“La ceguera…Dios ciega a los que no resisten el error,
a los que no quieren defender la verdad. Dios los ciega. No quisieron
defender la verdad en el Concilio, dejaron que el error creciera en el
Concilio, Dios los ha cegado. Ya no ven la verdad, lo que está bien, lo que
está mal, ya no son capaces de ver la diferencia. “Tienen ojos y no ven”, dice la Escritura. Pienso que esto es
semejante”.
Mons.
Marcel Lefebvre, Buenos Aires, 28 de noviembre de 1986