CONFERENCIAS DE MONSEÑOR WILLIAMSON
EN BRISTOL- NÚMERO VIII
En esta conferencia Monseñor Williamson
analiza un texto de Monseñor de Galarreta sobre el Preámbulo Doctrinal, además
de revelarnos, una vez más, la falta de firmeza doctrinal de Monseñor Fellay y
sus colaboradores. Nos comenta también cómo un libro del Padre Calderón
ya traducido al francés, fue vetado por Menzingen. Vale la pena leerla.
Visto en Non Possumus
Monseñor de Galarreta dice que lo
que los Romanos proponen es “confuso, de doble lenguaje, falso y esencialmente
malo” y que “el documento es sustancialmente inaceptable. Es peor que el
protocolo de 1988 en particular con relación al Magisterio pos-conciliar”.
Cita de
Monseñor Lefebvre: “Nuestros verdaderos fieles, aquellos que han comprendido
el problema y que nos han ayudado a seguir la línea derecha y cerrada de la
Tradición y de la fe, temían las gestiones que yo hacía con Roma. Ellos me
dijeron que era muy peligroso y que perdía mi tiempo”- en los años 70 y 80.
“”Sí por supuesto, esperé hasta el último minuto que en Roma mostraran algo
de lealtad. Nadie puede reprocharme de no haber hecho todo lo que pude. Y
ahora, a los que vienen a decirme “usted debe llegar a un acuerdo con Roma”,
creo que puedo decirles que incluso fui mas lejos de lo que debí haber ido”.
Esto es obviamente después de 1988, y está hablando de cómo recorrió nueve y
media yardas, más que las nueve completas, para llegar a un acuerdo con Roma,
pero ellos no quisieron.
Esta es una
pregunta de una entrevista –“¿Qué piensa de la instrucción del Cardenal
Ratzinger que establece el juramento de fidelidad y que incluye una profesión
de fe?”
Monseñor
Lefebvre.- “Primero se reitera el Credo, que no presenta ningún problema. Ha
quedado intacto. El primer y segundo apartados no presentan tampoco dificultades.
Son cosas corrientes desde el punto de vista teológico. Pero el tercero es
muy malo. Es prácticamente alinearse con lo que los obispos del mundo entero
piensan hoy día. En el preámbulo está por otra parte claramente indicado que
este apartado ha sido añadido en razón al espíritu del Concilio. Se refiere al
Concilio y al supuesto magisterio de hoy día que es el de los conciliares.
Habría sido preciso añadir: en tanto que este magisterio está en plena
conformidad con la Tradición. Tal como está esta fórmula es peligrosa.”
Monseñor Lefebvre está hablando de las fórmulas que Roma propuso después de las
consagraciones.
“Tal como
está esta fórmula es peligrosa. Esto demuestra bien el espíritu de estas gentes
con las cuales no es posible entenderse. Es absolutamente ridículo y falso
—como han hecho algunos— presentar este juramento de fidelidad como un
resurgimiento del juramento anti modernista suprimido después del Concilio.
Todo el veneno está en el tercer apartado que parece hecho ex-profeso para
obligar a quienes se han adherido a suscribir esta profesión de fe y afirmar
así su pleno acuerdo con los obispos. Es como si en tiempo del arrianismo
hubiesen dicho: ahora estáis plenamente de acuerdo con todo lo que piensan los
obispos arrianos. No, yo no exagero, está claramente expresado en la introducción.
Es el engaño. Cabe preguntarse si no se ha querido en Roma corregir con esto el
texto del protocolo que me ofrecieron”. En otras palabras, para Roma el Protocolo fue muy
lejos. Me di cuenta que el protocolo
fue muy lejos en su dirección, contrariamente a lo que ellos piensan de que fue
muy lejos en nuestra dirección.
“Aunque no
satisfizo, pareció todavía demasiado en nuestro favor el artículo 3 de la
declaración doctrinal, puesto que no expresa bastante la necesidad de someterse
al Concilio. Pienso que se desquitan ahora. Van sin duda a hacer firmar estos
textos a los seminaristas de la Hermandad de San Pedro antes de su ordenación y
a los sacerdotes de esta Hermandad, que van entonces a encontrarse obligados a
hacer un acto oficial de adhesión a la Iglesia conciliar. A diferencia del
protocolo, por estos nuevos textos se someten al Concilio y a todos los obispos
conciliares. Tal es su espíritu y no
cambiarán.”
