miércoles, 24 de julio de 2013

EL GREC, 1a PARTE.- GRUPO DE REFLEXIÓN ENTRE CATÓLICOS.- POR MICHAEL DE AVEC L’IMMACULÉE.


La iglesia conciliar con la que Monseñor Fellay quiere reconciliarnos.


Mucho ha sido dicho ya sobre el GREC, club de encuentros entre católicos modernistas y la FSSPX y que ha preparado la adhesión de la FSSPX a Roma en 2012. Sin embargo, ciertos lectores todavía no están convencidos de la nocividad de estas tratativas y no ven mal en discutir teología en torno a buffet en la casa de la señora Pérol. ¿Qué tiene de malo? ¿No hay que dar testimonio y convertir? ¿No es un asunto que algunos ponen en relieve para desacreditar a la FSSPPX?

Para responder a estas legítimas objeciones, es mejor ir a la fuente. Evocaremos el libro del Padre Michel Lelong, Por la necesaria reconciliación,  libro que da la palabra a numerosos participantes y nos da información preciosa. Aunque no estamos de acuerdo con el padre Lelong, le agradecemos estas informaciones y constatamos, una vez más, que la FSSPX ya no informa a los fieles, los cuales, en la delicada situación de desobediencia a Roma donde se encuentran, deben ser informados de las evoluciones doctrinales y prácticas a fin de adoptar una actitud idónea, en conciencia y con todo el conocimiento de causa.

1) Las experiencias ecumenistas del Vaticano son adoptadas por los participantes del GREC.

● El progreso hacia la unidad.

El concilio Vaticano II llamó a sobrepasar las nociones de dogmas, de herejía y participar en el diálogo con nuestros “hermanos separados” para progresar hacia la unidad, considerando lo que nos une más que lo que nos divide. El Padre Lelong, comprometido con el diálogo con el Islam y principal animador del GREC, pone explícitamente los encuentros con la FSSPX bajo estos auspicios. Se trata de adoptar el mismo espíritu con la FSSPX que con el diálogo inter-religioso: “A este respecto, conviene estar tan atentos al diálogo entre Católicos como al diálogo al que nos llama el Vaticano II con los ortodoxos, los protestantes, los Judíos, los agnósticos,…” (pág. 18).

El Padre Laurent-Marie Pocquet de Haut-Jussé, participante activo del GREC, propone aplicar al GREC la « metodología presentada por el decreto conciliar Unitatis redintegratio sobre la restauración de la plena unidad entre todos los cristianos: diálogo profundo, encuentros fraternales en un clima pacífico y confiable, jerarquía de verdades, (…) (para la) reconciliación, poniendo empeño de exigir lo que es absolutamente indispensable respecto de la profesión común de la fe”.


 Los partidarios tradicionalistas del GREC aceptaron por definición el jugar el juego, aceptaron los fundamentos implícitos de este club informal que se niega a hacer la distinción entre los términos “católico” y “católico conciliar hereje”: “Se manifiesta un progreso en el seno del GREC en el sentido que indica la cuarta letra de su sigla. La inicial C, en efecto, designa a sus participantes como considerándose todos Católicos. Y de este hecho, ellos se muestran de manera general, cada vez más sensibles a lo que tienen en común con todos los verdaderos Católicos. Esto supera poco a poco lo que enoja. A partir de allí, es deseable que, tanto de una parte como de otra, se tenga empeño de pasar al segundo plano las posiciones personales o partidarias (…).
 El Grec proporciona un progreso hacia la unidad, por lo que aporta cada uno - de dondequiera que venga – sobre el fondo plena y totalmente católico que lleva con él. Lo que depende de su propio fondo o del partido al cual pertenece, no es sin valor, pero no debe estar colocado sobre el mismo plano.

● La adhesión de la FSSPX a Roma. 

Este es el objetivo oficial reconocido por el GREC. Como le escribió el Padre Lelong a Monseñor Fellay: “Es así, pensamos que podemos, a nuestro modesto nivel, contribuir a preparar el día tan esperado, tan esperado, donde la FSSPX podrá reencontrar su lugar en el seno de la Iglesia, donde ella tiene tanto que aportar en los dominios teológicos y litúrgicos”.

Este es “el camino de la reconciliación”  que preconizó el embajador Pérol en su testamento espiritual, guía de actuación del GREC implementado por su esposa después de su muerte.
 

(Continúa.)