El
grupo del G8 de los países relevantes a nivel mundial.
8 cardenales para la reforma católica
URGENTE 24 – 13/04/2013
8 cardenales de 5 continentes ayudarán al Papa Francisco a
afrontar la reforma de la administración de la Iglesia Católica Apostólica
Romana. El Vaticano anunció el nombramiento de 8 prelados, procedentes de
Italia, Chile, India, Alemania, República Democrática del Congo, USA, Australia
y Honduras. El "comité de sabios", ayudará a Francisco, y tendrá a un
arzobispo italiano como secretario.
Nota de
SYLLABUS: Siguiendo el modelo globalizador del G 8, ahora en la Iglesia un
grupo de 8 asesores de los 5 continentes (casualidad: da 13, número que parece
acompañar a Bergoglio) se apresta a reformar la Iglesia seguramente para que
tienda a hacerse más global y menos “cerrada” o “retrógrada”. El mundo no
tolera un catolicismo exclusivista con respecto a las otras religiones. El
gobierno mundial requiere una iglesia mundial que no sea precisamente católica.
Nos preguntamos también por qué serán 8 los asesores, ¿por qué no doce, o diez, o cinco? ¿Acaso el simbolismo
judaico habrá tenido que ver con el número? ¿Podrían relacionarse las
siguientes noticias, que muestran la vinculación del Cardenal Bergoglio con el
judaísmo y reconocidos globalistas, con este nuevo hecho? ¿Será por eso que
como Papa Bergoglio cambió la estrella de su escudo por una de 8 puntas? Preguntas
inquietantes ante cosas que no auguran nada bueno. Interesante también esta entrevista al globalista y promotor del G8 judío Jacques Attali anunciando el Gobierno Mundial: http://axxon.com.ar/not/145/c-1450011.htm.
Políticos
y empresarios celebraron Januká
AMBITO FINANCIERO
Miércoles 24 de Diciembre de
2008
Mauricio Macri se reveló como un entusiasta
bailarín de «rikudim» (danzas típicas israelíes): compartió con Eduardo Elsztain (en el fondo),
dirigentes y gente común la alegre festividad judía de Januká.
Mauricio
Macri compartió con el embajador de Israel Daniel
Gazit; el presidente de la AMIA, Guillermo Borger; su par de la
DAIA, Aldo Donzis; el economista «K» Bernardo
Kliksberg y su predecesor Jorge Telerman una
de las fiestas más alegres y tradicionales del judaísmo: el encendido
de las velas de Januká. Macri, poco afecto al baile, danzó con los
empresarios Eduardo Elsztain (IRSA), Sergio Grosskopf y Diego
Mazer (Grupo Chateau) yEduardo Pochinki (Supermercados
Vital), entre otros, un medley de tradicionales canciones de campamento juvenil
que bajaba desde el escenario, interpretadas por el grupo Kef, un
must en toda fiesta de la colectividad.
Desde ese mismo escenario el rabino Tzví Grunblatt -director general de Jabad Lubavitch en la Argentina, el grupo religioso organizador de la fiesta- explicó el sentido de la celebración y recordó al rabino de Jabad y su esposa muertos en los atentados terroristas de Bombay. Un grupo de chicos encendió un segundo candelabro en homenaje a Moshé (Moisés), el hijo de dos años de la pareja asesinada por «diabólicos terroristas» (como los definió Grunblatt) y que fue salvado de la muerte por una empleada doméstica de sus padres.
Januká, que quiere decir «inauguración», recuerda el milagro ocurrido hace casi 2.200 años, cuando los macabeos -un ejército irregular encabezado por Matitiau- derrotaron al imperio greco-sirio encabezado por Antíoco, que buscaba «helenizar» a los judíos. En este escenario, había convertido al Gran Templo de Jerusalén en un altar pagano. Tras la victoria militar, los sacerdotes judíos se abocaron a purificar el templo, pero se encontraron que tenían aceite para que ardiera un solo día; sin embargo, milagrosamente ese óleo duró ocho días, hasta que el nuevo aceite puro estuvo listo. Y allí se «reinauguró» el Templo y la fiesta tomó su nombre.
Por eso se encienden ocho velas durante otros tantos días consecutivos (una el primer día, dos el segundo, etc.) con el «shamash», la vela-piloto que está más alta que las otras en la «janukiá» (el candelabro especial para esta fiesta, de nueve brazos, a diferencia de la tradicional menorá, de siete).
Macri fue invitado a encender una de las tres velas correspondientes a la noche del lunes, junto con Borger. El embajador, Donzis y Kliksberg completaron el ritual. Tanto el actual alcalde como Telerman fueron muy aplaudidos por la concurrencia, en la que se mezclaban jóvenes (y no tanto) judíos jasídicos ataviados con las ropas ya tradicionales de ese grupo del judaísmo (largos levitones negros, barbas, sombreros borsalino de ala ancha) con curiosos que llegaron a la plaza República Oriental del Uruguay -frente a Canal 7- atraídos por la música, las luces y el ambiente festivo.