Entonces
Monseñor de Galarreta está citando al Arzobispo, subrayando la firmeza de los
romanos en la línea del Concilio, que los Romanos están decididos.
La siguiente cita es también de una
entrevista con la revista Fideliter.- “¿Piensa usted que la situación ha
empeorado desde antes de las consagraciones cuando usted entró en
conversaciones que terminaron en el protocolo del 5 de mayo 1988? ¿Los romanos
son peores de lo que eran en tiempos del protocolo?”
“Oh sí” –dice el Arzobispo. “Por
ejemplo, el hecho que la profesión de fe sea solicitada por el cardenal
Ratzinger desde principios del año 1989. Es muy serio porque están pidiendo a
todos los que han ido hacia Roma o que podrían hacerlo, hacer una profesión de
fe en los documentos del concilio y de las reformas conciliares. Para nosotros,
eso es imposible.”
Entonces Monseñor de Galarreta está
citando a Monseñor Lefebvre al efecto de que Roma insiste en el Concilio. Lo
mismo sucede ahora.
Monseñor de Galarreta- “De hecho,
esa correspondencia es perfecta para el pensamiento y para la posición tomada
por la comisión romana en las discusiones doctrinales del pasado año y medio.”
Monseñor de Galarreta encabezó la
delegación de la FSSPX en cada una de las ocho sesiones y sale diciendo: “Lo
que acabo de citar del Arzobispo de 1988, es exactamente lo mismo en 2011 y
2012”.
“Hoy no
están listos para abandonar el Vaticano II. Es esencial para nuestra cuestión
actual” –esto fue a finales de 2011- “para recordar que nosotros claramente
reconocimos en esa ocasión que ellos no deseaban abandonar el Vaticano II, ni
sus doctrinas liberales, y su intención y su clara voluntad es llevarnos hacia
el Vaticano II”. Eso fueron las discusiones en lo que concierne a Roma.
“Cuando
mucho, Roma aceptaría un re-balance y una mejor formulación, pero siempre será
dentro de los límites de la renovación de la hermenéutica de la continuidad del
Papa, entonces tendremos permitido entrar a la discusión e incluso seríamos
útiles para autorizar su renovación en la reforma con continuidad”. Monseñor de Galarreta está diciendo que la
hermenéutica de la continuidad del Papa significa interpretar el concilio de
tal modo que no esté enfrentado con la Tradición. Es un golpe frontal. No
se puede reconciliar esto con esto, pero de algún modo Benedicto XVI está con
los dos a la vez. Esto no puede hacerse, pero esa es la hermenéutica de la
continuidad. Entonces Monseñor de Galarreta dice que los romanos, en las
discusiones, estuvieron presionando para hacernos ir con la hermenéutica de la
continuidad. No es posible, es contradictorio.
“El documento propuesto confirma que
es una ilusión y una irrealidad el creer que se puede llegar a un acuerdo
práctico que podría ser bueno, apropiado y garantizado e incluso aceptable para
las dos partes. Dadas las circunstancias, es cierto que al final, después de
mucho hablar, llegaríamos a absolutamente nada, entonces ¿por qué molestarnos
en participar en ulteriores discusiones?”
Monseñor de
Galarreta dice que no vamos a aceptar y que simplemente no es posible.
“Siguiendo la proposición romana, la
cuestión crucial es la siguiente -¿debemos entrar en el camino de un posible
acuerdo el cual es primordialmente práctico? ¿Es prudente y adecuado mantener
contactos con Roma en vista de un acuerdo práctico? Para mí, la respuesta a
esta pregunta es clara. Nosotros debemos negarnos a entrar en este camino
porque no podemos hacer un mal para obtener un bien, y un bien incierto, porque
necesariamente esto causaría ciertos males para el bien común de la Fraternidad
San Pio X y para la familia de la Tradición”.
Otra vez lo
dice: no tiene caso, no es apropiado y es malo estar involucrados en
discusiones para llegar a un acuerdo práctico. El es muy claro. No esconde lo
que piensa.
