“No pongas los ojos en
una mujer
que quiere a muchos,
no sea que caigas en su
lazo”.
Eclesiástico 9,3.
“Vive lejos de aquel
que tiene potestad para
hacerte morir,
y no andarás asustado
con el temor de la muerte.
Si te acercas a él,
guárdate de hacer
ninguna cosa,
por la cual te quite la
vida.
Sábete que conversas
con la muerte;
porque caminas en medio
de lazos,
y andas entre las armas
de gente resentida.
Procede con cuanta
cautela puedas, con tu prójimo,
y aconséjate con los
sabios y prudentes”.
Eclesiástico 9, 18-21.