LA ACCIÓN DE LA B’NAI B’RITH
Antecedentes históricos
Esta orden nace en una comunidad israelita de
25.000 almas, originarias de Alemania, Austria y Provenza, agrupadas en el
Lowen East Side de Nueva York, el 13 de octubre de 1843, fundada por una docena
de hombres dirigidos por Henry Jones.
Los fundadores, quienes eran en su mayoría
judíos alemanes, le dieron el título de “Bundes-Bruedes” (Liga de los
Hermanos).
Rápidamente encontraron una denominación
menos accesible a los oídos profanos: “The independent Order of B’nai B’rith”
(La Orden independiente de los hijos de la Alianza).
Todos sus miembros eran afiliados a logias
masónicas. El ritual de la Orden es una mezcla de los ritos de York y del
americano de los Old Fellows.
Entre el 13 de octubre y el 12 de noviembre
de 1843, fueron fundadas 12 logias, una de las cuales tuvo al masón Jones por
fundador.
En 1882 se fundó la primera logia germánica.
Los B’nai B’rith se hicieron muy populares en Alemania, a tal punto que, tres
años después, lograron crear su primera gran logia.
En ese mismo 1885, la organización ya tenía
conformadas 20 logias (con 2218 miembros) en los Estados Unidos de América. La
Orden también se expandió por Austria, Rumania y Hungría, creando logias y
grandes logias.
Después de la Primera Guerra Mundial, las
logias palestinas obtuvieron su propio distrito, el Nº 14. La más antigua fue creada
por el padre del hebreo moderno, Siegmund Bergel, en 1888 en Jerusalén. Actualmente
hay más de 20 logias en Israel.
En 1882, dos israelitas de nacionalidad francesa,
F. y S. Vatiné, oriundos de Niza, fundaron una logia de idioma francés.
Según “Tribuna Judía” del año 1990, la
Orden contaba ya en aquel entonces con 500.000 afiliados repartidos en 10
logias, con 1450 capítulos femeninos repartidos en 46 estados.
El fin de la Unión Soviética permitió que la
B’nai B’rith creara o reactívase antiguas logias, a través de los nuevos
estados libres. En 1989 se fundó la logia de Moscú.
El número 1108 aparecido en 1990 de la anteriormente
citada “Tribuna Judía” anunciaba la expansión hacia Europa oriental:
Maurice Honigbann instaló en Budapest la primera logia húngara de todos los
tiempos.
En 1932 se creó la primera logia (la Nº 1151) en París, por el Dr.
Sliosberg, de la logia de rito escocés, refugiado desde 1917. Esta logia sería
luego dirigida por el masón Pierre-Jean Bloch, un agregado del gabinete
particular del General De Gaulle, quien le confió la operación y liquidación
de la prensa “colaboracionista”.
La logia Nº 1151 se difundió mucho, hasta el punto de
hacer necesaria la creación de una unión de las asociaciones francesas B’nai B’rith.
El Gran Maestre actual es Marc Aron, quien dirige la Comisión de Lucha contra
el Antisemitismo.
Fue reelegido a la cabeza de los B’nai B’rith
de Francia el 18 de marzo de 1990 en Marsella. Monseñor Coffry, Arzobispo de
Marsella en aquellos momentos, participó como veedor en la reunión.
Misión y fines
Uno de los antiguos presidentes de la B’nai B’rith
ha escrito:
“Los miembros de la B’nai B’rith están
destinados a preservar nuestra preciosa herencia judía (...) el refuerzo de nuestros
rangos a través del mundo dará más peso a nuestra voz”.
El historiador judío inglés Paul Goodman
comprueba:
“Ese regionalismo de los judíos profundamente
comprometidos con el Nuevo y el Antiguo Mundo (...) representa la fuerza más grande que
se ha organizado en los tiempos modernos para luchar por la formación de los
intereses del judaísmo”.
A esta Orden se le subordinan todas las otras
asociaciones judías visibles y ocultas, tales como:
• la Alianza Israelita Universal;
• el Consejo Mundial Judío;
• el Fondo Social Judío;
• el British Israel;
• la Alianza Francia-Israel;
• la Liga contra el Racismo y el Antisemitismo
(LICRA), etc...
