Número
CCCLVII (357)
17
de Mayo de 2014
LA INFALIBILIDAD DE LA IGLESIA – III
Mons.
Williamson
Las
alocadas palabras y actos del Papa Francisco están al presente conduciendo
hacia al sedevacantismo a muchos Católicos creyentes, lo cual es peligroso. La
creencia que los Papas Conciliares no han sido y no son Papas puede comenzar
como una opinión, pero demasiado a menudo uno observa que la opinión se
convierte en un dogma y luego en una artimaña mental acorazada. Pienso que las
mentes de muchos sedevacantistas se cierran porque la crisis sin precedente del
Vaticano II ha causado a sus mentes y a sus corazones católicos una agonía que
halló en el sedevacantismo una solución simple, y ellos no tienen ningún deseo
de re-abrir la agonía re-abriendo la cuestión. Así que ellos absolutamente
hacen cruzada para que otros se les unan en su simple solución y, haciendo tal
cosa, muchos de ellos – no todos -- terminan desplegando una arrogancia y una
amargura que no son signos ni frutos de un verdadero Católico.
Ahora
bien, estos “Comentarios” se han abstenido de proclamar con certeza que los
Papas Conciliares hayan sido verdaderos Papas, pero al mismo tiempo han
argumentado que los argumentos sedevacantistas de costumbre no son ni
concluyentes, ni obligan en conciencia a los Católicos, como algunos
sedevacantistas quisieran hacernos creer. Retornemos a uno de sus más
importantes argumentos el cual es de la infalibilidad Papal: los Papas son
infalibles. Ahora bien, los liberales son falibles y los Papas Conciliares son
liberales. Por consiguiente no son Papas.
A
esto uno puede objetar que un Papa es ciertamente infalible solamente cuando él
compromete las cuatro condiciones del Magisterio Extraordinario de la Iglesia,
enseñando 1 como Papa, 2 sobre la Fe o la moral, 3 definitivamente, 4 obligando
en conciencia a todos los Católicos. Después de lo cual los sedevacantistas y
liberales a la par replican que la enseñanza de la Iglesia es que el Magisterio
Ordinario Universal es también infalible, entonces – y aquí está el punto débil
en su argumento -- siempre que el Papa enseña solemnemente aún fuera de
su Magisterio Extraordinario, él debe también ser infalible. Ahora bien, la
enseñanza liberal Conciliar es solemne. Por consiguiente debemos devenir o bien
liberales o bien sedevacantistas, dependiendo por supuesto en quien está
esgrimiendo este mismo argumento.
Pero
lo que distingue la enseñanza que pertenece al Magisterio Ordinario Universal
de la Iglesia no es la solemnidad con la cual el Papa enseña fuera del
Magisterio Extraordinario, sino si lo que él está enseñando corresponde o no a
lo que Nuestro Señor, Sus Apóstoles y virtualmente todos sus sucesores, los
obispos de la Iglesia Universal, han enseñado en todos los tiempos y en todos
los lugares -- en otras palabras, si corresponde a la Tradición. Ahora bien, la
enseñanza Conciliar (ejemplo libertad religiosa y ecumenismo) está en ruptura
con la Tradición. Por consiguiente los Católicos hoy en día no están obligados
de hecho a devenir o liberales o sedevacantistas.
Sin
embargo, tanto liberales como sedevacantistas perseveran en su exageración de
la infalibilidad Papal por razones que no carecen de interés, pero esa es otra
historia. De cualquier manera no se entregan fácilmente, y así es que retornan
con otra objeción que merece ser respondida. Ambos dirán que argumentar que la
Tradición es lo que distingue al Magisterio Ordinario es montar un círculo
vicioso. Porque si la autoridad enseñante de la Iglesia, o Magisterio, existe
para decir lo que es doctrina de la Iglesia, como lo hace, entonces ¿cómo puede
la doctrina católica decir al mismo tiempo lo que es Magisterio? O bien el
maestro autoriza lo que se enseña o bien lo que se enseña autoriza al maestro,
pero no pueden ambos al mismo tiempo autorizarse mutuamente. Así que argumentar
que la Tradición que se enseña autoriza al Magisterio Ordinario que está
enseñando, está equivocado, y entonces el Papa es infalible no solamente en su
enseñanza Extraordinaria, y entonces debemos devenir sea liberales sea
sedevacantistas, ellos concluyen.
El
porqué no hay círculo vicioso debe esperar hasta la próxima semana. Es tan
interesante como el porqué ambos sedevacantistas y liberales caen en el mismo
error sobre la infalibilidad.
Kyrie
eleison.
Si
cuatro condiciones todas en juego no entran.
Los
Papas pueden errar en lo que dicen o enseñan.