COMPENDIO
DE VERDADES OPORTUNAS QUE SE
OPONEN
A LOS ERRORES CONTEMPORÁNEOS
Mons.
Antonio de Castro Mayer
Sobre métodos de
apostolado
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FALSO
En
el trato con los infieles y pecadores, es preferible callar las verdades de
la doctrina católica, con las cuales no están conformes, y la austeridad de
los preceptos morales que quebrantan, para realzar principalmente las
verdades que profesan y la suavidad de los preceptos evangélicos.
Manteniéndose en el terreno común de ambos, el católico consigue atraer las
simpatías del infiel o del pecador y convertirle.
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VERDADERO
La
doctrina y la moral de la Iglesia son perfectas y buenas para despertar la
admiración de los hombres, ya en sus aspectos arduos, ya en sus principios
consoladores. Para eso no falta el auxilio interior de la gracia a ningún
hombre. En determinadas disposiciones de espíritu, es más oportuno hacer
resaltar las verdades y los preceptos más fácilmente aceptables. Pero se
trata de situaciones excepcionales. Ordinariamente es necesario insistir
sobre todos los puntos de la doctrina católica.
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Explanación
La
sentencia impugnada peca de naturalismo, ya que prescinde de la gracia divina,
por la que se hace amable la cruz de Jesucristo. Fue predicando a Jesús
crucificado como los apóstoles conquistaron al mundo. Y no fue por el empleo de
la táctica del terreno común. Es ésta la doctrina del Bienaventurado Pío X,
como se puede comprobar en la Encíclica "Jucunda sane", con motivo
del centenario de San Gregorio Magno. El Papa elogia al Santo principalmente
porque despreció los consejos de la prudencia de la carne, para presentarse con
la austeridad de un predicador de Cristo crucificado, como lo habían hecho los
Apóstoles en la culta, civilizada y brillante Roma, donde todo parecía exponer
al fracaso una predicación en nombre de un condenado a muerte de cruz. Léanse
también las proposiciones 93 y 94 (D. 1443, 1444) de Quesnell, condenadas por
Inocencio XI. Son los elogios de la mansedumbre y caridad con desprestigio de
la firmeza de la fe.