La blogósfera fraternitaria no descansa.
Ya ha quedado clara la clase de
defensores y la clase de razones que tiene la Nueva FSSPX, el “último reducto
de la fe”, fuera de la cual se cae en las tinieblas exteriores del cisma donde
es el llanto y rechinar de dientes. Pobrecita Fraternidad, pobre Monseñor
Lefebvre y lo que han hecho de su obra los que a diferencia de él que llegó a
entender -y lo decía- que Roma estaba ocupada por anticristos, estos de ahora
dicen que “la Roma actual es la Iglesia católica porque ella está integrada
por todos aquellos miembros bautizados que profesan una misma fe (pero nosotros
no podemos declarar por nosotros mismos que los demás la han perdido) unidos al
Papa” (sic, blog La honda de David). ¿En serio todos los bautizados profesan
una misma fe? ¿La misa nueva profesa la misma fe que la misa
tradicional? ¿El cardenal Kasper, el cardenal Muller tienen en serio la fe
católica y profesan la misma fe que San Pío V o San Atanasio o que la anciana
que no quiere unirse con los protestantes y los considera herejes? Pero si es
así, si Roma actual es la Iglesia católica, ¿qué hace la Fraternidad fuera de
su estructura oficial? ¿Acaso profesa otra fe? ¿Y qué espera para entrar e
integrarse? Si la Roma modernista tiene la fe católica, ¿para qué tantas
discusiones doctrinales? Decía Mons. Lefebvre: “Queda claro que somos
nosotros quienes conservamos la unidad de la fe, que desapareció de la Iglesia
oficial. Un obispo cree en ésto, el otro no; la fe es distinta, sus catecismos
abominables contienen herejías. ¿Dónde está la unidad de la fe en Roma? ¿Dónde está la
unidad de la fe en el mundo? Está en nosotros, quienes la conservamos. La
unidad de la fe realizada en el mundo entero es la catolicidad. Ahora bien,
esta unidad de la fe en todo el mundo no existe ya, no hay pues más de
catolicidad prácticamente. Habrá pronto tantas Iglesias Católicas como obispos
y diócesis. Cada uno tiene su manera de ver, de pensar, de predicar, de hacer
su catecismo. No hay más catolicidad.” (Fideliter N° 66.
Noviembre-diciembre de 1988).
Otra tontera del abogado (que
no sabe la esencia de la ley) defensor del acuerdismo: “extra FSSPX nulla
salus porque la FSSPX forma parte de la Iglesia” (idem blog lhd). Pero si
la FSSPX forma parte de la Iglesia y no es la
Iglesia entonces quien deja la FSSPX deja una parte de la
Iglesia y no toda la Iglesia, por lo tanto quien deja la Fraternidad
no deja la Iglesia sino simplemente una congregación resabiada de liberalismo
camino a su aggiornamento total con el liberalismo romano.
En fin, ya basta de responder
tonteras. Aprendamos de Eurípides cuando enseñó que “el que habla a un necio, aunque
sea prudente, parecerá también necio”. No obstante lo cual, debemos agradecer
que cada día que pasa los liberales muestren mejor su incoherencia y su evasión
de la verdad, de manera tal que ya la neo-FSSPX no puede disfrazar su
lamentable deriva liberal que la aleja cada vez más de la verdadera fe
católica.
Recordemos estas palabras sabias del
gran Arzobispo Lefebvre: “No somos nosotros, sino los modernistas
quienes salen de la Iglesia”.