Ésta es la conferencia completa de Monseñor Williamson en Toronto, el 15
de diciembre del año pasado. Vale la pena leerla, pues expone los orígenes de
esta terrible crisis que sacude hoy a la FSSPX y a la Cristiandad. En vista de
que es muy extensa, las preguntas y respuestas de Su Excelencia se publicarán
próximamente en otra entrada.
Fuente: Non Possumus
Si estamos aquí esta
noche es porque algunos de nosotros, ustedes, sienten que hay problemas en la
Fraternidad San Pío X. El problema que percibimos es terriblemente anormal.
Digo que es “anormal” que los sacerdotes que fueron FORMADOS para resistir al
mundo moderno empiecen a caer en las mismas tentaciones del mundo moderno. Por
otro lado, es completamente normal que las mismas tentaciones que hicieron caer
casi a la totalidad de la Iglesia 40 o 50 años atrás, atrapen más almas 50 años
después. Las mismas tentaciones que hicieron caer a la Iglesia Universal o a
los Clérigos de la Iglesia Universal en el concilio hace 50 años, exactamente
la misma tentación está haciendo caer a los sacerdotes de la Fraternidad, a los
líderes de la Fraternidad. Los líderes a cargo de la Fraternidad San Pio X
están cayendo o ya han caído. Y mucha gente seria que está observando a la
FSSPX piensa que a menos que los líderes sean cambiados, a menos que el equipo
a cargo en Menzingen sea cambiado, no hay esperanza para la Fraternidad. Y temo
que ese es un buen argumento. Temo que hay mucho que debe ser dicho acerca de
eso.
¿Nos dará Dios en su
misericordia una manera de cambiar al equipo en Menzingen? ¿Dios, en su
misericordia, le dará a la Fraternidad San Pío X un cambio en su liderazgo?
Esto nos lleva a otra pregunta: ¿En este momento, la Fraternidad San Pío X
MERECE esta ayuda por parte de Dios Todopoderoso? ¿Están correspondiendo los
fieles de la FSSPX a las gracias que Dios nos ha dado para seguirlo a EL y no
el mundo moderno? O ¿están muchos laicos siguiendo al mundo aunque asistan a
las Misas de la Fraternidad el Domingo? Pregunta para ustedes… ¡todos ustedes
pregúnteselo a ustedes mismos! Pregunta para que todos nosotros nos formulemos:
¿Estoy a la altura de lo que Dios tenía derecho a esperar de mí cuando me dio
las gracias especiales para seguir a la FSSPX, hacia el cielo, y no seguir a la
nueva iglesia hacia el infierno? En esto hay que hacer un paréntesis: obviamente
hay gente buena en el Novus Ordo. Obviamente hay sinvergüenzas en la Tradición.
No debe pensarse que todos en la Tradición son santos y que todos en el Novus
Ordo son villanos. No es el modo en que funciona, obviamente no.
Pero pregúntense
ustedes: ¿Nos comportamos dándole a Dios la importancia que tiene, reconociendo
que el mundo moderno es malo, o nos comportamos como si Dios no fuera
importante y el mundo moderno no fuera tan malo? Si es el segundo caso,
entonces NO NOS MERECEMOS que Dios enderece a la Fraternidad y seguirá cayendo
y se hará pedazos. Entre más alto están, más fuerte caerán. Pero debemos rezar
y comportarnos para merecer que Dios intervenga para cambiar el equipo completo
en la casa general de la Fraternidad. De otro modo, no veo que la Fraternidad
pueda salir de esto. Porque, como dijo Monseñor Lefebvre, los superiores forman
a las personas que están debajo de ellos. No son los inferiores los que forman
a los superiores. Para eso son los superiores. Los superiores están para
dirigir, para guiar, para elevar, no para ser guiados o dirigidos o elevados.
Si ellos son superiores, deben elevar, no están para degenerar. La Iglesia no
es democrática. Nuestro Señor es el mejor amigo que la gente ha podido tener,
pero la gente nunca le dijo lo que tenía que hacer. Ni siquiera sus Apóstoles
le dijeron lo que debía hacer. Ni siquiera San Pedro le dijo lo que tenía que
hacer. Pedro le dijo “Señor, no puedes ir y ser crucificado en Jerusalén”
-¡Apártate de mí Satanás! Ni siquiera San Pedro le dijo a Nuestro Señor lo que
debía hacer ¡El es Dios! ¿Cómo podía decirle qué hacer?
Su Iglesia es divina.
Los superiores no siguen a los inferiores, los inferiores siguen a los
superiores como señaló Monseñor Lefebvre. Y este, por supuesto, es un argumento
crucial para que la Fraternidad no se una a Roma. Porque si la Fraternidad se
une a Roma, algunos de los modernistas romanos traicioneros serán los
superiores de la Fraternidad, y ellos moldearán a la Fraternidad en su
traición, y no la dulce FSSPX moldeará a los Romanos de regreso a la Fe
Católica; no, este no es el modo en que se dan las cosas, porque la Fraternidad
estaría debajo de los superiores romanos. La Fraternidad estaría debajo
y por lo tanto los romanos moldearían a la Fraternidad y no la Fraternidad a
los romanos. Este era el argumento del Arzobispo en el 88, 89, 90, 91, los
últimos años de su vida: cuando vio claro que Roma no iba a defender la fe.
