“¿Para qué?” se pregunta el editor y responsable
(¿o habría que decir “editor irresponsable”?) de Panorama Católico Internacional, uno de los sitios web que apoyan
desde antigua data a la FSSPX. Otros espacios de internet prefieren ser u obsecuentes
hasta el escándalo, o simplemente publicar sus comunicados oficiales sin
comentarios anexos, por las dudas. Pero PCI prefiere seguir entibiando a sus
lectores, aunque ahora con una pequeñita luz de alarma que se le ha encendido,
debido a la reunión cumbre Muller-Fellay. Y entonces les comunica, además de la
tibieza, perplejidad.
El temor ante el descubrimiento de la realidad de
lo que está ocurriendo desde hace años en la Neo-FSSPX (esto es: la traición de
su plana mayor) lleva al editor de PCI a escamotear (quizá por la perplejidad
del caso) datos importantes para el análisis que pretende o debería hacer.
Dice por ejemplo:
El comunicado de la congregación religiosa fundada por Mons. Lefebvre no
aclara nada. “El encuentro se desarrolló en las oficinas de la Congregación
para la Doctrina de la fe, de 11 a 13 hs. Tuvo por objeto permitir al Cardenal
Müller y a Mons. Fellay reunirse por primera vez y hacer juntos el balance de
las relaciones entre la Santa Sede y la Fraternidad San Pío X desde la renuncia
del Papa Benedicto XVI y la partida del Cardenal William Joseph Levada,
anterior Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe”.
Pero PCI no menciona (¿se le olvidó, o no le
gustó?) el último párrafo del comunicado, que puede decirse es el que más
delata el propósito de la reunión:
DICI
“En una entrevista cordial, se expusieron las dificultades doctrinales y
canónicas, y se evocó la situación actual de la Iglesia. Se decidió continuar
con los intercambios para aclarar los puntos de divergencia que subsisten”.
Comunicado que no desmiente en absoluto el
emitido poco antes por Roma, éste más explícito:
ROMA
“Durante el encuentro se han examinado algunos
problemas de orden doctrinal y canónico y se ha acordado proceder gradualmente y dentro de un tiempo razonable para superar las dificultades y alcanzar la deseada reconciliación plena".
Entonces,
lo que Menzingen dice de esta manera:
“Se decidió continuar con los intercambios para
aclarar los puntos de divergencia que subsisten”.
Roma lo dice de esta otra forma:
“se ha acordado proceder gradualmente y dentro de un
tiempo razonable para superar las dificultades y alcanzar la deseada
reconciliación plena.”
Resulta interesante que mientras la NeoFSSPX
es quien habla de “aclarar”, es la Roma modernista quien aclara más las cosas
desde su comunicado. Si la FSSPX no desea la “reconciliación plena”, ¿por qué
no desmiente el comunicado romano? Y si la desea, ¿por qué no es clara ante sus
miembros y fieles? Hay que decir algo que PCI no se atreve ni siquiera a
pensar, por temor a caerse o que le tiemble la tierra donde está parado: la
Roma de Francisco y Muller es más sincera que la FSSPX, que es tenida por personas
como las de PCI como un baluarte de la Tradición católica.
Pero PCI ignora todo esto y se pregunta:
Resulta confuso, mueve
a perplejidad. ¿Para qué reunirse con el Prefecto de la Fe?
Y
también:
Pero quiero ser
sincero. A mí, esta visita no me gusta. No me simpatiza el encuentro. En mi
cabeza rebota la pregunta “¿para qué?”
Y
más adelante:
La respuesta, si es que
hay un no declarado “para qué” no la puedo saber. Sé que va a generar el rebrote de
suspicacias. Me pregunto qué valor tiene lo que se gana ante lo que se pone en
riesgo. Y la respuesta sigue siendo:no lo se.
¿Pero
acaso leyó el comunicado o qué?, cabe preguntarse. No hay peor ciego que el que
no quiere ver.
Roma
ha afirmado que han acordado algo,
es decir, hubo un acuerdo, en un
clima de cordialidad (esto lo resaltan los dos comunicados: parece que han
sonreído mucho). El acuerdo es que procederán a allanar las diferencias para
alcanzar al fin “la deseada reconciliación plena”. Es decir, lo que ya han
afirmado en otras oportunidades las máximas autoridades fraternitarias:
respetando su identidad, serán reintegrados a una Roma que conserva su
identidad modernista. Esto es casi lo que Francisco acaba de decir en un
discurso a diversas sectas religiosas en
Albania.