Macri hasta se animó a desearle al público «jag saméaj» (feliz fiesta en hebreo); no fue su primera incursión en la lengua de la Torá: el año pasado, al abrir los Juegos Macabeos Panamericanos, lanzó un impecable «brujim habaim» (bienvenidos); en ambos casos las frases (que le enseñó su asesor Claudio Avruj) le valieron la ovación de la gente.
S.D.
Desde ese mismo escenario el rabino Tzví Grunblatt -director general de Jabad Lubavitch en la Argentina, el grupo religioso organizador de la fiesta- explicó el sentido de la celebración y recordó al rabino de Jabad y su esposa muertos en los atentados terroristas de Bombay. Un grupo de chicos encendió un segundo candelabro en homenaje a Moshé (Moisés), el hijo de dos años de la pareja asesinada por «diabólicos terroristas» (como los definió Grunblatt) y que fue salvado de la muerte por una empleada doméstica de sus padres.
Januká, que quiere decir «inauguración», recuerda el milagro ocurrido hace casi 2.200 años, cuando los macabeos -un ejército irregular encabezado por Matitiau- derrotaron al imperio greco-sirio encabezado por Antíoco, que buscaba «helenizar» a los judíos. En este escenario, había convertido al Gran Templo de Jerusalén en un altar pagano. Tras la victoria militar, los sacerdotes judíos se abocaron a purificar el templo, pero se encontraron que tenían aceite para que ardiera un solo día; sin embargo, milagrosamente ese óleo duró ocho días, hasta que el nuevo aceite puro estuvo listo. Y allí se «reinauguró» el Templo y la fiesta tomó su nombre.
Por eso se encienden ocho velas durante otros tantos días consecutivos (una el primer día, dos el segundo, etc.) con el «shamash», la vela-piloto que está más alta que las otras en la «janukiá» (el candelabro especial para esta fiesta, de nueve brazos, a diferencia de la tradicional menorá, de siete).
Macri fue invitado a encender una de las tres velas correspondientes a la noche del lunes, junto con Borger. El embajador, Donzis y Kliksberg completaron el ritual. Tanto el actual alcalde como Telerman fueron muy aplaudidos por la concurrencia, en la que se mezclaban jóvenes (y no tanto) judíos jasídicos ataviados con las ropas ya tradicionales de ese grupo del judaísmo (largos levitones negros, barbas, sombreros borsalino de ala ancha) con curiosos que llegaron a la plaza República Oriental del Uruguay -frente a Canal 7- atraídos por la música, las luces y el ambiente festivo.
Macri hasta se animó a desearle al público «jag saméaj» (feliz fiesta en hebreo); no fue su primera incursión en la lengua de la Torá: el año pasado, al abrir los Juegos Macabeos Panamericanos, lanzó un impecable «brujim habaim» (bienvenidos); en ambos casos las frases (que le enseñó su asesor Claudio Avruj) le valieron la ovación de la gente.
S.D.
Distinciones
del Arzobispado. Premios de educación
Luis Liberman entrega el premio a Bernardo Kliksberg.
LA
NACION
Viernes
08 de septiembre de 2006 | Publicado
en edición impresa
Para
destacar el valor educativo de testimonios de vida, el Arzobispado de Buenos
Aires entregó ayer los premios Juntos Educar 2006 a figuras de distintos
ámbitos sociales, en la escuela Carlos Pellegrini.
El cardenal Jorge Bergoglio
presidió el acto, al que asistió el ministro de Educación, Daniel Filmus. Fueron premiados el investigador Bernardo Kliksberg (entregó
el premio el director de Educación de Gestión Privada de la ciudad, Luis Liberman), el árbitro Horacio
Elizondo, el folklorista Juan Carlos Saravia, el ingeniero Eitel Lauría, el
conductor Alejandro Dolina, el trabajador social Carlos Eroles, el dirigente socialista Norberto La Porta,
el pastor valdense Norberto Bertón,
el cacique toba Oscar López Clemente y la religiosa María Laura. Además, la
escuela superior técnica General Savio del Ejército, la Feria del Libro
Infantil, el hospital Pedro de Elizalde (ex Casa Cuna), el Instituto para el Diálogo Interreligioso, la Escuela de Enfermería
Padre Luis Tezza, los programas Los Peques y El
arranque y la Sociedad Bíblica
Argentina.
Recordemos
los antecedentes del Cardenal Bergoglio: participando de la celebración de la Januká y encendiendo el candelabro de nueve velas; en sus habituales encuentros con los rabinos Skorka, Bergman o los presidentes del Congreso Judío latinoamericano y el Congreso Judío Mundial; de visita en sinagogas o la AMIA y utilizando la Catedral de Buenos Aires para celebraciones judías, etc. Para ser un obispo humilde se ha visto extrañamente rodeado de personalidades muy poderosas que lo han honrado.
Pero el cardenal Bergoglio también ha tenido siempre muy buenas relaciones con Mauricio Macri, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, un anticristiano "de derecha" promotor de cuanta perversión exige imponer el globalismo mundial y de aceitada relación con la Sinagoga.
Carta de Francisco a Macri.
Macri y amigos:
El apoyo de Mauricio Macri a Francisco es evidente y puede observarse por toda la ciudad de Buenos Aires:
Afiches callejeros.
Gigantografía en la fachada del edificio del Banco Ciudad.
El falo masónico del Obelisco con los colores vaticanos.