“Este es un
resumen de algunas de las razones para mi punto de vista” Son principalmente
citas del Arzobispo –“Uno, ¿cómo podemos
someternos u obedecer a autoridades que continuarán pensando, predicando y
gobernando como modernistas? Nosotros tenemos propósitos y objetivos
completamente opuestos, incluso medios diferentes. ¿Cómo podríamos trabajar
bajo sus órdenes?”
Es sentido común. A menos que
quieras convertirte en conciliar, ¿cómo puedes trabajar bajo los conciliares?
Ellos van a hacer todo lo que puedan para convertirte en conciliar, y se te
pones bajo sus órdenes, te van a hacer conciliar.
Monseñor
Lefebvre –“Eso son cosas fáciles de decir. Ponerse dentro de la Iglesia,
¿qué quiere decir? Y ante todo ¿de qué Iglesia están hablando? Si es de la
Iglesia conciliar, ¡habría sido necesario que nosotros, que luchamos contra
ella durante veinte años porque amamos a la Iglesia católica, entrásemos en
esta Iglesia conciliar para volverla supuestamente católica! Es una completa
ilusión. No son los súbditos que hacen a los superiores, sino los superiores
que hacen a los súbditos”.
Segunda cita de Monseñor Lefebvre:”Yo
no pienso que sea un verdadero regreso de los romanos a la Tradición. Es como
en una lucha, cuando tienes la impresión de que las tropas han avanzado demasiado
lejos, los haces regresar y pones los frenos, ahora ellos están poniendo frenos
al impulso del Vaticano II porque los que apoyan al concilio van demasiado
rápido. Estos obispos han ganado completamente por el concilio y por las
reformas conciliares del papa sobre el ecumenismo y carismatismo, por lo que no
deben temer.”
Lo que está
diciendo el Arzobispo es que los romanos que están poniendo freno a los obispos
no deben temer porque incuestionablemente los obispos no darán marcha atrás al
Concilio.
“Aparentemente
ahora están haciendo algo un poco más moderado, con un poco más de sentimiento
tradicional, pero no es profundo. Los grandes principios fundamentales del
concilio, los errores del concilio, son bienvenidos por ellos y los ponen en
práctica. Para ellos no es un problema. Por el contrario, iría más lejos para
decir que los que son más dulces con nosotros son los más duros con nosotros.
Los que están poniendo los frenos un poco son los que son más duros con
nosotros. Son ellos quienes requerirían más que nosotros nos sometiéramos a los
principios del Concilio” En otras palabras, los que parecen ser menos rabiosos
con nosotros son los más duros hacia la Tradición.
Monseñor
Lefebvre –“Estaba perfectamente claro
y eso ilustra muy bien su estado de espíritu. No se trata para ellos de
abandonar la nueva misa. Al contrario y eso es evidente. Por eso lo que puede
aparecer como una concesión no es en realidad más que una maniobra para llegar a
quitarnos el mayor número posible de fieles. Es preciso convencer a los fieles
que se trata de una maniobra, que es un peligro el ponerse en las manos de
los obispos conciliares y de la Roma modernista. Es el mayor peligro que los
amenaza. Si hemos luchado durante veinte años para evitar los errores
conciliares, no es para ponernos ahora en las manos de quienes los profesan”.
Monseñor de
Galarreta continúa: “¿Obedecer a quienes, obedecer qué? Y la respuesta sería
obedecer al concilio. Significaría obedecer a los partidarios del concilio.
Segunda razón.- disminuir la confesión de la Fe”. En otras palabras la Fe
completa ya no sería profesada. Actualmente
la Fraternidad está desalentando el criticismo a Benedicto XVI y el criticismo
al concilio. Recuerdo cuando Campos cayó, creo que fue en el 2002, escribí un
artículo llamado “Campos ha caído”, y recuerdo a Monseñor Fellay llamándome
para decirme “Usted no debería decir eso”. Cambié algunas frases pero nunca
quiso que dijera “Campos ha caído”, esto en el 2002. Monseñor Tissier escribió
un muy buen ensayo de los errores teológicos de Benedicto XVI llamado “La fe
amenazada por la razón” y nunca fue publicado por la Fraternidad. Fue publicado
solamente por los Dominicos de Avrillé, porque Monseñor Fellay no quiso que se
publicara porque era en contra de Benedicto XVI. Otro trabajo es la excelente
condenación sintética del padre Calderón que es sobre todo una condenación del
concilio –con argumentos muy
sólidos, muy coherente – un verdadero panorama de la podredumbre del Concilio.
