un intento de conversación con Monseñor de Galarreta. Por lo tanto, la decisión fue pospuesta para Pascua y se convino en la visita del Obispo del 20 al 23 de marzo.
En segundo lugar, la hermana externa dejó el Carmelo el 28 de febrero. (Una hermana externa es una monja Carmelita que no vive en claustro y que desarrolla deberes externos, por ejemplo las compras). La hermana externa apenas había profesado solemnemente sus tres votos religiosos al Carmelo de San José en la misma Fiesta de San José del 2012. Ella, sin embargo, no quiso saber nada de los sucesos en la FSSPX y se negó a prestar atención a cualquier información. Por lo tanto, ella no estaba de ningún modo lista para dar el paso de su comunidad.
La Madre Superiora le pidió esperar hasta Pascua y le ofreció que si ella no estaba de acuerdo con la decisión, ella sería acomodada en otro Carmelo. Ya se habían tomado los pasos necesarios y se le encontró un Carmelo que hubiera recibido a la hermana en tal caso. Pero sin embargo, la hermana externa no quiso esperar e insistió en dejar el Carmelo inmediatamente. Para este propósito se comunicó con su hermano carnal, un sacerdote de la Fraternidad que reside en la Casa de distrito de Stuttgart, el cual vino inmediatamente a recogerla.
Entre el retiro que terminó el 2 de marzo y la junta de sacerdotes que empezó el 4 de marzo, el Superior de Distrito de Alemania encontró el tiempo para escribir una carta al Capellán del Carmelo en la cual lo llamó, esta vez como “orden en obediencia”, a dejar el Carmelo el 7 de marzo y estar en la Casa de Distrito a las 8:00 PM. Esta carta fue entregada al Capellán el día 5 de marzo vía “correo registrado”.
La Reverenda Madre Superiora acto seguido se dirigió personalmente al Padre Schmidberger y le pidió políticamente dejar al Capellán por lo menos hasta Pascua en el monasterio, de otro modo ellas, especialmente después de la sustracción de la hermana externa, no podrían creer en la pureza de sus intenciones y las de la FSSPX. La respuesta llegó el día 6 de marzo: Es el derecho del Superior de Distrito el transferir a sus sacerdotes a su voluntad; él no tiene responsabilidad del escape de la hermana externa. Aún más, la sustracción de la externa fue necesaria por sus nervios ya que extraña mucho la humildad de las Carmelitas restantes en Brilon-Wald.
Cuando un ladrón trata de tomar una ciudad o una fortaleza, primero corta los suministros. Algo similar sucedió aquí. Después de la sustracción de la hermana externa quien era responsable de proveer los medios de subsistencia, ahora el Capellán sería removido y por lo tanto los medios de subsistencia espiritual serían cortados. El Superior de Distrito trató obviamente de tomar el Carmelo de Brilon-Wald, contrariamente a su declaración de 1991 (no hubo otra manera de tomar el Carmelo, ya que la propiedad del Carmelo con sus edificios, monasterios, capilla y casa espiritual es posesión de las monjas). Todas sus protestas de inocencia no sirvieron de nada. El derecho a mover un sacerdote no incluye el derecho a dejar el monasterio sin alimento espiritual e infligir en cierto sentido un interdicto, a pesar de que no fueron declaradas culpables de un delito. Y la sustracción de la hermana de su monasterio por un sacerdote que está bajo su propia autoridad, y el acomodo de la hermana prófuga en su propia casa, es imposible que haya pasado sin su consentimiento, especialmente porque él defendió este procedimiento inmoral.
La inevitable ruptura
La situación estaba clara para las Carmelitas. Ellas informaron a Monseñor de Galarreta que él no debía preocuparse más. Bajo tales circunstancias la colaboración con estas personas era impensable. Fue también claro para el Capellán que no podía seguir la orden del Superior de Distrito. Las órdenes injustas y absurdas no obligan. La orden era absurda, pues en el corto período de menos de tres días era imposible para el Capellán arreglar sus asuntos, para empacar sus cosas y organizarse. La orden era injusta pues obviamente trataba de privar a las Carmelitas de la Santa Misa y de los sacramentos.