Los “Hijos de la Alianza” quieren ser, a la
vez, la punta de lanza del pueblo judío y los poderosos jefes de sección de
las obediencias masónicas en la lucha contra la religión católica y en la
creación y organización de diversos grupos que operen para la desaparición de
la naciones y de los pueblos para llegar a instaurar un poder supremo mundial
que se remita, finalmente, a sus manos.
Con esta interesante actividad, Israel, según
expresa Elie Erbekin en su libro “Los judíos de hoy”, cumple “su
misión histórica de redención de la libertad de los pueblos, de mesías
colectivo de los derechos del hombre”.
F. D. Roosevelt
Presentados como los salvadores de la humanidad,
como los libertadores del hombre, todos predestinados por Dios a tales tareas,
el trabajo de los judíos miembros de la élite no puede ser acogido más que con
gratitud por los goims (es decir, por los no judíos).
El católico, sin embargo, no olvida que su
búsqueda del poder terrenal, aún cuando se la disfrace de filantropía, está
marcada desde hace siglos con el sello del orgullo y del error.
En la espera de un Salvador, la aristocracia
judía, con los B’nai B’rith a la cabeza, trabajan por tomar la dirección del
mundo, establecer la nueva Jerusalén, destinada según ellos a eliminar a Roma,
sede de su fundamental enemiga, la Iglesia, quien según el Talmud ha sido
instaurada por “el Nazareno que enseñaba una doctrina contraria a las
palabras del Dios vivo”.
Poder de la orden
Su influencia es considerable.
“Su influencia es tal que incita a los
candidatos a la presidencia de los Estados Unidos de América a presentarse
delante de ellos antes de cada elección (...) Los B’nai B’rith están representados
en el seno de la mayoría de las organizaciones internacionales tales como las
Naciones Unidas y la U.N.E.S.C.O., y en cuanta organización no gubernamental
haya (...) La Orden hasta tiene sus entradas en el Vaticano”. (publicado
en “Tribuna Judía” del 23 de diciembre de 1985).
Su poder se refuerza por su relación con las
diversas obediencias masónicas.
Desde 1874, los B’nai B’rith han celebrado
con la alta masonería internacional un concordato de “reconocimiento mutuo”.
El documento ha sido firmado por Armand Levy por parte de la Orden, y por
Albert Pike por la francmasonería mundial (Albert Pike es el jefe supremo del
Directorio Dogmático del rito escocés).
Filiales conocidas
Año 1913. Para protegerse contra los servicios
de toda naturaleza, sus correligionarios residentes en Europa Central y en
Rusia crearon la “Anti Deformation League of B’nai B’rith” (ADL), la cual se
transformó muy rápidamente en un medio de lucha contra la derecha americana.
Jules Isaac
En 1980, la ADL abrió una oficina en París.
Su tarea se vio facilitada por las leyes francesas, y así la organización pudo
llevar hasta los tribunales a cualquier persona física o moral que juzga
antisemita.
En 1923, y para proteger la pureza de la raza
hebraica, la Orden creó la “Fundación Hillel” (Hillel era un rabio del primer
siglo antes de Jesucristo), y la “Organización de la Juventud de los B’nai B’rith”,
que se reservó la educación de los jóvenes para preservarlos de la duda y/o la
indiferencia religiosa.
Rechazando la asimilación por mestizaje, la
que podría conducir al abandono de la religión judía, los B’nai B’rith
organizaron encuentros de jóvenes judíos de ambos sexos, oriundos de di versos países europeos, para incitarlos a la endogamia y facilitarla.
Jóvenes venidos de África o Asia participaron
también en tales reuniones.
La revista “Actualidad Judia” participa
desde hace algunos años en la “Cruzada contra los matrimonios mixtos”,
importante factor destructor del particularismo judío.
Ejemplos de intervenciones exitosas
1851-1853: modificación de un tratado helvético-americano
en favor de los israelitas.
1867-1872: movilización de todos los Estados
para la defensa de los judíos en Rumania.
1902-1917: intervención contra el zar con apoyo
estadounidense.