Está en español, fue traducido al francés pero llegaron órdenes de arriba de
que no fuera publicado por la Fraternidad en Francés. La traducción ya está
lista, está ahí, quizá hasta lo llevaron a la imprenta y –luz roja, porque no quieren
que el concilio sea condenado y no quieren que Benedicto XVI sea condenado
tampoco. Para la Fraternidad esto es una locura, peor que una locura. Es un
suicidio. Es el suicidio de la FSSPX. Es como comprar un perro guardián y
amordazarlo en la noche para que no ladre. ¿Cuál es el punto?
Monseñor de
Galarreta –“Si llegáramos a un acuerdo, ¿cómo no se disminuiría la confesión
y defensa pública de la Fe? ¿Cómo podríamos nosotros ir en contra la
protección necesariamente pública de los fieles y de la Iglesia?” Si se va a defender el rebaño tiene que ser
en forma pública. No puede hacerse en privado. Lo privado no es suficiente. Se
tiene que hacer público. Tenemos que condenar los errores que amenazan las
ovejas en público. Se tiene que condenar a los lobos públicamente. El dice “Si
nosotros llegamos a un acuerdo práctico, no solamente no podremos defender a la
gente en contra de los errores del concilio”. Obvio. “A este respecto,
si hacemos un acuerdo práctico en las presentes circunstancias, estamos
entrando en el lenguaje doble, duplicidad y ambigüedad. El mero hecho envía un
mensaje a todos. Estaríamos entrando a una “Plena comunión” con autoridades que
permanecen modernistas.”
¿Cómo puede
esto no enviar un mensaje a la gente de que el modernismo no es tan malo
después de todo? O también la gente diría: en este caso ¿no será la FSSPX que
estaba mal después de todo? Por lo tanto, necesariamente habría una disminución
de la defensa de la fe si nos unimos con gente que está destruyendo la fe, que
han adquirido principios que destruyen la fe. Es sentido común.
“No podemos
abstraernos del contexto –es decir por los eventos constantes y enseñanzas de
la iglesia actual –visitas repetidas a los templos protestantes y sinagogas, beatificación
y próximamente la canonización de Juan Pablo II, Asís II, predicar a tiempo y a
destiempo la libertad religiosa y así sucesivamente. Necesariamente nos
ataríamos a todo esto”. Esta es la basura contra la que hemos estado luchando
por 40 años. “Además”- dice Monseñor de Galarreta, “si hacemos un acuerdo vamos a perder nuestra libertad de palabra.
Vamos a tener que disminuir nuestra crítica pública a las autoridades e incluso
a ciertos textos del concilio y al Magisterio pos-conciliar”. Todo esto sucederá,
de hecho ya está sucediendo en la FSSPX en la manera que les he estado
diciendo.
“Para entender e ilustrar estos
puntos, es suficiente ver lo que sucede con los Tradicionalista que van a Roma,
desde San Pedro hasta el IBP. Ellos están inevitablemente
enfrentados a la alternativa de rendirse o traicionar sus compromisos, y ellos
prefirieron rendirse”. En otras palabras, los presionan –ustedes tienen que
hacerse más conciliares y menos tradicionales. Entonces, o ellos desafían la
presión o bien se rinden, y la mayoría de las veces se rinden, por lo que una
marcha atrás no sucede. Ustedes no pueden decir que el acuerdo práctico sería
bueno porque siempre podríamos salir otra vez. No, así no es como sucede.
Preguntas
hechas a Monseñor Lefebvre –“Cuando vemos a Dom Gérard y la Fraternidad de
San Pedro obteniendo tanto la liturgia como el catecismo, sin, dicen ellos,
habiendo renunciado a nada, algunas personas preocupadas de estar en
dificultades con Roma podrían estar tentadas de ir a Roma por el cansancio.
Esas personas dicen: “Mire a Dom Gérard y la Fraternidad San Pedro, entraron a
Roma y no dieron nada a cambio”.
Contesta el
Arzobispo: “Cuando dicen que no han
renunciado a nada es falso. Están renunciando a la posibilidad de oponerse a
Roma. Ellos ya no pueden decir nada. Deben estar silenciosos dado que Roma les
ha hecho favores. Ahora es imposible para ellos denunciar los errores de la
Iglesia Conciliar. Poco a poco se están adhiriendo –aunque solo sea por la
profesión de fe que pide ahora el cardenal Ratzinger- a los errores del
concilio. Creo que Dom Gérard está sacando un pequeño libro escrito por uno de
sus monjes sobre la libertad religiosa, en un intento por justificarla”.
De verdad
creo que es de seis volúmenes. Es Dom Basil quien escribió un libro en seis
volúmenes justificando la libertad religiosa –la misma que Monseñor Lefebvre
dijo que era una “blasfemia odiosa” –la libertad religiosa de acuerdo al
concilio. Entonces se empieza a ser conciliar, simplemente te rindes. Pones tu
pequeño dedo en ese mecanismo y ves como se come tu mano, tu codo, tu hombro, y
entonces simplemente te has ido, ya eres conciliar, y esto es lo que sucedió a
muchos de ellos. Ahora son completamente conciliares. Monseñor Rifan ahora está
celebrando la nueva misa, y una muy fea, aparentemente. No la he visto.
Otra cita
del Arzobispo: “Pregunta.- Desde las consagraciones ya no ha habido más
contactos con Roma, sin embargo, como usted nos dijo, el cardenal Oddi le dijo:
“Tenemos que resolver esto. Solamente escriba una pequeña disculpa al Papa, él
tiene sus brazos abiertos para darle la bienvenida. ¿Por qué no intentar este
último paso? ¿Por qué le pareció imposible aceptar la oferta del cardenal Oddi?
Solo una pequeña nota de disculpa y todo estará bien””
Monseñor
Lefebvre – “Eso es absolutamente imposible en el estado en que se encuentra
Roma actualmente, el cual va empeorando. No nos hagamos ilusiones –los
principios que dirigen a la iglesia conciliar son cada vez más contradictorias
a la Doctrina Católica. Al frente de la Comisión de los derechos humanos de la
ONU, el Cardenal Casaroli declaró recientemente “Deseo detenerme un poco en un
aspecto de la libertad fundamental de pensamiento y acción de acuerdo a la
propia conciencia, es decir, la libertad religiosa. La Iglesia Católica y su
Pastor Supremo, quien ha hecho de los derechos del hombre uno de los grandes
temas de su predicación, no deja de recordar que en un mundo hecho por el
hombre y para el hombre, todas las organizaciones de la sociedad tienen sentido
solo si hacen de la dimensión humana su principal preocupación”. Escuchar eso
de la boca de un cardenal –no dice una palabra acerca de Dios.”
El Arzobispo
continúa: “Por su parte, el Cardenal Ratzinger presentando uno de estos
grandes documentos sobre las relaciones entre el Magisterio y los teólogos,
afirma por primera vez con claridad que las decisiones del Magisterio puede que
no sean la última palabra sobre la materia, sino una suerte de disposición
provisional –“El núcleo puede permanecer fijo, pero los aspectos
particulares que tuvieron alguna influencia, las circunstancias del tiempo,
podrían necesitar una rectificación posterior. A este respecto debemos señalar
la declaración de los papas del siglo pasado, las decisiones anti-modernistas
dieron un gran servicio en su día, pero ahora ya son obsoletas” y entonces
damos vuelta a la página y el problema con el Modernismo se fue. Tales
pensamientos son absolutamente sin sentido”, dice el Arzobispo.
Finalmente
el Arzobispo dice: “El Papa es más ecuménico que nunca. Todas las ideas
falsas del concilio continúan desplegándose, cada vez con mayor claridad. Ellos
se están escondiendo cada vez menos. Por lo tanto es absolutamente inconcebible
el aceptar colaborar con tal jerarquía”.