Algunos argumentan lo que el Arzobispo dijo antes de 1988, cuando hizo
lo mejor que pudo para permanecer con la Iglesia oficial. Argumentan que ya
que Monseñor hizo todo lo que pudo para estar con la Iglesia romana, dicen “miren, él quería estar con Roma y
por lo tanto nosotros debemos ahora querer estar con Roma”. Pero
lo que sucedió fue que en mayo de 1988, el Arzobispo entendió claramente por el
modo en que el Cardenal Ratzinger se comportó, por el modo en que el Cardenal
Ratzinger habló, el Arzobispo entendió claramente que Roma no iba a ver por la
Tradición. El Arzobispo le dio a Roma en el 85, 86, 87, 88 todas las
oportunidades, esperó en contra de toda esperanza, le dio a los romanos todas
las oportunidades para hacer lo correcto. Pero el Cardenal Ratzinger demostró
que él no iba a hacer lo correcto. En ese punto, el Arzobispo dijo: “Muy bien,
hasta aquí, ya no más conversaciones con esos personajes. Esto fue todo, no son
buenos. Ellos probaron finalmente que no son buenos, les di todas las
oportunidades”. De hecho, el Arzobispo dijo en el 89 o 90 que había ido muy
lejos. Admitió que había ido demasiado lejos tratando de estar con los Romanos,
tratando de estar con las autoridades. Firmó, el 5 de mayo, el Protocolo, luego
por la noche no pudo dormir y el Espíritu Santo le dejó claro lo que realmente
querían los romanos y al día siguiente retiró su firma. Hizo todo lo que pudo.
Y hoy en día tenemos a los jefes en Menzingen diciendo “Oh, el
Arzobispo dijo que debíamos hacer todo lo posible para unirnos con los Romanos”. Es
verdad que el Arzobispo hizo todo lo que pudo para estar con los romanos pero
fue demasiado lejos, se dio cuenta que estas personas no eran buenas. No iban a
hacer nada para defender la Fe. La fe es
más importante que Roma. Roma solamente está allí por el bien de la Fe. La Fe
no es para Roma, Roma está para la Fe. Por lo tanto, si Roma ya no está para la
Fe, nos olvidamos de Roma –hasta que Dios arregle las cosas y convierta a Roma.
Seguimos siendo Católicos Romanos. Pero esta es una Roma falsa –nosotros no
somos falsos Católicos Romanos. Con la ayuda de Dios, nosotros no somos falsos
Católicos romanos. No somos Católicos neo-romanos. Somos Católicos Romanos. Es
una cosa completamente diferente.
Entonces el argumento que sostienen en Menzingen que dice “Oh, debemos
seguir al Arzobispo cuando dijo “quedarse con las autoridades”, NO, porque el
mismo Arzobispo repudió esa política. Se dio cuenta que no era posible. La Fe
no podía mantenerse si nos quedábamos en esa línea. Para mantener la Fe, tenemos que permanecer lejos de la Neo-Roma.
La idea del Vaticano II era renovar toda la Iglesia y la han cambiado hasta no
poder reconocerla. Esta ya no es la Iglesia Católica. Por lo tanto, tenemos que
distinguir claramente entre la Iglesia y la NeoIglesia, como se distingue una
manzana de una manzana podrida. Hay una gran diferencia. La manzana podrida ERA
una manzana, pero se ha podrido. Así Roma es totalmente diferente y no podemos
jugar con ella. Pero esto es exactamente lo que los líderes en Menzingen
quieren hacer. ¡Se han vuelto locos! Han caído tontamente en la misma tentación
del Vaticano II. Ahora la Fraternidad
está pasando por el Vaticano II B. Está haciendo su pequeño Vaticano II lo cual
es absolutamente anormal para los católicos, pero es absolutamente normal para
los católicos que aman el mundo moderno. Es normal para los Católicos en el
mundo moderno ser atrapados por el mundo moderno, la versión moderna del diablo
moderno. El mundo moderno es muy seductor, muy poderoso y seductor.
Para tener una idea del por qué, imaginemos que aquí hay un pizarrón.
Haremos un diagrama. Abajo está la edad media, allí está la Iglesia en la edad
media. Luego llega la reforma protestante. El protestantismo se llevó
aproximadamente 1/3 parte de la cristiandad –de todas las naciones católicas,
el protestantismo se llevó una tercera parte. Los protestantes se desviaron
hacia la izquierda. La Iglesia Católica se defendió contra la reforma
protestante con la Contrarreforma. La Contrarreforma es muy católica, nos da
esas gloriosas iglesias barrocas, esas vestiduras… la Iglesia se expande de
nuevo. Aunque los protestantes se llevaron gran cantidad de fieles, la Iglesia
se expandió otra vez. Por ejemplo en México, en América Central, América del
Sur. Los misioneros encontraron por toda América una gran cantidad de ciudades
donde en la plaza principal se construyeron Iglesias: se hicieron naciones
Católicas. Una gran cantidad de nuevas naciones, muy diferentes una de la otra…
todas eran católicas –hasta el Concilio. Ahora están cayendo también pero
veremos eso más adelante.
La Contrarreforma expandió a la Iglesia de nuevo. Pero el demonio
regresó. Él nunca se rinde. Y usted y yo jamás debemos rendirnos. Si usted y yo
tuviéramos la mitad de la perseverancia del diablo, todos iríamos al cielo. El
diablo nunca se rinde. Ahora ya no regresó con el Protestantismo, sino con el
Liberalismo.
