A Jorge Mario
Bergoglio le tiró siempre más la política que la religión, pero mientras estuvo arrumbado en la Argentina, sus gustos no
tuvieron mayor trascendencia, salvo para quienes lo habíamos seguido más o
menos de cerca.
Obviamente la cosa
cambió cuando fue elegido Papa y con la escena mundial a su disposición. Seguramente se habrá dicho:¡ahora o nunca! y la verdad es que supo
aprovechar la ocasión, aupado por los patrones de la
comunicación. De allí el eco-interesado, por cierto- que han tenido algunas de
sus respuestas periodísticas.(¿Cómo olvidar su sibilina respuesta
de ¿quién soy para juzgar?, cuando fue interrogado sobre los homosexuales)
De allí también que para él las cuestiones doctrinales no cuenten: parecen
molestarlo o simplemente sobrepasarlo intelectualmente. De
otra forma no se explica el descarado avance de las tesis
modernistas sobre el matrimonio sostenidas por Kasper y su
pandilla, sobre las cuales no ha caído reprobación explícita alguna de su
parte.
En su obsesión por
el liderazgo mundial, Francisco está utilizando a la Pontificia Academia de Ciencias
Sociales como punta de lanza de su proyecto personal.
Así se posterga el
tratamiento de las cuestiones bioéticas urgentes de toda urgencia(el aborto y
las manipulaciones genéticas, por nombrar unas pocas).
En este marco de
las ambiciones de Francisco, se entienden los dos encuentros vaticanos de los
próximos 21 y 22 de julio sobre
“Esclavitud moderna y cambio climático: el compromiso de las ciudades”, y el
simposio ”Prosperidad, gente y planeta: lograr el desarrollo sostenible en
nuestras ciudades”.
El segundo
encuentro será inaugurado por el canciller de la Academia, nuestro viejo
conocido Marcelo Sánchez Sorondo,desesperado por
ponerse el capelo cardenalicio.
Después hablarán los abortistas Jeffrey Sachs y Laurence Tubiana, representante
francesa para la Conferencia Climática de diciembre de 2015. (verhttp://reinformation.tv/reunion-climat-vatican-academie-pontificale-sciences-sociales-onu-jeffrey-sachs-38997/)
Sachs concurre por
segunda vez al Vaticano y su visita no es casual, desde luego. ¿Qué manganeta
se estará pergeñando?¿Quizás algún toque progresista a la Humanae vitae para acomodarla
a los designios onusianos? ¿O alguna componenda sincretista?
Dios los confunda.
Nota catapúltica
Reveladora respuesta mundialista de
Sánchez Sorondo:
“Preguntado sobre la colaboración de la
Santa Sede con la ONU, ante la visita de Francisco a las Naciones Unidas en
septiembre y ante la adopción de un programa para los próximos 15 años que
pretende acabar con la pobreza, Sorondo respondió que “la ONU no es
el diablo, sino más bien lo contrario. Pablo VI definió el trabajo de la ONU
como el camino de la civilización moderna. Hay tendencias de derecha que ven a
la ONU como el diablo, no es la posición de la Iglesia”, replicó.
Deduzco que Sánchez Sorondo tiene-o
aparenta tener “tendencias de izquierda”. ¿Querrá que nos olvidemos de su
ilustre padre, uno de los nacionalistas argentinos más importantes?