Número
CCCXVI (316)
3
de Agosto de 2013
DAÑO INCESANTE – II
Mons.
Williamson
Además
de argumentar que la Declaración Doctrinal de mediados de Abril del año pasado
fue rechazada por Roma y por ende no tiene más interés, las personas que
reclaman que no ha habido cambio significante en la Fraternidad San Pío X
también recurren a la reciente Declaración del 27 de Junio de los tres obispos,
la cual obviamente fue designada para reasegurar a las personas que el bote
salvavidas de la FSPX permanece sin daños y todavía perfectamente en buen
estado para navegar. Sin embargo, las almas que no desean ahogarse necesitan
estudiar esta segunda Declaración con mayor detenimiento.
Es
su 11 párrafo el que ha devenido notorio. Breve, los obispos allí declaran que
ellos tienen el propósito de seguir a la Providencia en el futuro, sea que Roma
retorna pronto a la Tradición o que ella reconoce explícitamente el derecho y
el deber de la FSPX para oponerse en público a los errores Conciliares. Ahora
bien esta “sea” cláusula está fuera de cuestión porque nada menos que una
intervención divina va a hacer que los enemigos de Dios, firmemente
establecidos en el Vaticano, dejen de lado su Concilio. Llegamos a la “o”
cláusula. ¿Qué pudieron los obispos haber querido decir con Roma “explícitamente
reconociendo” el “derecho y el deber” de la FSPX de oponerse al Concilio?
El
significado obvio es que Roma concedería a la FSPX algún estatus oficial dentro
de la Iglesia oficial o alguna forma de regularización canónica. Cualquier tal
reconocimiento es obviamente lo que los líderes de la FSPX se han estado
esforzando por obtener desde que adoptaron las ideas del grupo de reflexión
Parisino GREC, por bastante más de 10 años. Pero cuando tales líderes en Abril
del año pasado aceptaron en gran parte los términos de Roma para tal
reconocimiento, ellos crearon tal tormenta de protesta dentro de la FSPX que se
vieron forzados a pretender que ellos no quieren ya más cualquier tal
reconocimiento basado en los términos de mediados de Abril. Entonces, ¿qué
puede significar la “o” cláusula del 27 de Junio?
A
los pocos días, el Superior del Distrito de Francia les planteó a los líderes
exactamente esa pregunta. Se le fue dicho que la “o” cláusula no acarrea
necesariamente ningún reconocimiento oficial, sino meramente la eventualidad de
un débil pero católico Papa que es, por una parte suficientemente católico como
para reconocer el “derecho y el deber” de la FSPX, etc., pero, por otra parte
es demasiado débil y está demasiado aislado dentro de Roma como para poder imponer
a los Romanos cualquier reconocimiento oficial, etc. Y parece al menos que el
Superior del Distrito se quedó contento con esta respuesta que él
inmediatamente transmitió a los Sacerdotes de su Distrito.
Bueno,
¡casi me da un soponcio! Primero, ¿quién, simplemente leyendo el texto del 27
de Junio, pudo jamás haber adivinado que esto era lo que los tres obispos
tenían en la mente? Y, segundo, ¿qué hay en el texto del 27 de Junio que
excluya una gama de otras posibilidades que los obispos aceptarían en nombre de
“seguir a la Providencia”? Dado que el 17 de Junio el Obispo Fellay
escribió a Benedicto XVI que él continuaría haciendo todo lo que pudiera para
proseguir una reconciliación entre Roma y la FSPX, ¿qué cosa en el texto del 27
de Junio excluye que los astutos Romanos eventualmente hagan a los obispos un
ofrecimiento de reconciliación tal que – siempre en el nombre de la
“Providencia”-- ellos no puedan rechazarlo?
Buena
suerte para cualquiera que acepta la interpretación de la cláusula “o” dada al
Superior del Distrito de Francia. Sin embargo muchos de nosotros permaneceremos
no convencidos que el liderazgo de la FSPX haya abandonado su loca ilusión de
reconciliar los irreconciliables. Hasta clara prueba de lo contrario,
asumiremos que esos líderes permanecen, aunque sea involuntariamente, en la
intención de transformar el bote salvavidas de la FSPX en un bote quitavidas. Y
por supuesto, cuando se ahoguen, ¡la culpa será toda del océano!
Kyrie
eleison.