Llegó la Revolución Francesa en 1789, la cual embaucó a los políticos de
muchas naciones católicas: Italia, España, Francia, aquellas naciones que
resistieron la reforma protestante, que permanecieron católicas, ahora caen al
liberalismo. Y el liberalismo está conectado con el protestantismo. ¿Cómo están
conectados? Todo esto es importante, es elemental para entender lo que está sucediendo
ahora.
El liberalismo está conectado al protestantismo de la siguiente manera: los
católicos dicen: 2+2=4. El protestantismo dice: 2+2=5. Es claro, pero está
equivocado. Pero es claro y definido. Él tuvo las ideas equivocadas pero son
claras, fuertes, firmes. El protestantismo se establece en América y en una
buena parte de Europa. Entonces los europeos empezaron a preguntarse ¿quién
tiene razón? Los protestantes dicen esto y los católicos dicen esto otro. No
estoy seguro. Durante mil años la Iglesia no tuvo rivales en Europa. De
500 a 1500 años no hubo herejías mayores. Estaban los musulmanes en el medio
oriente, pero no hubo grandes herejías en Europa. Pero entonces llegó la
tremenda herejía del protestantismo, y con éste la Iglesia empezó a declinar,
pero el protestantismo era solamente la señal del declive. Igual que el
Vaticano II fue la señal del declive de la Iglesia moderna. En los años 50 la
Iglesia Católica se veía bien pero no estaba tan bien como se veía. Es como
rascar una superficie y bajo de ella las termitas se lo han comido todo, así
uno empuja a los liberales al Vaticano II y todo se cae al conciliarismo.
Entonces tenemos a los protestantes y a los Católicos, y luego vienen
los liberales. Y el liberal dice: “Muy bien, aquí están ustedes los Católicos y
piensan una cosa, aquí están ustedes los protestantes y piensan otra cosa.
Miren: ¡Ustedes nunca estarán de acuerdo! ¡Hay que estar de acuerdo en diferir!
¡Hay que tener paz! Vamos a tranquilizarnos todos, vamos a dejar de pelear, reconozcamos
que nadie tiene la razón completa. Entonces 2+2 son 4 y 5 ¡no hay problema!
Vayamos más allá del 2+2 son 4 o 5, vamos a preocuparnos por el 2+2. Solamente
debemos vivir en paz y dejar atrás la cuestión de la verdad y la doctrina.
Entonces, la diferencia entre liberalismo y protestantismo es que para el
protestantismo 2+2 son 5 y para el liberalismo 2+2 son 4… bueno, quizá también
5, no hay problema.
2+2 son 4… 2+2 son 5… Hey, ¡tómalo con calma! ¡No te preocupes! No seas
tan rígido sobre la verdad y la doctrina. Vivamos en paz y tengamos unidad,
amémonos los unos a los otros. Eso es masonería. Eso es ecumenismo.
Exactamente: la idea, la idea moderna en la NeoIglesia es que 2+2 son 4 o 5 ¡no
hay problema! ¡Es Benedicto XVI por todos lados! Ya saben, dejemos a un lado
estas cuestiones de doctrina y permanezcamos callados… ¡no queremos el 2+2=4
(exclusivamente) en nuestra Iglesia! Hay lugar dentro de nuestra Iglesia para
el 2+2=4 pero también para el 2+2 =5 o 6, o 7, u 8, o 9 ¡no hay problema! Solo estemos
juntos, vivamos en paz… Eso es ecumenismo.
Como pueden ver, el ecumenismo hace a un lado completamente la cuestión
de la verdad.
¿Pueden imaginar a una persona tratando de diseñar un aeroplano o un
puente bajo las bases de que 2+2 es 5 o 6? Es ridículo. No es posible hacerlo.
Para construir un puente que dure, tienen que construirlo usando buenas
matemáticas. 2+2 son 4 y solamente 4.
Entonces el liberalismo empieza a hacer papilla las mentes. Si yo digo
que 2+2 son 4 o que 2+2 son 5, podemos saber que mi mente empieza a hacerse
papilla. Lutero está en el error, pero no es una papilla. Pero cuando su error
se establece junto a la verdad de la Fe Católica, de la religión católica,
entonces las mentes se hacen papilla porque no saben cuál es verdadero. Pero si
se dice “voy a estudiar esto hasta llegar a la verdad”, si estudias aritmética,
llegarás a la verdad de que 2+2 son 4 y no puede ser nada más que 4, y no te
pondrás de acuerdo con la gente que dice que son 5. Los católicos no pueden
llevarse con vecinos herejes, si se llevan bien en el modo incorrecto, ellos se
convertirán en herejes también. Y esto se ve en muchos casos hoy en día.
No vas a ir a golpear al vecino porque es protestante, pero no vas a
decir: “Es un buen chico, yo soy un buen chico, todos somos buenos y él es
protestante. Yo soy católico pero los dos somos buenos, jugamos golf juntos,
hasta él poda el césped mejor que yo, mantiene su casa limpia,… Pero yo soy
católico y él es protestante. Está bien que sea protestante…” Un católico jamás
debe pensar así, porque si él no es católico, no está en el camino al cielo
porque no cree lo que Dios quiere que crea.
