El señor
Paco Pepe, que se dice amante del “modo extraordinario de la misa” y “tradicionalista”,
vierte complacido en su blog La cigüeña de la torre lo siguiente:
Gesto del
Papa Francisco tranquilizador para los amantes de la misa tradicional
Parece
que se van disipando las preocupaciones.
El Papa
Francisco es un Papa de gestos. Y acaba de hacer otro tranquilizador para los
seguidores de la misa tradicional. No desvelo ningún secreto al decir que los
amantes del modo extraordinario del rito latino no las tenían todas consigo
sobre cual sería la actitud del nuevo Papa ante una celebración que ha
atravesado por mil dificultades. Y más viendo que al Papa no le gusta la
espectacularidad de la liturgia. Sus misas son devotas y recogidas pero mucho
más cercanas a la sencillez que al esplendor.
Hace unos
días respiraron aliviados los tradicionalistas con una información según la
cual el Papa habría dicho a algunos obispos italianos que no pensaba introducir
restricción alguna al motu proprio de Benedicto XVI. Y es de ayer otro gesto en
el mismo sentido. Monseñor Areas Rifan es el obispo de la Administración
Apostólica San Juan María Vianney que vino a resolver en Brasil la anómala
situación canónica de los seguidores del obispo Castro Mayer, excomulgado con
monseñor Lefebvre por la ordenación sin mandato apostólico de cuatro obispos.
Pues
monseñor Arêas Rifan acaba de ser invitado por el Papa Francisco a concelebrar
con él su misa en Santa Marta en una distinción verdaderamente notable. Y que
el Papa sabía perfectamente que iba a ser notada.
Acción
Litúrgica publica además la fotografía del saludo del Papa al obispo brasileño
que parece de señalada cordialidad.
PASO A PASO...
¿?