En definitiva: hubo acuerdo. El acuerdo es que se llegará a la "Reconciliación plena".
Volvamos
atrás: Menzingen dice que empezarán otra vez los “intercambios para aclarar los
puntos de divergencias que susbsisten”. Es decir, retomarán el diálogo, a pesar
de que quedó demostrado absolutamente que las famosas sesiones de diálogo
doctrinal de años ha, no obtuvieron ningún resultado positivo (para la
Fraternidad). Para peor, no hay nadie más alejado de la Tradición católica ni que
se ocupe tanto de intentar destruirla como Francisco. Y el mismo card. Muller desprecia
la Tradición, como admite PCI en su nota. Roma, por su parte, dice que se
procederá a superar las dificultades “para alcanzar la deseada reconciliación
plena”. ¿Todavía sigue sin siquiera sospechar el “para qué” de la reunión, Marcelo
González de PCI? Cuando Roma dice “la deseada reconciliación plena”, ¿se cree
que habla por ella sola? ¿Y el GREC, que incluso materializó este deseo en el título
del libro “Por la necesaria reconciliación” del P. Lelong y que viene
trabajando desde hace 17 años para esto? ¿Y aquella lastimera carta de Mons. Fellay,
mostrando su desazón porque Benedicto XVI no le había arreglado sus asuntos, es
decir, su deseo de acordar con Roma?
Claro
que después de soslayar todo esto, en un artículo que se va por las ramas con
largas parrafadas para justificar las relaciones con las autoridades de la Roma
modernista, el editor de PCI termina con otra parrafada que parece un poco más
dura, pero en realidad es otra muestra de la blandenguería de la línea media en
que hoy se ha convertido la NeoFSSPX, que no se atreve a ver la realidad
completa:
Lo que sí debe
explicarme y yo puedo, debo y sin duda voy a exigir es la fidelidad a la Fe y a
la liturgia. Y en tanto no encuentre motivo para demandar explicaciones en
estas materias, tendré que sufrir mi disgusto por esta reunión y concederle al
que manda el derecho de decidir en cosas de su competencia.
Claro que también
podré, luego, llegado el caso, demandarle responda por las consecuencias de sus
actos.
Todavía
no encuentra este señor motivos para demandar explicaciones, pese a las
barbaridades de la declaración doctrinal de Mons. Fellay de abril de 2012 o de
muchas de sus declaraciones o comunicados oficiales. Por lo cual en su ceguera
le quedará la comodidad de “sufrir su disgusto”, aunque luego pueda, cuando ya
esté la suerte echada y sea demasiado tarde, demandarle al que manda “responda
por las consecuencias de sus actos”, a lo cual el traidor de turno se reirá sonoramente,
o directamente ignorará su demanda tardía, inútil, e incluso cómplice, pues no
cumplió con su deber de informar responsablemente a sus lectores, y advertirles
lo que podría llegar a suceder. Como vemos, aquí también parece que hay que
recordar lo que ocurre con los liberales, que erigen monumentos a los
principios y cadalsos a las consecuencias. Ahora empiezan a ver cosas que “no
les gustan”. ¿Y anteriormente? ¿No había cosas que no les gustaban? Cuándo la
neoFSSPX maltrató, silenció, persiguió y expulsó injustamente a un obispo, a
sacerdotes y a fieles; cuando la neo-FSSPX adoptó principios o comportamientos liberales
en algunas de sus escuelas; allí no hubo disgustos ni antipatías. Ahora no dice
que este encuentro le parece escandaloso, nefasto, malo, sino que, tibiamente, afirma
que no le gusta, que no le simpatiza.
Entonces
no nos queda finalmente más que preguntarnos, habiendo varios elementos de
análisis en esta noticia, ¿para qué?, es decir, ¿para qué escribe este señor de
PCI? ¿Para manifestar sus gustos o disgustos? Su impresión ha de ser compartida
por muchos que empiezan a temer o preocuparse dentro de la Neo-FSSPX, pero esa
actitud que no busca mirar la verdad de frente, sino quedarse en el lamento y
la preocupación por una impresión “antipática”, realmente no conduce sino a la
claudicación. En muchos casos es ya parte de ella. Mons. Fellay y cía, sonríen
agradecidos. ¿No les parece que ya es tiempo de que algunos despierten, dentro
de la Fraternidad San Pío X? Si no lo hacen ahora, entonces, ¿cuándo?
Aquí
el artículo completo del que hablamos: