miércoles, 19 de junio de 2013

VERDADES OPORTUNAS QUE SE OPONEN A LOS ERRORES CONTEMPORÁNEOS


COMPENDIO DE VERDADES OPORTUNAS QUE SE
OPONEN A LOS ERRORES CONTEMPORÁNEOS

Mons. Antonio de Castro Mayer



Sobre métodos de apostolado


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FALSO               
Se ha de alabar que los católicos se unan a personas afiliadas a otras religiones, como protestantes, cismáticos, etcétera, para asegurar la defensa de los valores comunes de todas las confesiones cristianas.


VERDADERO
La colaboración de los fieles con los acatólicos para conseguir objetivos comunes, sólo está permitida por la Iglesia en casos excepcionales. Más grave sería el hecho de que los católicos se uniesen de manera estable con personas de otras religiones en una organización especial. La Iglesia ve con temor esas asociaciones y las prohíbe. Cuando en alguna circunstancia excepcional, se siente como obligada, para evitar mayores males, a tolerar colaboraciones de esta naturaleza, lo hace con miedo y con tristeza.


Explanación
El peligro de las colaboraciones puede aumentar por la propia naturaleza del fin que se proponga: Así, una colaboración para una finalidad exclusivamente técnico-profesional es menos grave que una colaboración con fines culturales. La Asociación Cristiana de Jóvenes, por ejemplo, está prohibida por la Iglesia, porque, reuniendo cristianos de varias sectas, procura asociar también a los católicos para un fin educativo-moral cristiano; esto es, una religiosidad vaga, que puede servir tanto para los herejes, como para los católicos. Una de las razones por las que el Santo Pío X condenó "Le Sillón", movimiento democrático cultural y social modernizante de Marc Sangnier, fue su faceta interconfesional (Carta Apostólica "Notre Charge Apostolique", A. A. S. 2, pág. 625, ss.). Dice entre otras cosas el Bienaventurado Pontífice: "Todos, católicos, protestantes y librepensadores, procurarán preparar a la juventud, no para una lucha fratricida, sino para una generosa emulación en el terreno de las virtudes sociales y cívicas" -(Marc Sangnier, París, mayo de 1910). Estas declaraciones y esta nueva organización de la acción sillonistas sugiere graves reflexiones. He ahí una asociación interconfesional fundada por católicos, para trabajar en la reforma de la civilización, obra eminentemente religiosa porque no hay civilización verdadera sin civilización moral, y no hay verdadera civilización moral sin verdadera religión: ésta es una verdad demostrada y un hecho histórico. ¿Qué debemos pensar de una asociación en la cual todas las religiones y el mismo librepensamiento pueden manifestarse a voluntad? Porque los sillonistas, que en las conferencias públicas y en otras ocasiones proclaman altivamente su fe individual, no pretenden ciertamente cerrar la boca a los demás e impedir que el protestante defienda su protestantismo y el escéptico su escepticismo." (A. A. S. 2, p. 625/626).