Monseñor Fellay no está de acuerdo
con esto. El Padre Pfluger, el Padre Nely, el Padre Schmidberger, el Padre de
Chalard –estos líderes de la Fraternidad que quieren que ésta se vuelva
conciliar, no ponen atención a lo que dijo el Arzobispo, o dicen “Roma ha
cambiado”. Ese es su gran tema –Roma ha cambiado. Bueno, quisiera que Monseñor
Fellay viniera aquí a persuadirlos o a darles sus argumentos de por qué Roma ha
cambiado. Cuando Monseñor Tissier fue a Menzingen y escuchó a Monseñor Fellay,
le dijo: -bien, Su Excelencia, usted dice que Roma ha cambiado, deme sus
argumentos. Monseñor Fellay le dio una serie de pequeños indicadores, de
pequeñas anécdotas, pequeñas cosas, pequeñas golondrinas –una, dos, tres,
cuatro, cinco, seis, siete golondrinas, y dijo “siete golondrinas hacen verano”. No. No lo hacen. Es paja en el
viento. No es un cambio real por parte de Roma, y la prueba es Asís y la
beatificación de Juan Pablo II. Si Roma hubiera entendido verdaderamente a la
Tradición, ¿cómo podría beatificar a Juan Pablo II?
En realidad, el verdadero problema
es este: que de parte de Benedicto XVI es una verdadera benevolencia porque un
subjetivista puede incluso aceptar a la Verdad mientras que la Verdad no
reclame ser la Verdad exclusiva. Si lo que quiero es ir a la
colección de todas las religiones como un buen chico tradicional, y veo a todos
y amo a todos y admiro a todos y hago que todos me admiren y les guste y me
llevo con todo el mundo- eso está bien. Esa clase de Tradición castrada está
bien para ellos, pero si la Traición llega y les dice “ustedes son un montón de
mentirosos, la mayoría de ustedes por su negación de la Divinidad de
Jesucristo, el resto porque niegan la Santa Comunión, y/o reniegan de las
reclamaciones del Papa, y ustedes están en el camino al infierno y todos
ustedes están malditos” –esa clase de Tradición no está permitida. No es
kosher. No está permitida. Eso es lo que el Arzobispo está diciendo. Lo pongo
en un modo más coloreado pero esto es lo que es.
Entonces, el argumento de aquellos
que quieren que la Fraternidad vaya con Roma ahora es que Roma ha cambiado,
pero no lo ha hecho. Bueno, ustedes pueden argumentar si ha cambiado o no.
Escuchen los argumentos y vean si los persuaden. Si los persuaden, bien, pero a
mí no me persuaden cuando veo cosas como la beatificación y las cosas que
los romanos siguen haciendo y diciendo. Todo lo que el Arzobispo menciona es de
hace 20 años. De lo que habla Monseñor de Galarreta es de las discusiones
doctrinales del 2009 al 2011, hace solo un año, por lo que es muy reciente, y
Monseñor de Galarreta dice que estos personajes están hablando solamente del
concilio y quieren que nosotros aceptemos el concilio. Este es el final de los
contactos con Roma pero –“Oh no, ahora que sabemos lo que Roma piensa y que
Roma sabe lo que pensamos, es tiempo de empezar a hablar de nuevo”. Esto es lo
que dijo el padre Pfluger. Por lo tanto, ellos no están funcionando en la
doctrina. Como mucha gente en la actualidad, no entienden la primacía de la
doctrina.
¿Qué es
doctrina? ¿Qué es la fe? Cada hombre tiene algo de fe. El cree en algo. El
tiene una idea de para qué es la vida. Podría ser el vino, mujeres y canciones.
