"El
pueblo judío, considerado colectivamente, será su propio Mesías. Su reino sobre
el Universo se obtendrá mediante la unificación de las razas humanas y por
medio de la eliminación de fronteras. Surgirá una República Universal, en
la que los Hijos de Israel pasarán a ser el elemento dirigente. Sabemos cómo
dominar a las masas. Gradualmente irán cayendo los gobiernos de todas las naciones, mediante
la victoria del proletariado, en manos de Judá. Toda la propiedad privada
pasará a estar en posesión de los príncipes de Israel: ellos poseerán la
riqueza de todas las tierras. De esta forma se hará realidad la promesa del
Talmud de que cuando llegue el tiempo del Mesías los judíos tendrán las llaves
de la propiedad de todos los pueblos del mundo".
Carta del rabino Baruch Levy a
Karl Marx en 1848, citada en la "Revue de
Paris" del 1 de junio de 1928 así como en la obra
"Israel, su pasado, su porvenir" del historiador sueco H. de Vries de
Heekelingen, y en varias publicaciones del
profesor también sueco Einar Aberg.
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