En efecto, el Superior de Distrito prometió a medias en su “correo registrado” proveer un “sustituto” del Capellán, pero en la fecha señalada del 7 de marzo, no había nada en concreto sobre este “sustituto”. Al menos hasta Pascua, el cuidado espiritual de las hermanas debió haber sido asegurado e incluso más, por un razonable período de tiempo para darles a las monjas la oportunidad de encontrar un nuevo Capellán. Ya que el Carmelo no es culpable de ninguna ofensa, sino que simplemente hicieron uso de su propio derecho, no había razón para ningún castigo –especialmente en vista de los innumerables méritos que el monasterio había adquirido para el Distrito de Alemania en cerca de treinta años.
Naturalmente, uno tiene que esperar que la FSSPX difunda toda clase de insultos y calumnias en contra del Carmelo de Brilon-Wald y que por lo menos hablen mal de él, ya que no pudieron conquistarlo. En segundo lugar, puede asumirse que el Capellán será expulsado de la FSSPX debido a su “desobediencia”. Pero uno tiene que obedecer a Dios antes que a los hombres. “In Deo laudabo verbum, in Domino laudabo sermonem: in Deo speravi, non timebo quid faciat mihi homo.” (Sal. 55,11).
En el invierno de 2012/2013, las Carmelitas de Brilon-Wald llegaron a la conclusión que sería necesario terminar sus conexiones con la FSSPX para permanecer fieles a la Fe Católica y no ser llevadas a la Roma conciliar. Cuando en marzo de 2013 había un prospecto de visita de Monseñor de Galarreta el cual estaba en Alemania en ese momento, le comunicaron el 25 de febrero su decisión de que ellas ya no se servirían de su “autoridad suministrada” y que por lo tanto su visita ya no era necesaria. Este paso llegó luego de intensos estudios, meditación, oraciones y consejos y tenían pleno derecho de tomarlo ya que de acuerdo a lo escrito por el Superior General en 1991, las comunidades religiosas estaban libres de contactar a Monseñor de Galarreta o no.
Maniobra para capturar la fortaleza.
El antiguo Superior General y actual Superior de Distrito de Alemania, Padre Franz Schmidberger, parecía haber olvidado completamente su carta de 1991. En el mismo día, 25 de febrero, cuando recibió el mensaje de Monseñor de Galarreta y antes siquiera de pensar o considerar –estando en la casa de retiros de la Fraternidad en la Selva Negra predicando un retiro- envió inmediatamente un fax al sacerdote encargado de las Carmelitas de Brilon-Wald, en el cual le ordenó dejar el monasterio en los próximos tres días, el 28 de febrero a las 8:00 PM (es interesante observar que se trata del mismo momento de la abdicación de Benedicto XVI) y que tomara residencia en la Casa de Distrito en Stuttgart. Como justificación mencionó que las Carmelitas querían separarse por el “supuesto liberalismo” en la FSSPX y que incluso se negaban a hablar con su “superior eclesiástico”, siendo que incluso el Primer Asistente de la FSSPX no hace mucho tiempo declaró en una entrevista con el consentimiento tanto del Superior de Distrito como de la Casa General, que la FSSPX sufre de “irregularidad canónica”. El clero irregular no puede ser “superior eclesiástico”…
Ya que el Capellán no estaba presente en Brilon-Wald durante los días 25-28 de febrero, no pudo cumplir esta orden. Cuando regresó, la situación ya había cambiado. En primer lugar, algunos sacerdotes bien intencionados hicieron lo que uno esperaría del Superior de Distrito y persuadieron a las hermanas Carmelitas a tomar un respiro previo a la separación final de la Fraternidad y que se hiciera un intento de conversación con Monseñor de Galarreta. Por lo tanto, la decisión fue pospuesta para Pascua y se convino en la visita del Obispo del 20 al 23 de marzo.
En segundo lugar, la hermana externa dejó el Carmelo el 28 de febrero. (Una hermana externa es una monja Carmelita que no vive en claustro y que desarrolla deberes externos, por ejemplo las compras). La hermana externa apenas había profesado solemnemente sus tres votos religiosos al Carmelo de San José en la misma Fiesta de San José del 2012. Ella, sin embargo, no quiso saber nada de los sucesos en la FSSPX y se negó a prestar atención a cualquier información. Por lo tanto, ella no estaba de ningún modo lista para dar el paso de su comunidad.