Después de que se estableció el protestantismo la Contrarreforma se
expandió y el liberalismo se coló y la revolución francesa se desvió como el
protestantismo hacia la izquierda, y se llevó muchas almas, y desde ahora en
adelante la Iglesia no puede meterse en política. De aquí se contrajo esta idea
terrible, la terrible idea moderna de que la Iglesia no tiene nada que ver con
la política. Y la política no tiene nada que ver con la Iglesia. Esto es muy
malo, muy malo. La idea católica es la unión de la Iglesia y el Estado. Todos
los Estados de la faz de la tierra, incluyendo Arabia Saudita e Israel deben de
ser católicos. Porque el Estado está formado de seres humanos creados por Dios,
redimidos por Nuestro Señor Jesucristo y todos ellos deben entrar a la Iglesia
Católica porque deben de ir al cielo. Esto en todos los Estados de toda la
Tierra.
No existe un solo Estado, un Estado político, que tenga el derecho de no
ser Católico. Cada estado tiene el deber de ser Católico. Así es como un
católico debe de pensar. ¿Por qué? Porque Nuestro Señor Jesucristo murió por
todos los hombres, incluyendo los judíos, los negros, los comunistas, los
chinos… todas las razas. Murió por todos. Si un Católico admite el derecho de
una nación de no ser católica, ese católico está despreciando a Nuestro Señor
Jesucristo. No entiende a Nuestro Señor Jesucristo, no cree en el verdadero
Jesucristo.
Ahora bien, la idea de que la Iglesia debe estar fuera de la política,
bueno, los sacerdotes deben estar fuera de la política porque tienen cosas más
serias que hacer. Los sacerdotes deben de salvar almas que es mucho más
importante. Ahora, si el sacerdote debe estar fuera de la política, sí, pero la
Iglesia no debe estar fuera de la política. Porque cada político, incluso como
político, tiene el deber de observar los 10 mandamientos. Todos los
políticos tienen el deber de impedir leyes a favor del aborto, del “matrimonio”
homosexual, etc. Por lo tanto, los políticos deben observar los 10 mandamientos
y los sacerdotes deben decir a los políticos cuáles son los 10 mandamientos. En
los viejos tiempos, todos los políticos católicos solían ir a ver a los
sacerdotes o los obispos para pedir consejo, y los sacerdotes y obispos
estudiaban las cuestiones y les comunicaban la Ley de Dios, no su opinión
personal. Los políticos católicos solían hacer eso, y un buen político católico
necesita un buen sacerdote para ser un buen político católico. Ellos necesitan
al sacerdote. Todos necesitamos al sacerdote para salvar nuestras almas.
El Padre Pío se confesaba cada mañana antes de oficiar la Misa. No podía
decir Misa a menos que se confesara. ¡Incluso el Padre Pio necesitaba un
sacerdote! Entonces todos necesitamos un sacerdote. Esa es la manera en que
Dios puso las cosas. El sacerdote es el representante de Nuestro Señor
Jesucristo y todos necesitamos de Nuestro Señor para salvarnos.
Muy bien. Entonces el liberalismo se desvía hacia la izquierda como el
Protestantismo. No es exactamente lo mismo pero es como un protestantismo
desarrollado. Entonces, al entrar el siglo XIX, la Iglesia está reducida en su
tamaño, sacada de la política por la Revolución Francesa. Y los masones dirán:
“La política nos pertenece, la religión es para la sacristía, la religión no es
para las calles, es solamente para la Iglesia”. No lo es. La religión pertenece
a las calles como a la Iglesia. Por supuesto que la Iglesia es el lugar
principal porque allí se oficia la Misa todos los días, es el lugar donde
Nuestro Señor es Alabado. Pero también pertenece a las calles. Las calles no
tienen el derecho de ser independientes de la Iglesia Católica. Si esto que les
digo no les gusta, es que usted ha estado leyendo demasiados periódicos y
mirando mucha televisión, y ya absorbió el veneno del mundo moderno, esto es,
que la Iglesia tiene un dominio limitado, que la religión no debe abarcar la
vida entera. La verdad es que: La religión DEBE abarcar la vida entera.
Entonces la Iglesia vuelve a expandirse con su esfuerzo misionero en el
siglo XIX. Hay un gran esfuerzo misionero en el siglo XIX. Hay sacerdotes de
Quebec que misionaron en todos los Estados Unidos. Quebec solía ser una muy
católica provincia de Canadá. Pero con el concilio, ahora es la más
anti-católica provincia de Canadá. La Iglesia envió sacerdotes al África. Hubo
muchas misiones en África. Pero mientras la Iglesia se expande, los masones y
el liberalismo están socavando los cimientos de la Iglesia, y en el siglo XIX
hubo una gran guerra entre el liberalismo y el catolicismo. La Iglesia que
trata de salvar las almas y los masones que están del 2+2 son 4 o 5, no
hay problema… que están detrás de la destrucción de las mentes, los
que dicen que la doctrina no es importante, la única doctrina que
importa es la super-doctrina, por lo cual todas las otras doctrinas no
importan.
Por supuesto que esto es contradictorio, pero este es el principio del
mundo moderno, el principio de “no estoy de acuerdo contigo pero defendería
hasta la muerte tu derecho de decir lo que estás diciendo”. NO. Si estás
diciendo tonterías, no tienes el derecho de decirlas y menos aún en público. Hay una verdad y la verdad importa. Esto es
lo que la gente no puede meterse en la cabeza hoy en día. Mucha gente
simplemente no cree en una verdad objetiva, o si acaso creen que existe,
piensan que es inaccesible. Y esto también es falso.
