viernes, 11 de marzo de 2016

LA VOLUNTAD DE DIOS





“La voluntad de Dios es la que Cristo cumplió y enseñó. Humildad en el trato, constancia en la fe, modestia en las palabras, en los hechos justicia, en las obras misericordia, en las costumbres disciplina, no hacer injuria y tolerar la recibida, estar en paz con los hermanos, amar a Dios de todo corazón, quererlo como a Padre y te­merlo como a Dios, no anteponer nada a Cristo, porque Él tampoco antepuso nada a nosotros, adherirse inseparablemente a su caridad, asirse fuerte y fielmente a su Cruz, y cuando surja la lucha por su nombre y honor, exhibir en la palabra la constancia con que le confesamos, en el tribunal la confianza con que luchamos y en la muerte la paciencia con que somos coronados; esto es querer ser coheredero de Cristo, esto es cumplir el precepto de Dios, esto es hacer la voluntad del Padre”.

San Cipriano, “La oración del Señor”