Puede ser que para hacer un millón de dólares. Puede ser para convertirse en el
mejor tenista para ir a Wimbledon. Puede ser que para ir al cielo. En cualquier
caso, cada hombre tiene algo de doctrina, algo de fe, algún propósito en la
vida, alguna convicción de para qué es la vida y alguna doctrina que exprese
esa convicción, entonces cada hombre, en cierto sentido, tiene algo de
doctrina. Ahora, la principal diferencia entre los seres humanos es de los que
tienen la doctrina católica y los que no la tienen. Es la diferencia más
grande, porque aquellos que tienen la doctrina católica están marchando a un
ritmo completamente diferente del que tiene el mundo, sea Wimbledon o dinero, o
prestigio, o gloria, o vino, o mujeres y música, lo que sea, todas son cosas
mundanas. El católico no marcha con este mundo. Marcha al ritmo del cielo. Por
lo tanto el Católico es único en su clase. Es el único que está convencido de
que si muere en estado de gracia, gracias a Nuestro Señor Jesucristo, con ayuda
de los Sacramentos, irá al cielo y será feliz por toda la eternidad. Hay una
vida después. Está el cielo. Hay un grave riesgo del infierno. Todo esto es
doctrina, la cual es enseñada por la Iglesia, y la doctrina es simplemente la
expresión de la realidad.
Santo Tomás
dice: “Cuando digo que creo en Dios, no estoy creyendo en la proposición, yo
creo en Dios. Estoy creyendo en Dios”. Hay una realidad que es el objeto de mi
fe, y la doctrina es la expresión de esa realidad. Creo en Dios –esa es la
proposición. Está la doctrina. Dios existe en la doctrina, y yo creo en el Dios
que existe. Creo en Nuestro Señor Jesucristo. Creo en la divinidad de Nuestro
Señor Jesucristo. Creo en la Santa Eucaristía. Creo en estas cosas, son
realidades. Creo que son realidades. Si el hombre no cree en ellas, está
marchando a un ritmo muy diferente. ¿Cómo puede la gente que marcha en un ritmo
totalmente diferente marchar al paso? El concilio cambió el ritmo. El concilio
cambió, de creer en el cielo a creer en este mundo –Gaudium et Spes- este
maravilloso mundo, todo es del hombre para el hombre, no es de Dios y para
Dios, sino del hombre para el hombre. Qué locura.
Es porque la gente no comprende la
importancia de la doctrina que no ven el por qué la Fraternidad tiene que
permanecer en la línea de Monseñor Lefebvre. Ellos piensan que la vida Católica
significa ser amable con todos y entonces queremos ser amables con el mundo
moderno, entonces queremos ir con el mundo, entonces queremos ir con el
Concilio. No. El papa Juan Pablo II fue amable con todos, creía en la libertad
religiosa –tu religión es buena, apretón de manos, tu religión es buena,
apretón de manos, una foto. La gente de la televisión ha perdido su dominio de
la doctrina. Han perdido su dominio de la realidad. Han perdido su dominio del
pensamiento. Han perdido completamente su dominio de las verdades de la fe, y
todos ellos están marchando a uno u otro ritmo mundano. Simplemente no
entienden ya la importancia de la doctrina. ¿Cuánta gente en realidad piensa,
cuántos usan su mente? En cosas materiales, en cosas electrónicas, en Sudoku
–en abundancia. En la realidad de la próxima vida –muy pocos.
Pregunta –“Usted
dijo, señalando a Dom Gérard y otros, “ellos nos están traicionando. Ahora
están estrechando las manos de los demoledores de la Iglesia, con liberales,
con modernistas”. ¿No fue un poco severo?
Monseñor
Lefebvre –“No, no lo es. Ellos acudieron a mí durante 15 años. Me pidieron,
como obispo, que ordenara sus candidatos para que el monasterio pudiera tener
no solamente a Dom Gérard como sacerdote, también otros sacerdotes. Los ordené
durante 15 años. Ellos me lo pidieron y yo siempre lo hice. Yo no soy quien los
buscó. Son ellos los que vinieron a mi pidiéndome mi apoyo para sus
ordenaciones, por la amistad de nuestros sacerdotes, y al mismo tiempo que
abrimos todos los prioratos para ayudar a su monasterio económicamente. Ellos
hicieron uso de nosotros todo lo que pudieron. Nosotros lo hicimos gustosos e
incluso generosamente. Yo estaba muy contento al hacer sus ordenaciones,
abrimos nuestras casas para que pudieran beneficiarse de la generosidad de
nuestros benefactores, y de repente recibo una llamada de teléfono –“Ya no lo
necesitamos, terminamos. Nos vamos con el Arzobispo de Avignon. Ahora tenemos
un acuerdo con Roma. Hemos firmado un protocolo. No me hizo feliz tener tantas
dificultades con Roma. No me hizo feliz que hubiéramos tenido que luchar de
esta manera. Hemos estado luchando por principios, para mantener la fe católica
y ellos estaban de acuerdo con nosotros.