Dios nos dio la mente. Él es el Camino, la Verdad y
la Vida; HAY una Verdad. Y la verdad puede encontrarse si se busca. Llama y se
te abrirá, busca y encontrarás, dice Nuestro Señor. Y si alguien busca la verdad la
encontrará. Si no la busca, no la encontrará. Churchill una vez dijo algo
como esto: “Toda la gente camina en la verdad al menos una vez en sus vidas,
pero la mayoría de la gente le da la espalda”. La mayoría de la gente no quiere la verdad. Quieren la suya propia.
Ellos no quieren la verdad de Dios, quieren su propia fantasía. Y ahora el mundo moderno tiene la fantasía
del hombre dándole la espalda a Dios, por eso tenemos el “matrimonio”
homosexual, el aborto y todos estos horrores. Las horribles escuelas, la
juventud desordenada, las familias rotas, el rechazo completo de Dios –todos
estos horrores son la consecuencia de que el hombre dice: “Dios, yo no te
quiero, no quiero tu verdad, quiero mi fantasía. Quiero mi versión de la verdad”.
Eso es liberalismo. Liberarse de la verdad objetiva y poniéndome a mí, el
sujeto, en lugar del objeto. Poniendo al hombre en el lugar de Dios. Fantasía
en lugar de la realidad. El sujeto en el lugar del objeto. Ese es nuestro mundo. Creado esencialmente por los masones.
Entonces llegamos a 1900, y los liberales pasan todo el tiempo tratando
de hacer papilla las mentes, las mentes católicas, y encuentran un modo muy brillante
para hacerlo: la herejía del modernismo.
El modernismo surgió alrededor de 1900. En 1907, el gran Papa San Pío X
lo aplasta, lo chamusca, lo hace pedazos con Pascendi, la gran Encíclica en la cual él denunció exactamente
estas mentes hechas puré. Él dijo que estas mentes hechas puré, deformadas,
deforman a la Santísima Trinidad, deforman la Encarnación, deforma la doctrina
de la Iglesia. ¿Dios se hizo hombre? ¿Sí o no? El modernista contesta:
“Bueno, sí y no. Para mí, sí. Para ti no. Pero está bien, yo tengo
mi opinión, tú tienes la tuya, vivamos en paz y todos seremos felices”
Este es el mundo moderno. No es católico. El católico dice (volvamos al
tiempo de los mártires, en los primeros 300 años de la Iglesia):
El emperador romano dijo a esas vírgenes y mártires: “Usted tiene a su
Dios Cristiano, yo tengo mis dioses. No me puede decir que mis dioses son
demonios. Yo no le diré que su Dios es un demonio. Usted tiene su Dios, Él es
bueno para usted. Pero yo soy el emperador, y yo digo que mis dioses no son
demonios, y usted, pequeña niña, me está diciendo a mí, el emperador, que mis
dioses son demonios”. –“Sí, majestad”. –“La torturaré si sigue diciendo eso”.
–Majestad, tengo que ir al Cielo. Amo a Jesucristo. No puedo decir otra cosa
porque sus dioses son falsos dioses. Solamente hay un Dios, el único, verdadero
Dios y ese es Jesucristo. Jesucristo es la segunda Persona de la Santísima
Trinidad, hay tres Personas en la Santísima Trinidad. Y si quiere torturarme,
puede hacerlo, pues Dios me ayudará”. -AAARRRG ¡Tortúrenla!.... Ellos enviaron
a estas vírgenes, a estas jóvenes niñas a torturas horribles porque ellas
dijeron al emperador que sus dioses eran falsos. No le dijeron al emperador:
“Majestad, usted tiene sus dioses, solamente déjeme con el mío, por favor”.
–Claro niña, no te preocupes, pero tú dices que mis dioses son verdaderos ¿no
es así? –Oh, sí majestad.
¡APÓSTATA, TRAIDOR! ¡Traidor a Nuestro Señor! ¿Pero cuántos católicos
piensan así hoy en día? “Oh, mi vecino tiene sus falsos dioses, yo tengo al
Dios verdadero. Bueno, a mi Dios no le importan los falsos dioses”.
¿Recuerdan el primer Mandamiento? Adorarás al Señor tu Dios. Tendrás
solamente un Dios, no tendrás otros dioses, yo soy un Dios celoso. Ese es el
verdadero Dios. Es un Dios celoso. No le gusta que los falsos dioses estén
alrededor. Para nada. Solamente hay un Dios.
El modernismo es una nueva versión del liberalismo protestante. En el
siglo XIX el modernismo no había invadido una gran parte de la Iglesia, sino
una pequeña parte. Pero San Pío X lo quemó rápidamente, aunque estaba ya listo
para infectar toda la Iglesia. ¿Qué hicieron los modernistas? A finales de
1900, el liberalismo había infectado a todo el mundo. Ya teníamos medios de
comunicación. No la televisión ni el radio, pero sí los periódicos. La gente
lee los periódicos. Están leyendo la propaganda de la izquierda. La gente está
infectada con estas ideas republicanas y democráticas que lucen bien, pues le
dan la soberanía al pueblo, lo cual significa: “Nosotros, el pueblo, somos
dios. Si hacemos una ley a favor del aborto, entonces el aborto está bien”.
