Numéro
CCCVIII (308)
8 de
Junio de 2013
HORRIBLE CAIDA I
Mons.
Williamson
La
caída de la Fraternidad San Pío X desde lo que era bajo el Arzobispo Lefebvre
entre 1970 y 1991 hasta lo que ha devenido durante los últimos, digamos, 15
años, es poco menos que horrible. En una pequeña serie de “Comenti” veamos
primero porqué el horror es normal en el pobre mundo que nos rodea, ya que
comprender es perdonar y todos estamos necesitados de perdón; segundo encaremos
al horror, no para llevarnos al desánimo sino por el contrario para aprestarnos
para la acción debido a lo peor que casi con seguridad se viene; y tercero
veamos qué podemos hacer para aprestarnos para la acción, porque abajo del
Cielo de Dios, Él no puede habernos dejado sin nada que podamos hacer (pero en
conexión a esto es importante no volcar en la arena la poquita agua que tenemos).
Para comprender cómo el horror hoy en día sea tan normal, comencemos con tres
refinadas mentes Católicas que calibran el desafío de nuestra época.
En
su gran carta Encíclica de 1884 sobre la Francmasonería, el Papa León XIII
advierte cómo sus perversos principios avanzan desde (#13) despreciando a (#14)
injuriando a (#15) destruyendo la Iglesia Católica, para luego avanzar desde
(#16) la ruina de todas las religiones positivas a (#17) la ruina de toda
religión natural a (#18) la ruina de las grandes verdades naturales tales como
la Creación y la de Providencia Dios y la inmortalidad del alma. En el siglo
21ero hemos ido, lógicamente, aún más lejos, a saber, hasta incluso la ruina de
la propia noción de verdad. Las mentes han sido transformadas en una papilla,
incluso las de Papas, Cardenales y Obispos.
En
su gran carta Encíclica de 1907 sobre el Modernismo, el Papa San Pío X vio
claramente la ruina de toda verdad y pensamiento por los modernistas. Está por
debajo de la dignidad de los Papas gritar, pero en Pascendi, Pío X usa las
expresiones más enérgicas que tenía a su disposición, para castigar la
pudrición mental por la cual los modernistas pudren por completo la Fe
Católica. Implícitamente él dice que el modernismo es el fin del recorrido. Su
dramática advertencia obtuvo para la Iglesia un respiro de medio siglo, pero
con el Vaticano II la pudrición de la Fe, pudrición que él había arrojado fuera
de la Iglesia, ¡fue hecha doctrina oficial dentro de la Iglesia por Juan XXIII
y Paulo VI! Si los Papas pierden la mente, ¿cómo no van a perderla meros
Superiores?
Una
tercera mente Católica calibrando el estrago obrado sobre la Doctrina católica
por el Vaticano II, fue la de Romano Amerio, un laico italiano cuyo análisis de
los errores modernos, Iota Unum, era sumamente apreciado por Mons. Lefebvre. En
un punto Amerio dice que si las cosas continúan en el mismo sendero que hasta
ahora, eventualmente devendrá imposible hablar o escribir más, ¡todo lo que
quedará será guardar silencio! Esto puede parecer inimaginable, pero solo
recientemente un muy buen comentarista en Estados Unidos, el Dr. Paul Craig
Roberts, casi dejó de escribir porque le había parecido que no existía ya más
ningún público capaz de, o dispuesto a, pensar.
Verdaderamente,
en este ensayo general para el Anticristo, si estos días no fueran acortados,
como dice Nuestro Señor (Mt. XXIV, 22), todos podríamos perder nuestras mentes
y nuestra Fe. Entonces, ¿quién todavía puede sentirse inclinado a tirar la
primera piedra a un Papa u Obispo que están perdiendo su mente hoy día?
Sin
embargo, mientras que Nuestro Señor nos prohíbe juzgar-condenar
(Mt.VII,1) porque solo Dios tiene aquel perfecto conocimiento de todas las
circunstancias que es necesario si uno tiene que juzgar sin error, al mismo tiempo
Nuestro Señor nos ordena juzgar-discernir entre los verdaderos pastores
y los mercenarios, o sea entre las ovejas y los lobos disfrazados de ovejas
(Mt.VII,15). Tal es nuestra responsabilidad como católicos para salvar nuestras
almas, y es por ello que echaremos pronto otra mirada al horror que está
ocurriendo ahora dentro de la Fraternidad San Pío X.
Kyrie
eleison.