En este mes de mayo, mes de María,
retomamos estas palabras de Mons. Williamson donde nos habla del único remedio
para la humanidad: la Consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María:
La Iglesia y el mundo están en una situación de
peligro sin precedentes. Esto es porque la humanidad ha dado su espalda a Dios.
La humanidad sin Dios ha perdido su camino y la maldad está tomando el control
día tras día, minuto a minuto. Muchos de nosotros lo sabemos.
Desde la eternidad Dios Todopoderoso ha previsto
esta situación. Como San Luis Grignion de Montfort lo predijo en el siglo 18,
en el fin de los tiempos Dios querrá que Su Madre tenga un papel especial en la
salvación de la humanidad. Efectivamente, entre sus muchas intervenciones en
los tiempos modernos, Fátima se destaca.
Tal como lo prometió en Fátima, Nuestra Señora
regresó en los años 20 para dar a través de Sor Lucía y a través de la Iglesia
Católica la solución simple de Dios para los abrumadores problemas modernos: El
Papa debe consagrar Rusia junto con los obispos del mundo al Inmaculado Corazón
de María. Y Nuestra Señora dejó en claro que de esta consagración, Dios hacía
depender la solución del problema de la Iglesia y del mundo. De esto se
desprende que si Dios permitiera que cualquier otra solución funcionara, Él
estaría haciendo mentir a Su Madre. Obviamente esto está absolutamente
descartado. La Consagración de Rusia debe ser hecha; el Demonio no debe tomar
el control completo de la Iglesia y el mundo.
La realización de la Consagración depende del Papa
y los Obispos. Desde los años 20 ellos se han negado a realizar esta
Consagración porque prefirieron la política humana a la solución Divina. ¿Hay
algo que los sacerdotes y laicos puedan hacer? Hay dos cosas. La primera es
rezar, especialmente la oración que Nuestra Señora ha estado pidiendo casi en
todas las ocasiones donde Ella ha intervenido, y esta es el Santo Rosario.
Quince Misterios diarios son para muchos adultos mucho más fácil de lo que
piensan, y son tres veces más efectivos que cinco Misterios diarios.
La segunda cosa que los sacerdotes y laicos pueden
hacer es cumplir los pedidos de Nuestra Señora es confesarse, comulgar, rezar
un Rosario de cinco Misterios y quince minutos de meditación cada primer sábado
del mes. Si tan solo suficientes católicos hicieran lo que Nuestra Señora
pidió, Ella podría obtener de su Hijo la gracia necesaria para que el Papa y
los Obispos realicen la Consagración de Rusia.
Hasta que se haga esta Consagración tal como Dios
la pidió a través de Su Madre, la ola creciente de maldad no puede ser
detenida. Que Dios bendiga a todas las almas que rezarán, aunque sea poco pero
constante e insistentemente, para que se lleve a cabo la Consagración de Rusia.
Ésta se realizará, Nuestro Señor lo dijo en 1931, pero será tarde. ¡Por la
devoción de las almas católicas, que suceda lo más pronto posible!
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Con la bendición de
Mons. Faure, el Rosario de la Fe se ha iniciado el
13 de febrero de este año y termina el 13 de octubre. Pueden inscribirse, si lo
desean, en el sitio de los Cruzados, o
pueden simplemente unirse a nosotros rezando su Rosario por la consagración de
Rusia al Corazón Inmaculado.