Comentario Eleison Número CCLXXXV (285)
29 de diciembre 2012
CULTURA: ¡ALERTA!
Por Mons. Williamson
Mientras
los dirigentes de la Fraternidad San Pío X parecen tambalearse, los católicos
que aman la Fraternidad por haber recibido tanto de ella desde hace muchos
años, podrían estar tentados de pensar que, en tanto que fieles, prácticamente
no pueden hacer nada para cambiar la situación. En este caso estarían
equivocados. Quieran ellos leer estas reflexiones de uno de mis amigos y
puedan, leyendo entre líneas, concluir que si Dios no socorre a la Fraternidad
para ellos, como por supuesto El podría hacerlo, entonces esto depende de
ellos, por lo menos en parte. He aquí la carta adaptada de mi amigo:
“Un
acuerdo práctico sería desastroso para la causa de la Tradición Católica. Basta
solamente con mirar lo que les ocurrió a los Redentoristas Tradicionales en
Escocia. Las dos Misas no pueden cohabitar. Una siempre expulsará a la otra. Hace
poco, en una Nueva Misa a la cual asistí, toda la Iglesia fue perturbada por la
gente que conversaba y aplaudía sin cesar. Los dos lados se encuentran
sencillamente tan alejados el uno del otro que un acuerdo no puede funcionar.
Ningún acuerdo es posible entre los espíritus que están a favor de la
modernidad y los que están a favor de la Tradición.
“Además,
existe la profunda revolución que ha arrollado a la civilización moderna,
incluyendo al movimiento Tradicional, y que ha pasado inadvertida por gran
parte de los dirigentes de la Tradición. La tecnología electrónica ha forjado
una revolución cultural en nuestras vidas, particularmente las de las
generaciones más jóvenes. Si ella no está controlada debidamente, ella
debilitará seguramente la Fe porque puede involucrar la totalidad de la vida de
la gente. Los jóvenes fácilmente se dejan apresar por ella. Están pegados a
ella durante todo el día. Las personas demasiado inmersas en ella se tornan
disfuncionales, incapaces de levantarse en la mañana, de mantener una
conversación en vivo, o de cumplir con un trabajo.
“Ahora
bien, si un equipo deportivo no es amonestado por su entrenador, su brío
empezará a declinar. Si los católicos no son amonestados en cuanto a conductas
culturales como la música, la manera de vestir de las mujeres, la televisión,
sus patrones culturales empezarán a caer, lo que tendrá profundas implicaciones
para su fe. Los padres Tradicionalistas han sido abandonados a sí mismos para
luchar con sus familias a fin de apartarlas de la mundanidad de la sociedad
moderna fuera de sus hogares, porque los dirigentes de la Fraternidad o bien no
han percibido esta revolución cultural o bien no le han prestado la atención
que se merece. He mantenido muchas largas conversaciones con familias
Tradicionalistas que están preocupadas respecto al rumbo que el movimiento Tradicional
está tomando. Los movimientos religiosos deben tomar posición sobre las
conductas culturales si es que están destinados a fructificar. La Tradición
salía reforzada cuando ella tomaba una posición firme sobre la televisión. Pero
si no se resiste sobre los problemas culturales, la resistencia sobre los temas
doctrinales empieza pronto a debilitarse.
“El
último Capítulo de la FSSPX puede haber salvado a la organización del naufragio
por el momento, pero no por eso estoy muy tranquilo. Se preocupó mucho por
definir los parámetros de cualesquiera futuras discusiones con Roma en vistas a
un acuerdo. Sin embargo Roma permanece básicamente sin cambio desde 1988. En mi
opinión, la Fraternidad necesita recobrar el papel profético que ejercía cuando
el Arzobispo Lefebvre estaba aún con vida. El movimiento Tradicional tiene que
denunciar con firmeza al modernismo y al liberalismo que están llevando a la
Iglesia a su destrucción. Estas denuncias fueron últimamente reducidas al
silencio. Es posible que muchos sacerdotes Tradicionalistas estén distraídos
pensando en las facilidades que, suponen ellos, les podría traer un acuerdo con
Roma”.
Ahora
les toca a ustedes, estimados lectores. Alejen de sus hogares la música basura
y sin valor. Desháganse de los televisores. Reduzcan la electrónica al mínimo.
Madres, usen polleras tanto como puedan, es decir la mayor parte del tiempo. Si
no, no os quejéis si Dios no viene a socorrer a la Fraternidad. El no fuerza a
nadie a recibir Sus dones: “Ayúdate que Yo te ayudaré”. Bendito sea Su Nombre
por siempre.
Kyrie
eleison.