La Madre Superiora le pidió esperar hasta Pascua y le ofreció que si ella no estaba de acuerdo con la decisión, ella sería acomodada en otro Carmelo. Ya se habían tomado los pasos necesarios y se le encontró un Carmelo que hubiera recibido a la hermana en tal caso. Pero sin embargo, la hermana externa no quiso esperar e insistió en dejar el Carmelo inmediatamente. Para este propósito se comunicó con su hermano carnal, un sacerdote de la Fraternidad que reside en la Casa de distrito de Stuttgart, el cual vino inmediatamente a recogerla.
Entre el retiro que terminó el 2 de marzo y la junta de sacerdotes que empezó el 4 de marzo, el Superior de Distrito de Alemania encontró el tiempo para escribir una carta al Capellán del Carmelo en la cual lo llamó, esta vez como “orden en obediencia”, a dejar el Carmelo el 7 de marzo y estar en la Casa de Distrito a las 8:00 PM. Esta carta fue entregada al Capellán el día 5 de marzo vía “correo registrado”.
La Reverenda Madre Superiora acto seguido se dirigió personalmente al Padre Schmidberger y le pidió políticamente dejar al Capellán por lo menos hasta Pascua en el monasterio, de otro modo ellas, especialmente después de la sustracción de la hermana externa, no podrían creer en la pureza de sus intenciones y las de la FSSPX. La respuesta llegó el día 6 de marzo: Es el derecho del Superior de Distrito el transferir a sus sacerdotes a su voluntad; él no tiene responsabilidad del escape de la hermana externa. Aún más, la sustracción de la externa fue necesaria por sus nervios ya que extraña mucho la humildad de las Carmelitas restantes en Brilon-Wald.
Cuando un ladrón trata de tomar una ciudad o una fortaleza, primero corta los suministros. Algo similar sucedió aquí. Después de la sustracción de la hermana externa quien era responsable de proveer los medios de subsistencia, ahora el Capellán sería removido y por lo tanto los medios de subsistencia espiritual serían cortados. El Superior de Distrito trató obviamente de tomar el Carmelo de Brilon-Wald, contrariamente a su declaración de 1991 (no hubo otra manera de tomar el Carmelo, ya que la propiedad del Carmelo con sus edificios, monasterios, capilla y casa espiritual es posesión de las monjas). Todas sus protestas de inocencia no sirvieron de nada. El derecho a mover un sacerdote no incluye el derecho a dejar el monasterio sin alimento espiritual e infligir en cierto sentido un interdicto, a pesar de que no fueron declaradas culpables de un delito. Y la sustracción de la hermana de su monasterio por un sacerdote que está bajo su propia autoridad, y el acomodo de la hermana prófuga en su propia casa, es imposible que haya pasado sin su consentimiento, especialmente porque él defendió este procedimiento inmoral.
La inevitable ruptura
La situación estaba clara para las Carmelitas. Ellas informaron a Monseñor de Galarreta que él no debía preocuparse más. Bajo tales circunstancias la colaboración con estas personas era impensable. Fue también claro para el Capellán que no podía seguir la orden del Superior de Distrito. Las órdenes injustas y absurdas no obligan. La orden era absurda, pues en el corto período de menos de tres días era imposible para el Capellán arreglar sus asuntos, para empacar sus cosas y organizarse. La orden era injusta pues obviamente trataba de privar a las Carmelitas de la Santa Misa y de los sacramentos.
En efecto, el Superior de Distrito prometió a medias en su “correo registrado” proveer un “sustituto” del Capellán, pero en la fecha señalada del 7 de marzo, no había nada en concreto sobre este “sustituto”. Al menos hasta Pascua, el cuidado espiritual de las hermanas debió haber sido asegurado e incluso más, por un razonable período de tiempo para darles a las monjas la oportunidad de encontrar un nuevo Capellán. Ya que el Carmelo no es culpable de ninguna ofensa, sino que simplemente hicieron uso de su propio derecho, no había razón para ningún castigo –especialmente en vista de los innumerables méritos que el monasterio había adquirido para el Distrito de Alemania en cerca de treinta años.
Naturalmente, uno tiene que esperar que la FSSPX difunda toda clase de insultos y calumnias en contra del Carmelo de Brilon-Wald y que por lo menos hablen mal de él, ya que no pudieron conquistarlo. En segundo lugar, puede asumirse que el Capellán será expulsado de la FSSPX debido a su “desobediencia”. Pero uno tiene que obedecer a Dios antes que a los hombres. “In Deo laudabo verbum, in Domino laudabo sermonem: in Deo speravi, non timebo quid faciat mihi homo.” (Sal. 55,11).