COMPENDIO
DE VERDADES OPORTUNAS QUE SE
OPONEN
A LOS ERRORES CONTEMPORÁNEOS
Mons.
Antonio de Castro Mayer
Sobre métodos de
apostolado
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FALSO
Sólo
a la autoridad eclesiástica incumbe reprimir los errores relativos a la fe,
que aparezcan entre los católicos. A los simples fieles sólo asiste el
derecho de denunciar tales errores al Ordinario del lugar. No se les permite
atacar esos errores de palabra o por escrito, sino después de una iniciativa
por parte de la Autoridad Eclesiástica.
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VERDADERO
Cualquier
doctrina puede ser condenada oficialmente en nombre de la Iglesia por la
autoridad eclesiástica. Cualquier fiel, sin embargo, en presencia de una
doctrina ya condenada, tiene el derecho y a veces el deber de combatirla. Si
se encuentra con una doctrina no condenada expresamente, pero incompatible
con las enseñanzas de la Iglesia, puede, y a veces debe, bajo su
responsabilidad personal, señalar tal incompatibilidad y oponerse en la
medida de lo posible a la propagación de esta doctrina.
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Explanación
La
sentencia impugnada va contra toda la tradición de la Iglesia. En efecto, la
condenación de los errores de los herejes en general, como Lutero, Jansenio, y
recientemente los modernistas, siempre fue precedida de una polémica
aclaratoria entre los innovadores y algunos defensores beneméritos de la Fe,
eclesiásticos o seglares, que obraban por cuenta propia. A pesar de esto,
siempre es conveniente dar cuenta a la Autoridad Eclesiástica, que no puede
menos de ver con buenos ojos la lucha trabada por los fieles con justicia y
caridad contra el error.