Don Juan Vázquez de Mella. “El Tradicionalismo Español”, Ediciones DICTIO, Buenos Aires, Año 1980, pág. 168.¿Paz entre principios opuestos? ¡Imposible! Así vemos que, cuando esta amalgama doctrinaria que se establece en las inteligencias desciende a las voluntades, y de las voluntades pasa a los hechos, en donde quiera que trata de realizarse, en cualquiera cuestión a que se aplica, aparece de pronto la confusión y la lucha, reinan las sombras, y se manifiestan aquellas divisiones que el principio liberal ha llevado siempre a todas partes, y, como consecuencia necesaria, ineludible, brotan en el seno de la sociedad las sectas, escuelas y partidos, y la subdivisión de los partidos en banderías, desgarrando completamente las naciones.