“No hay Dios por encima de nosotros, el pueblo”. Estas son las
ideas modernas que se leían en los periódicos modernos, las ideas de la
masonería. Estas ideas están funcionando en todo el mundo, y los sacerdotes y
los fieles católicos, y los obispos católicos todos están viviendo en este
mundo moderno –reconstruido, fantaseado por los masones.
Entonces los sacerdotes empezaron a infectarse, el modernismo es la idea
de que todo debe ser modernizado, todo debe ser actualizado: todo para dejar de
oponerse al encantador mundo moderno, el cual es natural, normal y muy feliz y
dulce y… Las colinas están vivas con el sonido de la masonería. Y
todos somos felices, y a todos nos gusta… es tiempo de que la Iglesia se adapte
al mundo en vez de estar constantemente, constantemente, constantemente,
condenándolo.
Entonces es tiempo de que la Iglesia se adapte, entonces adaptaremos el
Rosario, adaptaremos el Padre Nuestro, adaptaremos… ¿les suena familiar? El
Concilio Vaticano II –exactamente.
Todo esto está en línea –otra vez- con el liberalismo, con el
protestantismo. El demonio empujando un pedazo hacia la izquierda, un pedazo
tras otro hacia la izquierda. Pero una vez más, gracias a San Pío X, se levanta
la Iglesia una vez más, los primeros años del siglo XX fueron buenos para la
Iglesia Católica, hasta 1920, fueron buenos años para la Iglesia. Pero el mundo
ataca de nuevo y se está haciendo más fuerte que nunca, más glamoroso, más
seductor. Su ciencia avanza, la tecnología avanza, la ciencia se ve bien. Y los
científicos nos dicen que somos descendientes del mono. Fuimos alguna vez
“gerentes de las ramas”, y entonces es tiempo que se reconozca que la verdad es
la ciencia, y la religión no es más que fantasía para niños. Como dirían los
americanos “la verdad está en la ciencia”. La ciencia se convierte en la nueva
religión, y el mundo moderno es cada vez más poderoso. Llegamos entonces a los
años 50, el modernismo parece estar a raya, la Iglesia parece muy fuerte, pero
entonces llegamos a 1962 ¿y qué hizo el modernismo? El papa San Pío X lo
detuvo, lo bloqueó, lo chamuscó, pero simplemente se hizo subterráneo,
clandestino, porque los liberales están convencidos de su liberalismo.
Cada liberal es un cruzado. Si se han dado cuenta, dicen: “no bebas esta
lata de cerveza porque puedes estar embarazada, si estás embarazada ten cuidado
con la cerveza. ¡Fumar mata!”. Hay una cruzada en contra de la cerveza y en
contra de fumar. Pero hay una cruzada a favor del aborto, una cruzada a favor
del “matrimonio” homosexual. Cada liberal es un cruzado.
Entonces el liberalismo está en cruzada para apoderarse de la Iglesia,
el mundo moderno está trabajando en la Iglesia y seduciendo a los hombres de
Iglesia. Entonces en 1962, los hombres de Iglesia están cansados de resistir al
mundo moderno, de condenar el mundo moderno, de pensar que el mundo moderno es
horrible y asqueroso. “El mundo moderno es normal”, “es natural” “es abierto”,
“es libre”, es más material y próspero que nunca… es un lugar maravilloso.
Pasamos por dos guerras mundiales, pero lo hemos superado y ahora las cosas
están mejor que nunca… Este es el Vaticano II.
Todos están enamorados del mundo moderno, y esta vez el mundo moderno es
tan poderoso y seductor que hay una gran desviación en la Iglesia. Pero esta
vez no es solamente 1/3 de ella, esta vez es prácticamente toda la Iglesia. Tan
seductoras y poderosas y triunfantes son las nuevas ideas, la libertad, la
igualdad, la fraternidad, las ideas masónicas son muy poderosas. La televisión
llegó en los 40’s, en los 50’s el rock and roll y así sucesivamente. Entonces
los obispos se rindieron de la vieja religión, se subieron sus sotanas y
empezaron a sacudirse en el Vaticano –y ese es el Vaticano II.
Y ahora es una ENORME porción de la Iglesia que se desvía, y solamente
hay dos obispos que resisten: Monseñor Lefebvre y Monseñor de Castro Mayer.
Pero es una muy pequeña organización.
Fíjense como durante la Contrarreforma, el Concilio de Trento, todos los
obispos de toda la Iglesia bloquearon el protestantismo. En el
liberalismo, fueron los papas quienes lo bloquearon, ya no toda la Iglesia. No
hubo un concilio en contra de la revolución francesa. Fue una serie de buenos
papas en el siglo XIX que se mantuvieron firmes. Entonces se desciende de toda
la Iglesia a algunos papas. En el modernismo, solamente un papa, San Pío X. En
el Concilio Vaticano II, solamente un Arzobispo estuvo en contra. Estamos
siendo reducidos mientras los errores se expanden. Los héroes que se resisten
son menos. Ahora, solamente un Arzobispo se mantiene, un arzobispo y un obispo,
dos de ellos. Y la pequeña FSSPX empieza a expandirse. Es exactamente el mismo
patrón. La Fraternidad empieza a expandirse, envía sacerdotes por todo el
mundo, el mismo Arzobispo viaja por todo el mundo, luchando en contra de las
ideas liberales, protestantes, modernistas del Vaticano II. Solo el Arzobispo
se mantiene firme. ¿Qué esperan que haga el diablo? Con este patrón, está muy
claro, es obvio, atacará a la Fraternidad.
