Un
teólogo alemán y un anglicano ganan el premio Ratzinger
Comentario SYLLABUS:
No
puede decirse que esta gente no es coherente. Mientras disminuye el número de
católicos, particularmente en las tierras del “Papa emérito” (como sucede más
allá de las supersticiones y el cholulismo en las tierras del actual se supone
Papa Francisco), se premia y reconoce los “méritos” de los herejes. Un cardenal
Ruini –ruinoso, ciertamente, como un presidente De La Ruina que hubo en
Argentina- presenta a un tal Burridge –un burro, profesoralmente- otorgándole,
desde luego, el “Premio Ratzinger” que el Papa restaurador (según Mons. Fellay)
instauró para reconocer los grandes aportes teológicos de la era moderna. Así,
en su empeño por destruir la Iglesia Católica, los modernistas se hacen
acreedores de las desgracias que como consecuencias de sus traiciones el Cielo
envía y se ven acrecentadas día a día, como ahora en el santuario de Lourdes. Y
todavía desde la NeoFraternidad San Pío X se insiste en la actitud de pensar y
actuar para que tales herejes nos otorguen una “normalidad” que no tendríamos y
ellos sí. ¿Ecclesia Dei afflicta? Para Mons. Fellay y Cía. parece que estas
cosas no importan, porque ahora hay que ser “positivo”. Esos hombres no sienten
con la Iglesia ni sienten lo que le pasa a la Iglesia: son funcionarios
funcionales a la Nueva Iglesia pseudocatólica.
EL
CARDENAL RUINI
El
“Nobel” de teología para Richard Burrige y Christian Schaler. El cardenal Ruini
presentó la edición de 2013
ALESSANDRO SPECIALE
CIUDAD DEL VATICANO
CIUDAD DEL VATICANO
A
pocos días del encuentro de Papa Francisco con el nuevo primado anglicano,
Justin Welby, el premio Ratzinger de teología -instituido por voluntad del
predecesor del Pontífice argentino- fue asignado a un anglicano. Se trata del
profesor Richard A. Burridge, Decano del King’s College de Londres y pastor de
la Iglesia de Inglaterra, que recibirá el reconocimiento junto con el teólogo
alemán Christian Schaller, docente de teología dogmática y vicedirector del
Instituto Papa Benedicto XVI de Regensburg (mismo que se está ocupando de la
“Opera Omnia” de Joseph Ratzinger.
La edición de 2013 (la primera tras la renuncia de Benedicto XVI) del premio que aspira a convertirse, según sus organizadores, en una especie de “premio Nobel de teología”, fue presentada esta mañana en el Vaticano por el presidente del Comité Científico de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger - Benedicto XVI, el cardenal italiano Camillo Ruini, y por monseñor Giuseppe Scotti, presidente de la Fundación.
Según
Ruini, el hecho de que la primera encíclica de Francisco sea un trabajo “a
cuatro manos” con Benedicto XVI (que ya casi había terminado su texto sobre la
fe), demuestra la “profunda continuidad y la absoluta consonancia” entre ambos
Pontífices. Según el ex-presidente de la Cei, sería erróneo identificar una
“ruptura de cualquier tipo en la tradición católica en el paso entre los dos
Papa”: Francisco, explicó, trae consigo “gran originalidad y estilo personal,
pero también profunda continuidad teológica y espiritual”. Ruini también
aprovechó la ocasión para llevar a cabo un homenaje al teólogo Joseph
Ratzinger: “Era el más joven exponente de la generación de Balthasar y Rahner,
en relación con los cuales Ratzinger tenía 20 años menos, pero el suyo ha sido
un aporte importantísimo para la teología”.Burridge, de Oxford, ha estudiado
sobre todo los Evangelios, interpretándolos como biografías de Jesús de
Nazaret, en relación con la forma en la que este género era concebido en la antigüedad.
Entre sus obras más importantes, destaca “Imitando a Jesús. Un enfoque
incluyente sobre la ética del Nuevo Testamento”, publicado en 2007. Burridge,
explicó Ruini, “es seguramente hoy una de las figuras más eminentes en el campo
de los estudios bíblicos, no solo en lengua inglesa. En particular, ha ofrecido
un gran aporte en ese terreno decisivo que es el reconocimiento histórico y
teológico del vínculo inescindible de los Evangelios con Jesús de
Nazaret”. Christian Schaller, laico bávaro de 46 años, ha trabajado
durante muchos años al lado del actual prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, monseñor Gerhard Müller (que es el editor principal de la
“Opera Omnia” de Ratzinger), como su punto de referencia teológico. Con él, el
premio Ratzinger permanece “en familia”, porque no solo es vicedirector del
Instituto Benedicto XVI de Regensburg, sino que también contribuye en la
edición de las obras completas del Papa emérito. El evento también fue la
ocasión para presentar el Simposio sobre “Los Evangelios: historia y
cristología. La investigación de Joseph Ratzinger”, que se llevará a cabo en la
Pontificia Universidad Lateranense de Roma, entre el 24 y el 26 de octubre,
bajo la dirección de monseñor Jean-Louis Bruguès.