Cada día que pasa, Bergoglio consolida
su coyunda con el poder mundial, que convertirá a la Iglesia en algo parecido a
una ONG, abocada exclusivamente a los negocios de este mundo, desde el cambio
climático hasta la demagógica “opción preferencial por los pobres”, uno de los
nuevos rostros de la Teología de la Liberación. Como no puede ser de otra
manera, esta opción “pobrista” es solventada, -en el caso argentino
seguramente- por la clase media, que en otro tiempo solía ser el sostén social
de la comunidad política. Una clase que soporta una carga fiscal insostenible,
sobre la cual nuestros obispos hacen mutis por el foro, así como tampoco nada
dicen del odio de clase que fomenta el gobierno de los dos Fernández.
Doy cuenta entonces del último y gran
desatino de Jorge Mario Bergoglio:
“El Papa apoya la idea de convertir el 14 de mayo en un día de oración, ayuno y obras de caridad por el fin del coronavirus. Es una iniciativa del Alto Comité para la Fraternidad Humana, dirigida a personas de todas las religiones.
“He aceptado la propuesta del Alto
Comité para la Fraternidad Humana, para que el próximo 14 de mayo, creyentes de
todas las religiones se unan espiritualmente en un día de oración, ayuno y
obras de caridad, para implorar a Dios que ayude a la humanidad a superar la
pandemia del coronavirus”.
También la apoya el secretario general de la ONU, António Guterres, que lo definió en Twitter un «momento de reflexión, esperanza y fe».
La jornada
es una iniciativa del Comité encargado de difundir el Documento sobre la
Fraternidad humana, por la paz mundial y la convivencia común. Lo firmó”. https://www.vaticannews.va/es/mundo/news/2020-05/comite-fraternidad-humana-14-de-mayo-un-dia-de-oracion-humanidad.html
Y por si esto no fuese poco, copio la
“Oración por la humanidad” que se rezará el 14 de mayo, cuyo tufo masónico
apesta:
“¡Hermanos que creen en Dios, el Creador!
¡Hermanos en la humanidad en todas partes!
Hoy en día, el mundo enfrenta un peligro inminente que amenaza las vidas
de millones de personas en todo el mundo, debido a la rápida propagación del
coronavirus «Covid-19». Junto a la afirmación de nuestra creencia en la
importancia del papel de la medicina y la investigación
científica en el tratamiento de esta pandemia, no nos olvidamos de dirigirnos a
Dios, el Creador, en esta gran crisis. Invitamos a todas las personas, en todo
el mundo, a recurrir a Él a través de la oración, la súplica y las obras del
bien, cada individuo en su lugar y de acuerdo con su religión, creencia o
doctrina, para que Dios elimine esta pandemia, nos ayude a
salir de esta aflicción, inspire a los científicos a descubrir un medicamento
que acabe con ella, salve al mundo de las consecuencias sanitarias, económicas
y humanas debido a la propagación de esta pandemia peligrosa.
El Comité llama a todos los líderes religiosos y personas de todo el
mundo a responder a este llamamiento humanitario y
acudir al Todopoderoso con una sola voz para preservar a la humanidad, ayudarla
a superar la pandemia y restablecer la seguridad, la estabilidad, la salud y el
desarrollo, para hacer nuestro mundo, después de la finalización de esta
pandemia, más humano y fraterno que nunca”
(Sobre el Alto Comité de la Fraternidad Humana
ver el Post del 28 de septiembre de 2019:EL BERGOGLISMO, SU COMITÉ
REVOLUCIONARIO Y SU “CASA ABRAHÁMICA” ) http://catapulta.com.ar/?p=8271
Desde luego, esto implica
instalar una única religión-la mundialista-pergeñada por los ambiguos
documentos del Vaticano II, ya sepultados por el “espíritu conciliar” en lo
poco que podían tener de ortodoxia. Y muy probablemente, a esa religión se le
darán poderes de policía para que nadie se atreva a sacar los pies del plato.
¿Hace falta añadir que todo eso contará con el apoyo de obispos sin fe y
de católicos aborregados?
Nota catapúltica
No debe sorprender el apoyo de
Antonio Guterres, que antes de ocupar su carga en la ONU fue presidente de la
Internacional Socialista. Que en nombre la “fraternidad humana” acaba de
expresar que:
“Si bien se reconoce el impacto
significativamente mayor del COVID-19 en los hombres, el informe de política
del Secretario General de la ONU sostiene que “la salud de las
mujeres en general se ve afectada negativamente mediante la reasignación de
recursos y prioridades, incluidos los servicios de salud sexual y reproductiva”,
que son “fundamentales para la salud, los derechos y el bienestar de las
mujeres y las niñas”.