Tras la reunión interreligiosa en
Fátima en octubre de 2003, dijo el Superior general de la FSSPX:
“¿Cómo podríamos dejar
pasar en silencio tales aberraciones? Nosotros rechazamos cualquier acuerdo
diferenciado, afirmamos la contradicción entre lo verdadero y lo falso y nuestra firme voluntad de no tener “nullam
partem” en semejante empresa ya que, sencillamente, queremos seguir siendo
católicos. Es con horror y repugnancia que nos alejamos de esa manera de considerar
la Iglesia y de vivir en “comunión”. ¿Cómo puede pretenderse que la “Roma”
modernista haya cambiado, que se haya vuelto favorable a la Tradición? ¡Cuántas
ilusiones!”.
Mons. Fellay, Carta a los amigos y
benefactores Nº 65, Diciembre 2003.
Tras las
reuniones interreligiosas propiciadas por Francisco, como las recientes en Nueva
York o en el Vaticano en la audiencia general, estas son las declaraciones de
Mons. Fellay al respecto:
Tras el reciente Sínodo destructor
de la familia, Mons. Fellay, ya sin sentir "horror y repugnancia" como años antes, sólo atinó a decir sobre Francisco: “rezamos por el Papa: oremus
pro pontifice nostro Francisco,y permanecemos vigilantes: non
tradat eum in manus inimicorum ejus[9], para que Dios no lo entregue en
manos de sus enemigos”. Pero, como comentó acertadamente un lector en un sitio web afín a la Neo-Fraternidad:
"...rezamos
por el Papa: oremus pro pontifice nostro Francisco, y permanecemos vigilantes:
non tradat eum in manus inimicorum ejus[9], para que Dios no lo entregue en
manos de sus enemigos..." Leo esto
y me pregunto... Quién pensará Monseñor Fellay que son los enemigos de
Francisco? Porque la verdad, hay una tonelada de Santos, Doctores de la Iglesia
y 2000 años de magisterio que son enemigos declarados de Bergoglio. Digo, nada
más...”. Exactamente:
Francisco le ha declarado la guerra a la Tradición, a todos nosotros, y tiene
al auténtico catolicismo por enemigo. ¿Mons.
Fellay no lo ve, o no lo quiere ver?