Y atacará a la Fraternidad de tal manera, que una gran porción de la
Fraternidad será tentada para tomar exactamente el mismo camino del Vaticano
II, del modernismo, del liberalismo y protestantismo. Entonces, lo que
estamos viendo ahora es el principio de la infiltración, de la seducción, y la
desviación de la FSSPX hacia la izquierda.
Viendo este patrón, es la cosa más normal del mundo. Lo que
probablemente verán esta vez, es que ya no habrá un Arzobispo, no estoy seguro
si habrá algún obispo, puede ser un sacerdote el que emerja, el líder de un
movimiento, el líder de un movimiento organizado que resista esta oscilación
final, una movimiento organizado que resista al demonio: naturalmente el
demonio irá tras él. El demonio irá en contra de este pequeño resto, mucho más
fuerte que contra los que ya tiene en su bolsillo. Ya desde el Vaticano II hay
muchos demonios desempleados en el mundo: “Ya tenemos a todos los hombres de
Iglesia, todos los obispos, jefe, ¿qué debemos hacer ahora?” Dice el diablo: “Bueno,
han hecho un buen trabajo, pero ¡Oh! ¿Qué es eso? ¿La FSSPX? ¡Están resistiendo!
El Arzobispo está resistiendo, está empezando seminarios y ordenando
sacerdotes… ¡vayan tras él!” Entonces ahora los demonios están tras la FSSPX y
la FSSPX está pasando por tiempos duros porque los demonios son muy
persuasivos… ¡Ellos son muy seductores!
Es la cosa más normal del mundo que después de la expansión de la FSSPX
tendremos otra porción de la FSSPX desviada, no ha sucedido todavía pero está
sucediendo, está en proceso, se está construyendo, está yendo en esa dirección
porque esta ha sido la dirección desde hace 500 años. Estamos presenciando el
final de un proceso de 500 años, pero lógicamente, asumamos que hay un
sacerdote que lidere el movimiento de resistencia que se niegue a seguir el
giro que Menzingen le está dando a la Fraternidad, este movimiento resiste y
luego se expande de nuevo. Este movimiento se está formando aquí y ahora.
Ustedes están empezando juntos a poner otro centro de Misa como en los años 70,
pronto buscarán sacerdotes… luego se comprará una nueva capilla, luego las vestiduras
sacerdotales, los vasos sagrados, todo como en los 70’s, estamos siguiendo el
mismo patrón del Vaticano II y la resistencia al Vaticano II.
Entonces el sacerdote organiza la Resistencia, la Resistencia empieza a
expandirse, y en otros 20 años habrá otro esfuerzo, otro triunfo del diablo,
otra porción. Así es como sucede, sin embargo, la situación en el mundo y en la
Iglesia está empeorando, es tan grave que uno se pregunta si se puede ir más
lejos. La gente que tiene ojos para ver han esperado una intervención de Dios
en cualquier momento desde hace 50 años. Si no lo saben, busquen en internet:
Nuestra Señora de Akita. En 1973, Nuestra Señora habló a una monja sorda, a una
monja absolutamente sorda. Hermana Agnés Sasagawa. Akita es una pequeña ciudad
en el noreste de Japón, lejos de las grandes ciudades.
Fueron tres mensajes, y el tercer mensaje es inmensamente serio. No es
muy largo, pero es muy serio. Si el hombre no enmienda sus caminos, habrá el
más grande castigo que la humanidad ha visto nunca. Caerá fuego del cielo, y
los buenos perecerán igual que los malos, los sacerdotes morirán como los
laicos, y los sobrevivientes sufrirán de tal modo que envidiarán a los muertos.
Ella dice que ya no habrá más confesiones, que no estarán disponibles. ¿No es
este el caso de las grandes ciudades? En las grandes ciudades cada vez es más
difícil encontrar un confesor. La confesión casi desaparecerá, no traje el
mensaje conmigo, pero es muy serio, estamos llegando al final. Yo no sé cuándo
caerá el fuego del cielo, pero tengo que decírselo a ustedes: yo creo
absolutamente que sucederá.
Ya ha sucedido antes en la historia de la raza humana, el Diluvio en el
tiempo de Noé. Adán fue creado con una naturaleza perfecta, con tremendos
dones. Pero con el pecado, la humanidad se ha degenerado, y la humanidad se
degenera por el pecado original. Porque Adán y Eva cayeron, no hay salida. Y
una imagen del pecado expandiéndose es que desde hace 500 años, en la edad
media, hasta ahora, queda muy poco de la Iglesia. La Iglesia ocupaba toda la
civilización, ahora ocupa una parte diminuta. La Iglesia posee la Verdad y el hombre no la ve porque no cree en ella.
El hombre no cree en la verdad porque no ama la verdad. En las Escrituras, San Pablo dice que
vendrá el Anticristo porque el hombre no ha amado la Verdad. Y esto es
exactamente lo que vemos hoy en día. Habrá una Operación del Error, en los
medios de comunicación. Los medios son viles, viles, porque no tienen interés
en la Verdad. Su interés está en promover el Nuevo Orden Mundial, y promueven
los errores del Nuevo Orden Mundial, como el liberalismo. Y es una
conspiración, es un complot gigante para deshacerse completamente de Dios, para
deshacerse de Jesucristo completamente, para deshacerse de la Iglesia Católica
completamente.
