Número
DCXCIX (699)
05 de diciembre de 2020
¿Orígenes del
Covid?
Mons. Williamson
Grandes dones recibieron, para proveer
al Mesías,
Pero provocaron una poderosa maldición
sobre su orgullo.
Estos
“Comentarios” han afirmado que Dios Todopoderoso está en el centro mismo de la
tormenta que se está levantando en todo el mundo sobre la base de la
contra-verdad de que el virus Covid-19 presenta una gran amenaza para toda la
humanidad. Las estadísticas han demostrado que no es una amenaza mayor que
cualquier virus de gripe promedio, pero amenaza con cambiar significativamente
la forma de vida de todo el mundo, porque ha sido muy probablemente así
diseñado por los enemigos judeo-masónicos de Dios. Estos no son todos los
no-gentiles ni todos los masones, sino los no-gentiles y los masones que
conspiran juntos para establecer una tiranía mundial para hacer la guerra
contra Dios, mandando en infierno eterno a todas las almas humanas que Él crea.
El
resultado es una guerra cósmica entre los amigos y enemigos de Dios que genera
la historia de la humanidad. Obviamente Dios por Su omnisciencia conoce hasta
el más mínimo detalle todo lo que ambos bandos están tramando, y por Su
omnipotencia puede intervenir en cualquier momento para ayudar a Sus amigos,
como lo hizo supremamente hace 2000 años por la Encarnación de Su divino Hijo.
Pero como Su propósito principal es poblar Su Cielo con seres racionales que
habrán usado su razón para pasar su eternidad con Él en lugar de sin Él,
entonces se podría decir que a Sus enemigos les asegura una considerable
libertad para tentar y atormentar a Sus amigos, mientras que para Sus amigos
interviene para asegurar una igualdad de condiciones. Porque, en efecto, Sus
enemigos tienen al diablo y a sus ejércitos de ángeles caídos para ayudarles,
hasta el punto de que San Pablo advertirá a los cristianos que su lucha no es
contra la carne y la sangre humanas, sino contra los demonios (Ef. VI, 12).
Verdaderamente
diabólica es la astucia con la que los conspiradores contra Dios disfrazan de amistosas
sus verdaderas intenciones. Nuestro Señor mismo dice que envía a Sus Apóstoles
como ovejas entre lobos (Mt. X, 16). Así que una importante intervención de
Dios para ayudar a Sus amigos fue cuando permitió que se descubrieran los Protocolos
de los Sabios de Sión hace poco más de un siglo. Los propios Sabios
han impugnado amargamente desde entonces la autenticidad de los Protocolos,
pero como dijo un estadounidense famoso por su sentido común: “Si quieres saber
si los Protocolos son auténticos, mira a tu alrededor”. Aquí
hay un resumen, cortísimo pero acertado:—
Los
gentiles son mentalmente inferiores a los no-gentiles y no pueden dirigir sus
naciones adecuadamente. Por su bien y el nuestro, necesitamos abolir sus
gobiernos y reemplazarlos con un solo gobierno. Esto llevará mucho tiempo e
implicará un gran derramamiento de sangre, pero es por una buena causa. Esto es
lo que tenemos que hacer. Poner a nuestros agentes y ayudantes en todas partes.
Tomar el control de los medios de comunicación y usarlos para la propaganda de
nuestros planes. Iniciar luchas entre varias razas, clases y religiones. Usar
el soborno, las amenazas y el chantaje para salirnos con la nuestra. Usar
logias masónicas para atraer a potenciales funcionarios públicos. Apelar a los
egos de la gente exitosa. Nombrar líderes títeres que puedan ser controlados
por el chantaje. Reemplazar el gobierno real con el socialista, luego el
comunismo, luego el despotismo. Abolir todos los derechos y libertades, excepto
el derecho a la fuerza, usada por nosotros mismos. Sacrificar a la gente,
incluso a veces a los no-gentiles, cuando sea necesario. Eliminar la religión,
reemplazarla por la ciencia y el materialismo. Controlar el sistema educativo,
para difundir el engaño y destruir el intelecto. Reescribir la historia en
nuestro beneficio, crear distracciones entretenidas, corromper las mentes con
suciedad y diversión, alentar a la gente a espiarse unos a otros, mantener a
las masas en la pobreza y el trabajo perpetuo. Tomar posesión de toda la
riqueza verdadera, la propiedad y especialmente el oro. Usar el oro para
manipular los mercados, causando depresiones y demás. Introducir un impuesto
progresivo sobre la riqueza, sustituir las inversiones sólidas por la
especulación, hacer préstamos con intereses a largo plazo a los gobiernos, dar
malos consejos a los gobiernos y a todos los demás. Ya que culparemos a los
gobiernos goy (gentil) por el desorden resultante, eventualmente los goyim
(gentiles) estarán tan enojados con sus propios gobiernos que con gusto nos
harán tomar el control. Entonces nombraremos a un descendiente de David como
rey del mundo, y los gentiles restantes se inclinarán y cantarán sus alabanzas.
Todos vivirán en paz y en orden obediente bajo su glorioso gobierno.
¿Puede
alguien no reconocer aquí el mundo “a su alrededor”, como lo hizo Henry Ford?
¿Incluyendo la crisis del Covid?
Kyrie
eleison.