El elogio de los masones al Concilio:
"Nos
enseñó el valor del diálogo”
10/12/2012
El símbolo de la Masonería
Las relaciones con la Iglesia siguen siendo
difíciles: “Hoy, ese gran impulso ha sido sustituido con una conducta
dogmática”
GIACOMO GALEAZZI
Ciudad DEL VATICANO
Ciudad DEL VATICANO
El elogio de los masones al Concilio. “El Vaticano
II enseñó a los creyentes el valor del diálogo como método que hace posible el
encuentro entre los hombres, más allá de cualquier credo o pertenencia; a
sentirse parte de una comunidad en movimiento. A nosotros los laicos, nos
enseñó a reconocer la humanidad de la Iglesia. Después de 50 años, este mensaje
de paz, de concordia y de fraternidad entre todos los hombres está más vivo que
nunca y es necesario para reaccionar a la crisis de valores que amenaza a nuestro
mundo moderno”, dijo Gustavo Raffi, gran maestro del Gran Oriente de Italia, al
recordar el aniversario de la apertura de los trabajos del Concilio Ecuménico
Vaticano II. “El Concilio -indicó- obligó a los hombres de Iglesia a afrontar a
la sociedad en el momento en el que se estaba abriendo a la modernidad. Entre
los resultados, una nueva concepción de una institución que corría el riesgo de
permanecer encerrada en la torre de marfil de la doctrina y que en cambio
decidió abrir las puertas a los hombres. Es triste tener que constatar que en
estos días este gran impulso hacia una visión más humana de la Iglesia haya
sido sustituida con un enroque dogmático, con una actitud cerrada”, subrayó.
“La Masonería, desde hace ya siglos, enseña a ver más allá de los horizontes de
los dogmas y de las diferencias -explicó Raffi-, abriendo el corazón al
encuentro con el otro, con una nueva disposición de conocimiento y de respeto.
Esperamos que la Iglesia vuelva a abrirse al mundo, inspirándose justamente en
esa breve y valiente primavera que representa el Concilio Vaticano y en el
ejemplo, a menudo olvidado, del Papa Montini, para que acepte dialogar, sin
prejuicios, con todos los hombres de buena voluntad”. La historia de las
relaciones entre la Iglesia y la masonería está marcada por momentos de enorme
cerrazón, fases de apertura y de diálogo. El problema se encuentra en las
cuestiones más delicadas que afectan a la Iglesia. Se trata de una historia
poco conocida, llena de condenas pontificias (sobre todo en los siglos XVIII y
XIX), pero también con momentos contradictorios en el siglo XX. El primer
pronunciamiento papal sobre la masonería se debe a Clemente XII, que el 28 de
abril de 1738 (a 21 años del nacimiento oficial de este grupo), promulgó la
bula “In eminenti”, con la cual indicó la incompatibilidad entre la Iglesia y
la masonería. A partir de entonces se ha venido desarrollando un recorrido muy
problemático a lo largo de la historia.
Gustavo Raffi |