“Fuera de tu creación, Dios, vete, porque nosotros estamos haciendo un
mejor trabajo que tú. Haz lugar a nosotros, los hombres, y te enseñaremos que
nosotros podemos hacer un mejor trabajo que tú”
Esta es la mentalidad, y es blasfema, por supuesto. Es horrible, pero es
la manera en que piensa la gente hoy en día.
Entonces, al final de este proceso mortal, en el cual los pobres
pecadores le han dado paso a la seducción del diablo, destrozando la Iglesia
Católica, destrozando la Redención, destrozando a Nuestro Señor Jesucristo: no
se puede poner de otra forma.
¿Y mañana? El mañana se presenta áspero, pero la Iglesia no está aquí
para salvar la civilización, la Iglesia está aquí para salvar almas. Y cuando
un gran número de almas están en el camino de la salvación, tenemos una hermosa
civilización, con catedrales, con la Cristiandad, con Reyes, con la
Tradición y con la gente muy feliz. Cuando hay muy pocas almas en el camino de
salvación, se tiene una civilización horrible, y el camino para salvar la
civilización es salvar las almas. Y las
almas hoy todavía pueden salvarse. Incluso ahora, no es imposible salvar
nuestra alma. Necesitamos una gran confianza en Dios. Dios está al mando, Dios
sabe lo que está haciendo. Él está permitiendo este tremendo desastre porque el
dará un gran triunfo a la Iglesia. Habrá un gran castigo, una lluvia de fuego,
como en los días de Noé hubo una lluvia de agua para lavar toda la tierra, hoy
habrá una lluvia de fuego para lavar, para quemar, para dejar limpia la tierra.
Entonces habrá un gran triunfo de la Iglesia, y cuando ese triunfo caiga, será
la venida del Anticristo.
Pienso, pero puedo equivocarme fácilmente, que el fin del mundo podría
ser dentro de unos sesenta años. Fácilmente puedo estar equivocado, puede ser
mucho menos o mucho más, es solamente una suposición. Las ruedas de Dios muelen
lentamente, pero muelen excesivamente pequeño, dice el profeta. Pero Dios muele
muy lento, Dios es muy paciente.
Por lo tanto, el tiempo que sea, mientras estemos todavía vivos podemos
salvar nuestras almas. No duden que nosotros todavía podemos salvar nuestras
almas. Todavía no vienen por nosotros para llevarnos a los campos de
concentración y a los electro-shocks, todavía no vienen a llevarnos a
Guantánamo. Pueden hacerlo mañana. Pero por hoy es suficiente la maldad que
está allí. No debemos preocuparnos hoy
de los problemas de mañana, es suficiente para hoy guardar los 10 mandamientos:
todavía es posible, es muy difícil pero vale infinitamente la pena porque el
premio es el cielo. El cielo definitivamente vale la pena. El Cielo dura
para siempre, esta corta vida puede durar otros 10 o 20 o 30 años o lo que sea.
Por lo tanto, la respuesta es que nos mantenemos con Monseñor Lefebvre, si sus
seguidores pierden la mira y caen, nos quedamos con los que no caigan, los que
no se están haciendo liberales o protestantes o modernos. Los que no creen que
podemos asociarnos con la Iglesia conciliar.
La Iglesia Conciliar es una colección de modernistas y liberales y
protestantes. Está llena de todas esas ideas, todas esas ideas equivocadas
dentro de la Iglesia Conciliar, las cuales han sido aprobadas… Han sido
aprobadas todas estas herejías anti-católicas ¡increíble! Y nosotros pensamos
en la Fraternidad ¡Qué alegría! Este es un oasis en el desierto, el error está
desterrado de aquí, no hay error en la Fraternidad –gracias a Dios al menos
encontramos aquí cordura y no la locura… entonces ¡BUM! La Fraternidad comienza
a volverse loca… ya no más la niña mártir que no cede al emperador… pero las
vírgenes mártires tenían razón… ellas fueron más fuertes que el imperio romano.
Su religión convirtió finalmente a todo el imperio romano. San Juan dice “nuestra religión es
nuestra victoria sobre el mundo”. Y
si usted y yo conservamos la verdadera fe y no la mezclamos con el error, y no
nos dejamos seducir por la iglesia conciliar y por el mundo podrido y liberal,
si no permitimos que nuestra fe sea contaminada, si la mantenemos pura,
entonces todos los del Nuevo Orden, los de la Nueva Era, y los de la Neo Iglesia
pueden perseguirnos, pueden torturarnos, pueden hacer lo que quieran, pero no
nos van a sacudir -y si nos torturan hasta la muerte, ellos simplemente nos
ponen en un rápido elevador hacia el cielo. Entonces ¿Qué perdemos? Se
trata de conservar la fe, lo que nunca ha sido fácil. Al final de su vida, el
gran Apóstol San Pablo dice a Timoteo: “He concluido mi carrera, he peleado la
buena batalla, he conservado la fe”. Obviamente San Pablo pensó que pudo haber
perdido la fe, pero la conservó, claro que él es un héroe, un gran héroe, uno
de los dos príncipes de los apóstoles. Pero pudo haber perdido la fe, y no la
perdió. La conservó. Ustedes y yo podemos conservar la fe. Si conservamos la fe, el mundo moderno no puede hacernos nada. De un
modo u otro, triunfaremos sobre el mundo.