NON POSSUMUS
"Y hoy podemos agregar el caso de un Sacerdote
de Monseñor Lefebvre: no le pueden pedir traicionar, adherirse a un enemigo de
la fe, en nombre de un pretendido sentido de la Iglesia para evitar
el supuesto cisma o sedevacantismo que no existen más que en la cabeza de
Monseñor Fellay en su carta de respuesta a los tres obispos y que lo toma como
pretexto"
"Puedo decir que mi vida fue marcada por tres traiciones. La tercera, gracias a Dios, no se ha logrado completamente, pero cuyas consecuencias ya son catastróficas para el futuro de la obra de Monseñor Lefebvre. La FSSPX era uno de los últimos bastiones en la lucha contra el liberalismo y el modernismo en la Iglesia"
En este mes de septiembre, varias personas me han
preguntado cuál es mi posición en la que estoy en la FSSPX.
Algunos sacerdotes de la Fraternidad se encuentran
ahora en libertad vigilada o provisional, uno de ellos, el Padre Pinaud se
encuentra confinado en la fortaleza de Jaidhoff y espera el juicio ilegal de un
tribunal eclesiástico ilegal. Cuando un asunto pasa ante el tribunal, se acostumbra relatar
la vida del inculpado. Pero ¿no pasaremos todos por el Tribunal de la historia
y sobre todo por el Tribunal de Dios? Incluso nuestros superiores.
Para explicar y aclarar mi posición hoy, diré
brevemente lo que ha sido mi vida como marco de la historia de esta última
década, en lo que me concierne.
Respecto al tribunal, el comandante Heli de Saint
Marc, héroe de guerra de Indochina y Argelia, Cruz de la Legión de Honor,
ha muerto hace unos días, el 26 de agosto de 2013. Él entró en 1961 con los 7
comandantes del primer regimiento extranjero de paracaidistas en Argelia. ¿Cómo
se enroló en este asunto tan riesgoso en esa época que parecería increíble hoy
en día, en un asunto tan contrario a la obediencia, a la disciplina? Él lo
explicó ante el presidente del tribunal militar en estos términos:
Señor Presidente: “Nos pueden pedir mucho a los
soldados. Particularmente morir. Ese es su oficio. Pero no le pueden pedir
engañar, contradecirse, mentir, renegarse, cometer perjurio.” Y hoy
podemos agregar el caso de un Sacerdote de Monseñor Lefebvre: no le pueden
pedir traicionar, adherirse a un enemigo de la fe, en nombre de un
pretendido sentido de la Iglesia para evitar el supuesto cisma o sedevacantismo
que no existen más que en la cabeza de Monseñor Fellay en su carta de respuesta
a los tres obispos y que lo toma como pretexto.
Monseñor Lefebvre decía que su vida había sido
marcada por tres guerras mundiales: 1914-1918, 1939-1945, 1962-1965. Es decir,
el concilio Vaticano II, que fue mucho peor que las dos primeras guerras por
sus consecuencias para la Iglesia y la sociedad. Monseñor Lefebvre dijo que el
concilio Vaticano II fue la más grande catástrofe en la historia de la Iglesia.
En mi pequeña escala, yo puedo decir que mi vida
fue marcada por tres traiciones. La tercera, gracias a Dios, no se ha logrado
completamente, pero cuyas consecuencias ya son catastróficas para el futuro de
la obra de Monseñor Lefebvre. La FSSPX era uno de los últimos bastiones en la
lucha contra el liberalismo y el modernismo en la Iglesia.
(sigue)