Cristianos y budistas: unir fuerzas para construir un mundo de paz
Declaración final del IV coloquio budista-cristiano
Ciudad del Vaticano, 20 de mayo de 2013 (Zenit.org)
Redacción | 584 hitos
Bajo el tema "La paz interior. La paz entre
los pueblos” se celebró el cuarto coloquio entre cristianos y budistas en la
Universidad Pontificia Urbaniana en Roma, promovido por el Pontificio Consejo
para el Diálogo Interreligioso, en colaboración con la Oficina para el Diálogo
Ecuménico e Interreligioso de la Conferencia Episcopal Italiana.
Los participantes, procedentes de Italia, Japón,
Taiwan, Vietnam, Corea del Sur, Tailandia, Myanmar, Sri Lanka y la India, han
manifestado que el trabajo realizado ha contribuido a profundizar en el
entendimiento mutuo de las tradiciones de cada uno, para conocer mejor la
convergencia y divergencia y a ser consciente de la responsabilidad mutua para
mantener o restaurar la paz.
En un comunicado publicado hoy, afirman que para
los cristianos "la restauración de la paz requiere necesariamente la
liberación del pecado y su rechazo", como Jesucristo restauró rota
comunión divina y humana "la paz es el estado de aquellos que viven en
armonía con Dios, consigo mismo, con los demás y con la creación entera".
Por su parte, los budistas señalan que tal y como
enseñó Buda "la raíz de todos los males es la ignorancia y los falsos
puntos de vista basados en la codicia o el odio y mostró las Cuatro Nobles
Verdades como camino de liberación del sufrimiento al Nirvana". La
compasión budista "brota de la conciencia de la identidad sustancial y la
unidad de todos los seres, una sabiduría que está profundamente arraigada en la
práctica contemplativa".
Por tanto, en ambas creencias, "la libertad
interior, la purificación del corazón, la compasión y el don de sí mismo son
las condiciones esenciales tanto para la paz interior de la persona, como para
la paz social".
A pesar de las diferencias, continúa el comunicado,
"tanto la ética budista como la cristiana enseñan que el respeto de la
vida es la búsqueda del bien común en base a la bondad amorosa y la
compasión".
Los participantes expresaron que el diálogo entre
budistas y cristianos se fortalezca para hacer frente a "nuevos retos,
como la amenaza a la vida humana, la pobreza, el hambre, las enfermedades
endémicas, la violencia, la guerra, etc., que menosprecian la santidad de la
vida humana y destruyen la paz en la
sociedad humana".
Otra de las conclusiones de este coloquio es que es
el "deseo de cooperación para el bienestar de la humanidad debe surgir de
la profundidad de las experiencias espirituales", que "sólo la paz
interior puede transformar el corazón humano" y que para construir un
mundo de paz "es muy importante que unamos nuestras fuerzas para educar a
la gente, especialmente los jóvenes, a buscar la paz, a vivir en paz y
arriesgarse para trabajar por la paz".
El coloquio concluyó con la afirmación de que
"es el amor que trae o devuelve la paz a los corazones humanos y la
establece en medio de nosotros". Los participantes también observaron que
"el camino de la paz es difícil, exige coraje, paciencia, perseverancia,
determinación y sacrificio. Consideran que el diálogo es una prioridad y un
signo de esperanza".
Comentario
SYLLABUS: ¿Tenían que reunirse para decir
esas…(con perdón) ¡Huevadas!? ¡All you need is Love, Love, Love! ¡Por favor! No
podemos sino estar en guerra con esos que hablan todo el tiempo de “paz” y “amor”
y excluyen a Cristo de sus vidas y las sociedades. Ustedes sigan "dialogando" que
nosotros seguiremos rezando y esperando el retorno de Cristo. Porque “a Dios
rogando y con el mazo dando…”