La derrota rusa ante Japón favoreció la
acción subversiva de los B’nai B’rith, cuyo Gran Maestre Krauss se inmiscuyó
en las negociaciones de paz.
Los banqueros judíos Jacob Schiff, Waiburg y
Gugenheim, todos de la B'nai B'rith, dieron los fondos necesarios para el éxito
de la revolución bolchevique y de la economía stalinista, con la ayuda eficaz
del masón inglés Lord Miller y Sir George Budranan.
1919: el tratado de Versalles es, en gran
parte, su obra.
1920-1938: el banco judío financia la llegada
al poder del Adolf Hitler y la creación de la industria alemana. Se organiza
la emigración de los judíos hacia Palestina.
1940-1945: muy influyentes alrededor del
presidente Roosevelt, los B’nai B’rith trabajan en hacer hincapié sobre los
medios necesarios para “después de la victoria, hacerles rendir estricta
cuenta a los nazis de sus crímenes”,
olvidando a algunos de sus correligionarios muy importantes.
1964: Jules Isaac, fundador en 1948 de la “Amistad
judeocristiana”, fue el cabecilla del asalto contra la enseñanza tradicional de
la Iglesia en Roma.
Juan XXIII
En el Vaticano II, el Papa Juan XXIII, favorable a las ideas de Jules Isaac, creó el Secretariado para la Unidad de los Cristianos. El Cardenal Bea, jesuita alemán, relacionado con el Gran Maestre de las logias venidas de Alemania y con el pastor Willen Viser’t Hooft, fundador del
“Consejo Ecuménico de las Iglesias”, se
asegura su dirección con la ayuda de dos prelados judíos conversos.
En el comienzo de los años ’80, el escritor
judío Rabi declaró que el libro de Jules Isaac “Jesús e Israel” era “el
arma de guerra más especifica contra una enseñanza cristiana particularmente
nociva”...
El Cardenal Bea y los dirigentes de la B’nai
B’rith mantuvieron numerosas entrevista en Nueva York. Finalmente, las
organizaciones judías y progresistas obtuvieron una amplia mayoría de los
Padres conciliares para, literalmente, “judaizar” a la Iglesia romana por el
voto del 20 de noviembre de 1964.
1651 Padres estimaron que la versión de la
Pasión según Jules Isaac es preferible a las de San Juan y San Mateo. El nuevo
Papa Pablo VI rechazó
tomar una decisión.
Gracias a la acción de los Padres fieles a la
Tradición, Monseñores Carli y Lefebvre entre otros, el voto definitivo de
octubre de 1965 enderezó un poco la situación.
Desde aquel tiempo, numerosos obispos seducidos
participaron en reuniones de los B’nai B’rith.
1986: La Federación Europea del ADL intervino
en la política interior francesa y obtuvo la firma de un acuerdo con los
partidos liberados en contra del Frente Nacional.
1991: Se obtuvo la supresión del proceso de
beatificación de Isabel la Católica. Las organizaciones judías intervinientes
condenaban formalmente la beatificación de una soberana que había expulsado
de sus territorios a más de 1.500.000 judíos. El anuncio de la capitulación lo
hizo el Cardenal Felici el 28 de marzo en Roma.
El Papa recibe a Moishe Smith, Presidente de la B'Naith B'Rith Internacional.
“Los B’nai B’rith son los Hijos de la Alianza, testimonian a la vez la perennidad de la Alianza de Dios con su pueblo Israel y de la vitalidad del judaísmo contemporáneo (...) Los comités judíos y cristianes para las relaciones interreligiosas se han reunido de nuevo en Praga (...) para decir que el cristianismo es incompatible con el antisemitismo y hacer seguir las consignas de la revisión de la catequesis católica desde la Jerarquía hasta la base” (Dr. Aron, presidente de la sección francesa de la B’nai B’rith, en un discurso del 16 de noviembre de 1991, donde le agradecía al Cardenal Decourtray por su acción en el asunto Touvier).
Etienne Couvert, tomado
de “Cahiers de la Société Agoustin Barruel”. Revista “Iesus
Christus” nº47 septiembre-octubre de
1996.