Comentario
Eleison Número CCLXXXVIII (288)
19
de Enero de 2013
DOS VIAJES
Monseñor
Williamson
Viajes realizados desde mediados de diciembre a Norte América y a
Francia, me han permitido observar dentro de la Fraternidad San Pío X un estado
peligroso de indecisión. Allí donde el Superior de Distrito no está ciego, el
peligro está por el momento algo vacilante, de tal manera que la resistencia se
encuentra en estado latente. Mientras que allí donde el Superior de Distrito es
un convencido sirviente del Cuartel General de la FSPX, entonces el movimiento
hacia la Neo-Iglesia avanza decididamente, pero también la Resistencia se
organiza. ¿Qué está en juego?
Desde la escisión del Protestantismo, el mundo ha estado deslizándose
cada vez más y más lejos de Dios. Gracias al Concilio de Trento (1545-1563), la
Iglesia Católica se mantuvo incólume, pero a causa del Concilio Vaticano II
(1962-1965), la Iglesia Católica oficial se unió al deslizamiento. Es cuando,
gracias principalmente (¡pero no únicamente!) a Mons. Lefebvre (1905-1991),
remanentes de la Iglesia de Trento se reunieron para formar un oasis Católico,
la FSPX, en medio del desierto de la modernidad. Pero allí donde la poderosa
Iglesia no había sido capaz de resistir, era, con seguridad, meramente una
cuestión de tiempo para que la frágil FSPX sea tentada, a su vez, de unirse al
deslizamiento de la corriente mayoritaria de la Iglesia.
Y entonces, exactamente como ocurrió en el Vaticano II cuando los
dirigentes de la Iglesia oficial se vieron obligados a pretender que ellos no
se encontraban en ruptura con la Iglesia Tridentina (tal es, por ejemplo, la
“hermenéutica de la continuidad” de Benedicto XVI), asimismo los dirigentes de
la FSPX oficial están ahora obligados a pretender que ellos no se encuentran en
ruptura con el Arzobispo Lefebvre. Luego al igual que la mayoría de los
políticos de los últimos 500 años, estos dirigentes de la FSPX hablan a la
derecha mientras van caminando a la izquierda, porque eso es lo que muchos desean,
a saber, la apariencia de la Cristiandad sin su sustancia (cf. II Tim.III,1-5,
particularmente el versículo 5). Como Descartes, estos dirigentes “avanzan
detrás de una máscara”, tratando de disfrazar su movimiento hacia la izquierda
detrás de palabras hacia la derecha, o de palabras claramente ambiguas.
Lo que ocurrió en la FSPX en la primavera pasada, como dice el Padre
Chazal, es que la máscara cayó, porque la dirección de la FSPX debe haber
calculado que el tiempo había llegado para que ella realice a la luz del día su
vuelta a la corriente mayoritaria de la Iglesia. Desgraciadamente para estos
dirigentes, en ese momento entre marzo y junio, emergió una resistencia
suficientemente fuerte para impedir que el Capítulo General de la FSPX de julio
realice cualquier intento inmediato de unirse a la Neo-Iglesia. Pero desde el
Capítulo en adelante, se volvieron a colocar la máscara. Porque los liberales
no se convierten, a menos de un milagro de la gracia, pues la izquierda es su
verdadera religión. Por eso los dirigentes de la Fraternidad están seguramente
a la espera, mientras que el mundo moderno, la carne y el diablo prosiguen con
su obra que consiste en atraer a los sacerdotes y a los fieles de la FSPX
siempre más hacia la izquierda, de manera que de aquí a pocos años cuando
mucho, no existirá más ninguna resistencia seria, como lo fue la del verano
pasado, para que la FSPX se integre a la Neo-Iglesia.
Esto deja a la FSPX en la cuerda floja. Pero como lo señalaba con su
sentido común el Arzobispo Lefebvre, los superiores moldean a los inferiores y
no al revés. Por eso, a menos que los dirigentes actuales de la FSPX sean
destituidos por un milagro, la FSPX está condenada a ser disuelta dentro de la
Neo-Iglesia. No se puede decir que el castigo no habrá sido merecido. Pero
recemos a la Madre de Dios para obtener un milagro de la misericordia de su
Divino Hijo.
Kyrie eleison.