Ellos colaboraron con nosotros, y de
repente, abandonaron la verdadera lucha para juntarse con los demoledores de la
Iglesia con el pretexto de que los demoledores les darían algunos privilegios. Eso no es aceptable. Ellos
abandonaron prácticamente la lucha por la fe. Ya no pueden atacar a Roma. Es lo
mismo que hizo el padre de Blignières. Una vez fue tradicionalista. Escribió un
libro condenando la libertad religiosa, pero ahora escribe a favor de la
libertad religiosa. Ya no se puede contar con hombres como ellos que no han
entendido la cuestión doctrinal. En cualquier caso, esa gente está cometiendo
un grave error. Han pecado gravemente actuando del modo que lo hicieron,
deliberadamente y con una increíble falta de seriedad”.
Monseñor de
Galarreta llega a su tercer punto, que es la cuestión doctrinal, que es el
problema esencial y está subdividido en tres secciones. Lo siguiente es todo de
Monseñor de Galarreta. Pueden ver que es sólido.
“Debemos mirar el marco dentro
del cual pretenderían incorporarnos. Un acuerdo significa, nos guste o no,
integrarnos a su sistema, a su determinada manera de pensar y a una realidad
que no depende de nosotros, depende de su pensamiento, su teología, su acción,
y así es como van a presentarlo. Acabamos de ver en las discusiones doctrinales
cuál es su idea. Es modernismo puro, revisado y corregido. En
particular hay tres principios que aceptaríamos implícitamente –relativismo de
la Verdad, lo que significa que no hay una verdad absoluta, ni siquiera la
Verdad dogmatica y la necesidad de pluralismo en la Iglesia”.
Relativismo de la Iglesia significa que no hay verdad absoluta. Toda la
verdad es relativa. Pluralismo en la Iglesia significa que puede haber toda
clase de iglesias dentro de la Iglesia.
“En
cuanto a nosotros, tenemos la experiencia y el carisma de la Tradición, pero lo
que tenemos es una verdad parcial, en lo que a ellos concierne”. La Tradición
tiene su propia verdad, tiene su propio carisma, sería incorporada a la gran
carpa porque tiene algo para contribuir, pero una Verdad exclusiva y absoluta
–de ningún modo para los conciliares. “Su sistema modernista y dialectico que
llama a los contrarios, les permitiría integrarnos en el nombre de la unidad en
la diversidad como siendo un elemento positivo e incluso necesario, respetando
a las otras personas en la Iglesia y las otras realidades, y que
permaneceríamos abiertos al diálogo y siempre estaríamos buscando la Verdad”.
Los
Católicos no estamos buscando la Verdad. Por la Gracia de Dios, poseemos la
Verdad. No estamos siempre buscándola, la tenemos. Siempre podemos aprender
más, pero saber más no significa decir que no tengo lo que en realidad ya
tengo. Poseo la Verdad. No la busco. Yo lo sé.
“La
prueba de esto es que están prestos a aceptarnos después de que cada parte
reconozca una necesaria y profunda oposición doctrinal”.
Este es
exactamente el Padre Pfluger. Entonces Monseñor de Galarreta está diciendo que
los romanos lo único que quieren es que las diferencias doctrinales estén
claras y reconocidas. Lo que dice el Padre Pfluger es que desde el momento en
que las discusiones fueron simplemente para establecer las diferencias, ahora
podemos seguir adelante para establecer un acuerdo práctico.
“¿Cómo
podemos aceptar implícitamente tal principio por una integración explícita en
su sistema y por la interpretación oficial que ellos le dan, cuando son los
mismos cimientos del modernismo que destruye toda la Verdad natural y
sobrenatural? Es aceptar el relativismo de la Tradición y de la única y
verdadera Fe. ¿Cómo puede la Fraternidad entrar en una cosa así? Un acuerdo significaría, uno
–necesariamente relativizar la Verdad; dos –la interpretación del Vaticano II
de acuerdo a la Tradición; tres –la evolución de la Fe”.