“El
nacionalista debe vivir el plano ético o el plano religioso; el liberal puede
habitar en el plano estético. En ese plano, en el plano de la política pura (o sea, impura), de las “tácticas”,
de las “combinaciones”, del mal menor, de los maquiavelismos baratos y de las
mentiras estratégicas, el nacionalista se encuentra en posición mucho más débil
que sus adversarios, y es el más infeliz de todos los hombres; porque no tendrá
éxito ni en este mundo ni en el otro”.
Padre
Leonardo Castellani, “El mal menor”, febrero de 1958.
Corregimos y adaptamos al Padre Castellani (¡Oh, si
algunos que lo mentan tanto, de verdad lo leyeran y lo entendieran!):
“El liberal
puede habitar en el plano estético. En ese plano, en el plano de la política
pura (o sea, impura), de las “tácticas”, de las “combinaciones”, del mal menor,
de los maquiavelismos baratos y de las mentiras estratégicas, el católico lefebvrista se encuentra en
posición mucho más débil que sus adversarios, y es el más infeliz de todos los
hombres; porque no tendrá éxito ni en este mundo ni en el otro”.